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| Foto: Archivo SEMANA

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Cuenta regresiva para el rescate de la banca española

Aunque el gobierno del presidente Mariano Rajoy insiste en que no hay una decisión final para pedir un rescate a la Unión Europea y al FMI, se da por hecho que la ayuda se oficializará.

Jacqueline Guevara, periodista de SEMANA
8 de junio de 2012

Ya es imposible tapar el sol con un dedo. La crisis del sistema financiero de España llevará a que este país se convierta en la cuarta nación en ser rescatada por Europa, a pesar de los esfuerzos de última hora del presidente Mariano Rajoy para impedir que se dé este angustioso paso.

Pero ya los mercados internacionales dan por descontado el rescate. Ahora los interrogantes se refieren a cuánto será el monto y cuáles serán las duras medidas que se impondrán a cambio de la ayuda.
 
Se espera que este fin de semana se oficialice la petición del país ibérico a las naciones de la Eurozona en una teleconferencia con los ministros de Economía, una vez se evalúe el informe que se hizo sobre la real situación financiera de las entidades de crédito.
 
El gobierno estima que se necesitarán alrededor de 40.000 millones de euros para apalancar a las instituciones en problemas, en especial al Banco Financiero de Ahorro - Bankia, que se llevará por lo menos la mitad de estos recursos. Pero algunos analistas calculan que el rescate podría ascender a 80.000 millones de euros.

De concretarse este salvavidas, España se convertirá en la cuarta nación de la zona euro en ser rescatada tras las ayudas otorgadas en los dos últimos años a Irlanda, Portugal y Grecia, países que afrontan una difícil situación económica y un elevado desempleo, además de que han tenido que poner en marcha severas medidas de austeridad en el gasto impuestas desde Alemania, las cuales han frenado su crecimiento económico.

Irlanda recibió del Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Unión Europea 85.000 millones de euros a cambio de recortes en salarios, pensiones y gastos oficiales, Portugal recibió 78.000 millones y Grecia ya lleva dos rescates que superan los 200.000 millones de euros. Esta nación, que es la más golpeada, definirá sus futuros económico y político en las elecciones del próximo 17 de junio. El partido que salga ganador decidirá si el país continúa o no con el euro.

Para evitar los duros ajustes económicos, en una economía que tiene una tasa de desempleo cercana al 25 por ciento, se optaría por lo que se ha denominado un “rescate suave”, es decir, una ayuda económica que se entregaría a las entidades financieras y no vincularía directamente al gobierno, con lo que los planes de ajuste recaerían sobre la banca y no sobre todo el país.
 
La ayuda a España es clave porque esta es la cuarta economía más grande de la Eurozona, que no puede darse el lujo de que un país de este tamaño se vaya por el despeñadero, porque eso sería una estocada a la unión monetaria.
 
La situación en el viejo continente es tan compleja que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, expresó su preocupación por el impacto de las medidas de ajuste al señalar que la política de austeridad no será suficiente para sacar los países de la actual crisis y que se necesitan medidas de estímulo económico. El mandatario también urgió a los dirigentes políticos acciones claras para inyectar capital a los bancos.

La situación económica y financiera de la nación ibérica comenzó a deteriorarse después de que estallara la burbuja hipotecaria, tras la crisis del 2008, lo que llevó a la intervención de varias cajas de ahorro (pequeños bancos regionales) y a la nacionalización de Bankia, que entró a operar en enero del 2011 tras la fusión de las cajas de ahorro de Madrid, Bancaja de Valencia, Canarias, Ávila, entre otras.

¿Qué repercusiones tiene esta crisis en Colombia? Hasta el momento, la crisis financiera española se ha concentrado en las cajas de ahorro, entidades que no tienen presencia en América Latina, como sí la tienen los dos grandes bancos Santander y BBVA. Sin embargo, estas entidades no presentan problemas de solvencia y, por el contrario, registran ganancias, así que no se espera un efecto para los clientes en esta región.

Sin embargo, el contagio llega por la incertidumbre internacional que ha llevado a grandes volatilidades en el precio del dólar y en el comportamiento de las acciones.
 
El otro impacto vendría por el lado del comercio exterior, especialmente de las materias primas como el carbón y el petróleo, dos importantes productos de exportación del país que generan altos ingresos. Si se profundiza la recesión de estas economías se desploman los precios, como de hecho ya está ocurriendo con la cotización del crudo que pasó en pocas semanas de 105 dólares a 83 dólares el barril.

El gobierno y analistas privados consideran que como consecuencia de esta incertidumbre, Colombia crecería este año entre 4 y 4,5 por ciento, cifra inferior al crecimiento del 5,9 por ciento del año anterior, que aunque no es dramática, prende las alertas para prepararse por si hay mayor turbulencia. El presidente Juan Manuel Santos reconoció que el país no está blindado frente a esta crisis internacional y que deben tomarse medidas para capotear este temporal.