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Debate crudo

Una operación normal para protegerse contra la caída de los precios del crudo puso a Ecopetrol en el centro de una insólita polémica.

16 de enero de 2005

EN COLOMBIA ES MEJOR ser historiador que profeta. Eso quedó claro luego del debate de los días pasados acerca de si Ecopetrol había vendido petróleo a precios demasiado baratos para estas épocas de vacas gordas. La polémica puso sobre el tapete el poco conocimiento que hay en materia de previsiones financieras sobre los precios mundiales del crudo y cómo es más fácil criticar las decisiones del pasado cuando ya se sabe lo que sucedió. Es que en septiembre de 2003, cuando se empezaron a hacer las cábalas sobre lo que podría pasar con el petróleo en 2004, el barril de crudo se cotizaba a 27 dólares. No solo nadie pronosticaba un aumento de precios a los niveles que se encuentran actualmente (45-46), sino que varios análisis indicaban que era probable que bajara hasta los 20 dólares. Teniendo en cuenta que Ecopetrol transfiere anualmente a la Nación una parte importante de sus ingresos -4,8 billones de pesos-, era apenas natural que la petrolera se protegiera contra el riesgo de una caída en los precios. Por ello cubrió el 15 por ciento de sus exportaciones con una operación financiera y el 85 restante lo dejó fluctuar al ritmo del mercado. El propio Congreso le permitió apelar a estas coberturas cuando expidió la ley 812 del plan de desarrollo. El artículo 60 señala el menú de coberturas que Ecopetrol puede usar para gestionar su riesgo: swaps, calls, puts, collares. Lo más simple para Ecopetrol en ese momento hubiera sido comprar una opción put, que le hubiese asegurado un precio mínimo -un piso- si el precio caía. Sin embargo, la prima de ese 'seguro' resultaba muy costosa, dado el riesgo de variación en el precio del crudo. Optar por el put le significaba desembolsar unos 50 millones de dólares de un solo tacazo, con lo cual se afectaba considerablemente el flujo de caja de la empresa. Para disminuir dicho costo financiero, Ecopetrol diseñó una estrategia que utiliza como práctica la industria y que consiste en una mezcla de opciones. Así, además del piso que le daba comprar el put se puso un techo mediante la venta de calls. De esta manera aunque se protegía de una caída de los precios por un lado, por el otro limitaba la utilidad en caso de una subida. Esto, con el objetivo primordial de disminuir la prima que debía pagar por la cobertura financiera en casi un 70 por ciento. De esta manera, si el precio bajaba de 25 dólares el barril, los ingresos de Ecopetrol estarían asegurados en mínimo este precio. Si, en cambio, su valor subía a más de 31 dólares, debería conformarse con seguir recibiendo los ingresos a ese precio pues era el techo que había fijado. Las utilidades por encima de este techo no habían sido presupuestadas y cederlas no afectaba su presupuesto inicial de ingresos. Lo que nadie esperaba entonces era una subida tan pronunciada de los precios, al punto que terminara cediendo una utilidad de considerable magnitud. Contra todos los cálculos, el precio promedio ascendió a 44 dólares el barril y debido a ello dejó de ganar los famosos 100 millones de dólares sobre ese 15 por ciento de exportaciones que cubrió. Por ello es bueno poner la situación en perspectiva. Hace más de un año ningún experto vaticinó que el precio del petróleo se dispararía por las nubes al punto de tocar los 51 dólares el barril, el nivel más alto de toda su historia. En cambio, los escenarios sí estaban más orientados hacia la baja. "En el momento de cerrar la transacción se trataba de una decisión equilibrada, donde se protegía a Ecopetrol de una eventual caída del petróleo y se reducía el costo de las operaciones de cobertura", dice el gerente de inversiones de Porvenir, Juan Pablo Galán. Además, las empresas deben buscar la forma de mitigar los riesgos a las que están expuestas. "Una de las primeras cosas en las que se fijan las calificadoras de riesgo para dar un concepto es si una empresa tiene una estrategia de cobertura de riesgos", dice Gonzalo Zubillaga, representante para América Latina de Fimat, la firma número uno del mundo en el negocio de las coberturas financieras y subsidiaria del banco francés Societé Generalé. De hecho, si se compara con el resto de las petroleras mundiales, Ecopetrol es una de las empresas de la industria con un menor nivel de cobertura. Pemex, la petrolera estatal de México, cubrió en 2004 un 30 por ciento de su producción total. Al igual que en Colombia, Pemex es la responsable de una buena parte de los ingresos del Estado mexicano -33 por ciento-, y por eso maneja con coberturas la parte de la producción que le debe transferir a la Nación. Otras petroleras como las rusas cubren hasta el 80 por ciento. "El peligro con este tipo de debates políticos a posteriori sobre decisiones de gestión de riesgos hechas en el pasado es que con seguridad se limitará la capacidad de maniobra de la compañía para reducir sus riesgos en el futuro", dice Galán. Hoy en día no es claro que los precios del petróleo se mantengan a estos niveles y hay que contemplar la posibilidad de una caída en el precio. Y es que en últimas, el debate que se le pretende hacer a Ecopetrol es como si una persona se lamenta porque pagó la póliza del carro durante todo un año y no se lo robaron. "Se necesita una cultura de cobertura para saber que lo sensato siempre será hacer operaciones que minimicen el riesgo de que los precios caigan", dice Juan Pablo Cabal, presidente de Siamsa, empresa que reúne a las azucareras del Valle del Cauca y que desde muchos años utiliza instrumentos de mezclas de opciones financieras para ponerse pisos y techos. Por eso es preocupante cuando un gobierno hace pronósticos de ingresos petroleros calculados sobre precios demasiado optimistas. Esto es precisamente lo que acaba de hacer el gobierno colombiano en el presupuesto de 2005 que aprobó el Congreso el 28 de diciembre pasado. Calculó un precio promedio del petróleo de 37 dólares barril, cuando el precio que en un comienzo Ecopetrol le propuso al gobierno era de 25 dólares, un nivel muy parecido al que están calculando varias multinacionales petroleras. La venezolana Pdvsa ha hecho un cálculo de 23 dólares el barril y la mexicana Pemex se debate en un pronóstico de entre 27 y 29. Si la bonanza petrolera no continúa y el precio resulta bastante menor al que ha estimado el gobierno, Colombia tendría bastantes problemas para cumplir con los ingresos presupuestados. Y eso se lo cobrarían con críticas bastante más duras que las que hoy se le están haciendo a Ecopetrol.