Corona se mete en el negocio cementero

Entrar en el mercado de cemento en Colombia es una misión titánica porque es muy concentrado, con pocos jugadores que tienen un gran músculo financiero para competir.

Por eso en el país hay muy pocas empresas, varias de las cuales son de talla internacional. Ese es el caso de cementos Argos, la compañía paisa que es una multilatina con fuerte presencia en Estados Unidos y El Caribe. También está Cemex, de México, y la suiza Holcim. Otros jugadores son cementos Tequendama, San Marcos y Ultracem.

Pues bien, a ese competido mercado ingresará la compañía de productos de cerámica y sanitarios Corona, que tiene una alianza con la chilena Homecenter, dedicada la distribución de artículos para el hogar.

Carlos Enrique Moreno, presidente de Corona, anunció un acuerdo con la española Cementos Molins, con el fin de desarrollar de manera conjunta el negocio de producción y venta de cemento en el país.

Para ello pondrá en marcha la construcción de una planta en Sonsón (Antioquia), aprovechando la explotación y comercialización de caliza que tiene Corona en la región. La planta tendrá una capacidad de producción de 1,35 millones de toneladas anuales y demandará inversiones por 370 millones de dólares. Se espera la generación de 220 empleos directos y 250 indirectos.

Julio Rodríguez, consejero delegado de Cementos Molins, dijo que esta alianza es un hito en el desarrollo de la estrategia internacional de la compañía, en un mercado con gran potencial como el colombiano.

La empresa española tiene experiencia de más de 80 años en el sector y está presente en España, Argentina, Uruguay, México, Túnez, Bangladesh y Bolivia. Se une a Organización Corona, una compañía centenaria que tiene 19 plantas en Colombia, tres en Estados Unidos, una en Brasil y seis en Centroamérica y México.

Con el ingreso de este nuevo competidor se dinamizará más este mercado que desde hace varios años está en la mira de la Superintendencia de Industria y Comercio que adelanta investigaciones relacionadas con un presunto acuerdo de precios y repartición de cuotas de mercado, que irían en contra de los consumidores colombianos.