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Las grandes compañías del mundo como BP y Oxy están recortando su producción y muchos taladros están quedando quietos

PETRÓLEO

Como el salmón

Mientras la industria petrolera está en ajuste, Ecopetrol sigue de compras. La estrategia de ir contra la corriente podría disparar a la firma en los próximos años.

14 de marzo de 2009

El mundo petrolero está conmocionado. La mayor parte de las grandes compañías ha tenido que rehacer sus cuentas y tomar medidas de ajuste por la caída en los precios del petróleo. De acuerdo con los cálculos de la Administración de Información Energética de los Estados Unidos este año el petróleo tendrá un precio promedio de 42,06 dólares el barril, 57,8 por ciento menos que el promedio de 2008. Esto tiene efectos dramáticos sobre las empresas.

BP anunció que sus proyecciones de exploración y producción en el planeta se redujeron, pues durante los últimos tres meses de 2008 perdió 3.300 millones de dólares. Otras, como Oxy, han empezado a aplazar proyectos; es el caso de la refinería de Panamá, un proyecto que costaría más de 8.000 millones de dólares, cuyo estudio de factibilidad fue aplazado hasta diciembre de 2009. ConocoPhillips despedirá a 1.000 empleados sólo en Canadá. La estatal petrolera de México, Pemex, está viendo cómo deja atrás sus 7.000 millones de dólares de pérdidas del año pasado.

En medio de todo este movimiento de contracción, sorprende que haya una compañía que parece nadar contra la corriente: Ecopetrol. La firma ha anunciado negocios clave como la reciente adquisición de Hocol por 580 millones de dólares. En el último año las compras ya superan los 2.500 millones de dólares, contando la recompra de las acciones de Glencore en la refinería de Cartagena. Además, su propuesta de dividendo y sus políticas salariales van al alza.

¿Qué tan conveniente es esta estrategia? Los expertos ya han empezado a advertir sobre los riesgos que está corriendo la compañía. Interbolsa, firma comisionista y de investigación en el mercado de valores, señaló que estos son tiempos para la "la austeridad y la mesura" debido a la situación de precios. Interbolsa destaca que Ecopetrol necesita invertir unos 25.000 millones de dólares en los próximos años y por eso debe garantizar una buena caja para las próximas vigencias.

Esa crítica es válida, pero es necesario ver las dos caras de la moneda: si todo sale como están pensando las directivas, la compañía se va a disparar en los próximos años. Estos son los argumentos.

Hoy, el ambiente es propicio para comprar, pues evidentemente una compañía petrolera vale mucho menos cuando el petróleo está a 40 dólares el barril que cuando está a 140. Cabe recordar que en medio de la crisis de finales de los 90 se dieron las grandes fusiones y adquisiciones como la de BP con Amoco y Arco; la de Exxon con Mobil y la de Total con Petrofina y Elf, que marcaron un hito en la historia de la consolidación petrolera. Esto quiere decir que Ecopetrol está comprando barato, y a nadie se le puede reprochar eso.

De otra parte, la compañía está adquiriendo buenos activos. Hocol no sólo le incorpora algunos miles de barriles diarios de producción y áreas prospectivas de petróleo, sino que prácticamente deja a Ecopetrol con el monopolio de los oleoductos en el país.

Evidentemente, la empresa está haciendo las cosas al contrario que varios de sus competidores. Como le ocurre al salmón, el esfuerzo de ir contra la corriente es mucho y los riesgos son grandes, pero sólo así se abren las puertas para que venga la prosperidad en los próximos años. La firma aspira a meterse entre las 27 empresas petroleras más grandes del mundo, con una producción diaria de un millón de barriles. Es un panorama interesante, si el petróleo vuelve a niveles de 70 dólares el barril.