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Para Emilio Echavarría, presidente de Valores Bancolombia, los inversionistas están mostrando una gran confianza en las empresas, sus resultados y su manejo

MERCADOS

Confianza inversionista

En plena crisis económica, cuando la liquidez escasea en el mundo, las empresas colombianas no han tenido problema para financiarse. Este año van emisiones récord.

14 de marzo de 2009

En Estados Unidos y Europa las empresas que necesitan recursos para financiar su operación se están viendo a gatas para conseguirlos. Los bancos en casi todas partes cerraron la llave del crédito, pues no tienen liquidez y los inversionistas desconfían de todo. Sólo quieren saber de bonos del Tesoro de Estados Unidos y poco de títulos privados que les generen el más mínimo riesgo. Sin duda, la confianza es un bien de lujo en el planeta.

Sorpresivamente, ese no es el escenario en Colombia. El crédito bancario está abierto: crece al 17 por ciento anual, y en el mercado de capitales los inversionistas tienen abundante liquidez a la vista, a la espera de una ventana de oportunidad para colocarlos.

Los analistas están asombrados por la manera como ha reaccionado el mercado de capitales en Colombia en esta época de crisis en el mundo. En lo que va corrido de 2009, las empresas locales han conseguido por la vía de nuevas emisiones de títulos, recursos por más de tres billones de pesos, para capital de trabajo o para adelantar planes de inversión. La cifra es récord para el país.

Y lo que más llama la atención es que las emisiones que salieron al mercado entre enero y marzo (bonos y papeles comerciales) fueron literalmente 'rapadas' por los inversionistas, que están ávidos de encontrar dónde poner la plata a rendir.

Varias empresas, entre ellas EPM, Davivienda, Alpina, Emgesa, Bancoldex, Bancolombia y Argos, se encontraron con la grata noticia de que hubo una demanda hasta tres y cuatro veces mayor que la cantidad ofrecida, lo que animó a otras compañías a preparar sus propias emisiones.

Quien ha querido salir a buscar recursos, en cualquier sector, los ha encontrado sin mayor dificultad. El miércoles pasado, la Financiera de Desarrollo Territorial (Findeter) captó 415.700 millones de pesos a través de Certificados de Depósito a Término (CDT), pero los inversionistas tenían muchos más recursos para colocar. Un día después, La Titularizadora Colombiana emitió papeles por 500.000 millones de pesos y también hubo un enorme apetito del mercado.

"Lo que estamos viendo es una excelente noticia. Colombia es uno de los pocos países donde está fluyendo la liquidez y el sector productivo no está pasando problemas para financiarse", dice el presidente de la Bolsa de Valores, Juan Pablo Córdoba.

Para el presidente de Valores Bancolombia, Emilio Echavarría, el éxito que han tenido las emisiones privadas muestra que los inversionistas, ya sean fondos de pensiones o personas naturales, creen en las empresas colombianas, saben que están bien manejadas, tuvieron buenos resultados el año pasado y pagaron atractivos dividendos. Por lo tanto la plata que inviertan allí está asegurada.

En efecto, con lo que está sucediendo afuera, los inversionistas colombianos están encontrando en el mercado local un buen refugio, con tasas atractivas y, en todo caso, mayor seguridad que Wall Street.

Los empresarios también la están haciendo muy bien. En medio de la crisis, lo aconsejable es tener suficiente plata en caja por si la situación llegara a empeorar.

Según el analista Alberto Bernal, de la Casa de Bolsa Bulltick Capital Markets en Nueva York, lo que se está viendo en Colombia, en contraste con el resto de mundo, es que el mercado financiero local no está estresado y por eso no ha cerrado la llave del crédito.

Un detalle llamativo de la manera como se está comportando el mercado en Colombia es que en medio de la demanda de recursos del sector privado, el gobierno también ha tenido espacio para financiar su gasto. De hecho, en dos meses ya aseguró el 32 por ciento de los recursos totales del programa de endeudamiento previsto para 2009.

Por lo visto, en Colombia la crisis no ha afectado, por lo menos hasta ahora, los recursos disponibles para la actividad económica. Eso es una grata noticia y para muchos, lo que está expresando en el fondo, es que aquí todavía hay confianza y en la economía eso se ha vuelto la variable más importante.