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Varias ensambladoras colombianas, como el caso de GM Colmotores y Sofasa Renault, se alistan para comenzar a fabricar vehículos y exportarlos a otros países. México, con el que existe un acuerdo comercial, será el primer destino de exportación.

VEHÍCULOS

Con los motores prendidos

La industria automotriz espera vender en 2012 otros 300.000 vehículos. Tendrá que hacer una gran reingeniería para afrontar la competencia con los importados que los TLC traerán a precios más bajos.

26 de noviembre de 2011

 En los últimos cinco años la industria automotriz colombiana no ha parado de celebrar. Año tras año viene batiendo récords en la venta de vehículos, lo que ha llevado a que el número de unidades comercializadas en este periodo supere 1.200.000. El año 2011 será histórico, con más de 320.000 unidades vendidas.

Varios factores han permitido que la ‘fiesta’ de la industria automotriz se siga prolongando. Entre ellos, la revaluación del peso, que abarató los carros importados; las facilidades de financiación, las tasas de interés relativamente bajas y una mayor oferta de modelos y marcas.

Aunque el próximo año los pronósticos del sector apuntan a que nuevamente en el país se venderán alrededor de 300.000 unidades, las ensambladoras nacionales saben que les esperan tiempos duros.

Les llegó la hora de enfrentar una fuerte competencia como consecuencia de la mayor apertura que se está dando en este mercado. Este año más de la mitad de los vehículos que compraron los colombianos fueron importados. De acuerdo con cifras de Econometría, entre enero y octubre de 2011 los vehículos ensamblados en el país tenían una participación en el mercado del 41 por ciento frente a las ventas totales.

Y podría seguir aumentando con la entrada de los TLC. Aunque la eliminación de aranceles para los importados no será inmediata –en la mayoría de acuerdos se negoció un plazo de desgravación de 10 años–, el sector cada vez siente la mayor presión de la competencia internacional, y el mayor temor es Corea, un fuerte jugador mundial.

Por eso, uno de los principales retos de la industria ensambladora colombiana, en la que están General Motor Colmotores, Compañía Colombiana Automotriz (Mazda) y Sofasa Renault, es aumentar su participación en el ensamblaje, fabricar y comenzar a exportar.

Oliverio García, presidente de la Asociación Colombiana de Vehículos Automotores (Andemos), que agrupa a los importadores, dice que el sector debe hacer una profunda reestructuración para no quedarse rezagado. Propone reubicar las plantas de producción cerca de los puertos, lo que permitiría grandes ahorros en fletes; reducir el número de modelos para especializarse en unos pocos con el fin de aprovechar las economías de escala y lanzarse al mercado internacional, como lo hace México.

Con este país se firmó un acuerdo en 1994 que estableció un periodo de gracia de 12 años antes de eliminar los aranceles. Luego se acordó otro plazo de siete años y en 2011 entró en plena operación, lo que permite importar vehículos de la nación azteca a precios más bajos.

Mauricio Becerra, directivo de GM Colmotores, sostiene que para el sector, 2012 será estable. La compañía invertirá 200 millones de dólares en los próximos años para dejar de ser solamente ensambladora, pasar a ser fabricante de vehículos y comenzar a exportar. Una de las grandes dificultades es que comienzan a competir con una industria que manejan economías de escala muy grandes.

Sofasa Renault se prepara para exportar a México. En este mercado incursionará inicialmente con una camioneta 4x4. Las inversiones superarán los 30 millones de dólares. Directivos de la compañía han señalado que el objetivo es que el país se convierta en una plataforma exportadora.

Lo cierto es que esta será una industria que seguirá moviéndose. El problema es que no hay vías por donde circular.