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| Foto: Finanzas personales

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¿En cuánto va a quedar el salario mínimo?

Mientras los sindicatos propusieron un incremento del salario mínimo del 9 por ciento para el 2018, los gremios empresariales ofrecieron el 5,1 por ciento. SEMANA le explica por qué solo hay un 25 por ciento de posibilidades de llegar a un acuerdo.

16 de diciembre de 2017

Tras cerca de dos semanas de intensas reuniones y todo tipo de presentaciones sobre el estado de la economía, sindicatos y empresas siguen sin llegar a un acuerdo respecto a cuál debería ser el salario mínimo para el 2018. A pesar de que las partes moderaron sus pretensiones iniciales, ayer terminó el primer periodo de negociaciones sin perspectivas de un arreglo cercano.

Las posiciones aún siguen bastante alejadas. Mientras las organizaciones sindicales plantearon un aumento del 9 por ciento, los gremios empresariales unificaron sus posturas en el 5,1 por ciento. Esto es, una diferencia de 3,9 puntos porcentuales.

En los últimos 20 años sólo se ha llegado a un acuerdo en cinco oportunidades. Por tanto, solo hay un 25 por ciento de probabilidades de que se llegue a un acuerdo.

“Cabe recordar que la semana pasada las partes no tenían siquiera posiciones unificadas, pues mientras las organizaciones sindicales estaban entre el 12 y el 10 por ciento, hoy plantearon 9, y los gremios económicos se encontraban entre 4,7 y 4,5 por ciento y hoy unificaron una postura en 5,1”, afirmó la Ministra de Trabajo, Griselda Janeth Restrepo. No obstaste, persisten las diferencias.

Los trabajadores consideran que el salario mínimo del 2018 debería ser de 804.112 pesos para compensar la pérdida del poder adquisitivo que han tenido por cuenta de la reforma tributaria y el aumento del costo de la canasta familiar. Además, afirman que hay que incrementar los salarios para incentivar el consumo y dinamizar la demanda de la economía.

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Por su parte, los empresarios enfatizan que unos incrementos muy altos del salario mínimo podrían hacer más costosa la contratación de nuevos trabajadores y afectar la generación de empleo. Además recuerdan que, durante los dos últimos años, el aumento del mínimo ha estado por encima de la inflación por lo que ha aumentado el poder adquisitivo. Por esto, consideran que debería estar por el lado de los 775.341 pesos. Esto es, una diferencia de 28.771 pesos respecto a lo que proponen los trabajadores.

La importancia del mínimo  

Si bien muchos preguntan porque hay una discusión por tan pocos pesos - pues el aumento no alcanza ni a los mil pesos diarios -  la decisión en torno al salario mínimo es vital por sus efectos sobre la inflación, el empleo y la economía en general.

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El mínimo no solo determina el ingreso para cerca de dos millones de trabajadores, sino que su aumento es el referente para el aumento de todos los salarios de la economía. Por tanto, su incremento tiene un impacto importante sobre la demanda y el consumo de los hogares, siendo un factor determinante del crecimiento económico. Pero también sobre la inflación pues muchos precios y tarifas se ajustan también con el aumento del mínimo. Esto es, desde los precios de los arriendos y otros contratos hasta los peajes, pasando por muchos tramites estatales. Además, al ser “el precio del trabajo” tiene incidencia sobre el nivel de empleo y hasta sobre la distribución del ingreso.

Por todo esto, el salario mínimo es una de las variables más determinantes de la economía y su relación con tantos temas hace que deba ser ajustado buscando toda suerte de equilibrios (eso sin considerar los factores políticos y sociales). Un aumento muy baja les quita capacidad adquisitiva a los trabajadores y afectará el consumo, un incremento muy alto crea inflexibilidades en el mercado laboral y afecta el empleo.

En el fondo, lo que ha sucedido en el país es que mientras para los empresarios es un costo para los trabajadores es su ingreso principal. La razón es que lo que cuesta contratar un empleado, no es lo mismo que recibe el trabajador. Por ejemplo, si el salario mínimo para el trabajador este año era 737.717 pesos (sin auxilio de transporte), el costo para el empleador era alrededor de 1,1 millones de pesos. Esto es, alrededor de 1,5 veces más ante los pagos a pensión, salud, ARL y cajas de compensación, entre otros factores.  Aquí puede radicar el problema de los consensos, cada parte está pensando en cosas distintas y lo ven como una negociación de suma cero, un juego de ganadores y perdedores.

¿En cuánto subirá?

En los últimos 20 años sólo se ha llegado a un acuerdo en cinco oportunidades. Por tanto, solo hay un 25 por ciento de probabilidades de que se llegue a un acuerdo. Lo más probable es que termine siendo por decreto.

La mesa de concertación salarial se volverá a reunir la próxima semana y si no hay un acuerdo antes del 30 de diciembre, el Gobierno expedirá el decreto con el incremento del salario mínimo a más tardar el próximo 30 de diciembre.

Normalmente, el salario mínimo ha subido unos pocos puntos por encima de la inflación. La “teoría” indica que los salarios deberían subir la inflación más unos puntos adicionales por productividad. El problema es que mientras la inflación esperada para este año está alrededor del 4 por ciento, la productividad fue negativa (-0,24 por ciento).  

Por esto, muchos analistas consideran que la propuesta de los empresarios es adecuada considerando que esta alrededor de 1,3 por ciento por encima de lo que indica el racionamiento económico y apuestan a que el incremento estará alrededor del 5,5 por ciento.

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Los trabajadores afirman que la productividad del trabajo ha estado por encima de la productividad del capital en los últimos años y que por tanto ha habido una transferencia de riqueza de los trabajadores a los empresarios. Por esto, consideran que un aumento de este tipo seguirá fomentando la alta inequidad en la economía colombiana.