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CURSOS INTENSIVOS

LA ORGANIZACION DE SEMINARIOS EN EL PAIS ATRAJO A LAS EMPRESAS DEL SUR DEL CONTINENTE, QUE AHORA SE LAS INGENIAN PARA SOBRELLEVAR LA CRISIS A LA COLOMBIANA.

22 de julio de 1996

Cuántas personas han dejado de fumar en un día? Nadie lo sabe a ciencia cierta, pero sin duda muchos han sido los que lo han intentado en un seminario. En Colombia estos eventos se convirtieron de la noche a la mañana en escenarios donde todo es viable, desde conseguir la felicidad perpetua hasta regresar a vidas anteriores. La posibilidad de lograr una vida mejor en unas cuantas horas se mezcló con las inquietudes de conocimiento de los empresarios nacionales, desatando una ola de seminarios nunca antes vista en el país. Pero si los eventos de temas cotidianos han ilusionado al grueso del público, aquellos relacionados con la alta gerencia han dado lugar al nacimiento de una nueva actividad en el país: las empresas de capacitación y actualización para ejecutivos. Luego de haber vivido por décadas en una economía cerrada, los ejecutivos nacionales no sólo estaban ansiosos por realizar negocios con el exterior sino por estar en contacto con las últimas tendencias en administración y comercialización. El arribo de la compañía chilena Seminarium en 1994 fue todo un éxito. Asistencias promedio de 430 personas a los eventos realizados confirmaron la sed de conocimiento de los colombianos. Los buenos resultados de los primeros seminarios motivaron a algunos empresarios locales a viajar al sur del continente para traer a las dos otras firmas que en Latinoamérica se han especializado en la realización de este tipo de eventos: HSM y Mind Trainer. De esta manera la oferta de oradores, que antes era escasa, se disparó de la noche a la mañana; la realización de tres congresos al mes para altos ejecutivos se volvió rutina. La demanda, en cambio, comenzó a mostrar cierto descenso. "Este fenómeno no ha sido único en Colombia. En Argentina donde operan las mismas tres empresas_ pasó lo mismo. Sólo que aquí el proceso tomó un año cuando allá duró tres", afirma Santiago Serna, de Mind Trainer. Este fenómeno obedece, por una parte, a que el público objetivo aprendió a escoger mejor a los conferencistas de acuerdo con su necesidad específica. Por otro lado, en épocas de recesión como la actual, "los rubros de capacitación y publicidad son los primeros que recortan las empresas", asegura Rodrigo Restrepo, de Seminarium. Pero aun con una situación difícil los empresarios del sector coinciden en que afirmar que hay una saturación de seminarios es ir demasiado lejos, pues las expectativas de actualización y capacitación de los ejecutivos se mantienen. La estrategia de las compañías promotoras de seminarios para seguir adelante con su negocio ha sido ofrecer a los clientes potenciales alternativas a las cuales les sea difícil decir que no. Seminarium se ha dedicado a detectar las necesidades de los ejecutivos en campos específicos, y además planea proyectarse como una empresa integral de servicios. Mind Trainer, por su parte, le ha apuntado a la organización de dos tipos de eventos diferentes: las ferias especializadas y los foros sobre temas coyunturales. HSM, en cambio, sigue fiel a su filosofía de seminarios, sólo que sabe que el éxito de los mismos depende de que el orador tenga unas excelentes credenciales. En el caso de HSM y Mind Trainer, estas estrategias han estado acompañadas de las incursiones en los países vecinos, donde estas dos empresas aún no tienen sucursales. La primera ha realizado charlas en Ecuador y Venezuela, donde el mercado es mucho menos competido, mientras que la segunda ha motivado a empresarios de las naciones andinas a asistir a sus congresos en Colombia. "A nuestro último evento vinieron 60 personas de Ecuador, Perú, Venezuela y Panamá", recuerda Gabriel Vallejo, de HSM. De todas maneras hay quienes creen que la permanencia de las tres compañías en el país es difícil ya que el número de clientes potenciales no es muy alto; éste estaría entre 35.000 y 80.000 personas de acuerdo con los estimativos de las tres empresas. Claro que las compañías especializadas no están solas en el mercado, pues compiten con las universidades y con las agremiaciones que, como la Federación Nacional de Comerciantes _Fenalco_ organizan seminarios periódicamente. Pero si bien es cierto que la caída en la actividad económica ha sido un factor que ha afectado la actividad, hay elementos estructurales de la formación del ejecutivo nacional que también han influido. La falta de contacto de los dirigentes empresariales nacionales con el mundo dificulta la promoción de algunos conferencistas que en otras latitudes son celebridades. Claro está que con la pelea por el mercado los asistentes a los seminarios están de plácemes pues, aunque pensar en una guerra de precios es bastante difícil, las compañías se han dedicado a consentir a sus potenciales clientes: no sólo se esfuerzan por conseguir los oradores más atractivos, sino que están atentas a la menor observación para mejorar la calidad de su servicio. Su propósito parece ser el mismo: lograr la fidelidad absoluta de sus clientes. Aunque muchos aseguran que la fiesta se va a acabar pronto, las empresas organizadoras de seminarios creen que se han montado en el bus que era. Si se tiene en cuenta que por estos días casi todos los gremios de la producción están dando gritos porque sus ingresos se han ido al piso, que un sector asegure que ha mantenido las expectativas de sus ventas indica que le sigue yendo bien. Quizás esto obedezca a que quienes manejan las empresas promotoras de seminarios han aprendido las lecciones que ellas mismas enseñan.