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Se prendió el debate azucarero

La inminente expedición de un decreto que baja el arancel (impuesto) para la importación de azúcar armó todo un avispero.

5 de septiembre de 2015

El decreto del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo lo bajaría de un techo de 117 por ciento a 70 por ciento este año. Luego seguiría descendiendo escalonadamente –durante los próximos tres años– hasta llegar a un techo de 40 por ciento. Los gremios que representan a los ingenios, Asocaña y Procaña, protestaron. Para el presidente de la primera, Luis Fernando Londoño, la decisión ocasionaría la peor crisis social y económica del suroccidente colombiano. Afirma que, en la medida en que entre al país azúcar barata a competir con la producción colombiana pueden crecer los derretideros y trapiches de garaje para fabricar panela de forma ilegal, lo que afectaría aún más a la agroindustria. Desde la orilla de los industriales la mirada es diferente. Guillermo Trujillo, presidente del Comité Especial de Confitería y Chocolatería de la Andi, considera que la medida es necesaria, e incluso opina que el techo debería quedar en 40 por ciento solo de manera transitoria para llegar a 15 por ciento que es el arancel base. Sostiene que gracias al arancel los consumidores, y en menor proporción los industriales, terminan pagando (casi en un 80 por ciento) el subsidio que los colombianos le entregan a los azucareros. Por otra parte, agrega que la verdadera dimensión social de la medida es proteger el bolsillo de los hogares, pues los industriales tienen cómo defenderse. Prueba de ello, dice Trujillo, es que Colombina montó planta en Guatemala; Nutresa en Perú y Costa Rica; Luker en Panamá; Mondelez en Costa Rica y Aldor en Sudáfrica para producir e inclusive importar sus propias marcas hacia Colombia. De acuerdo con Trujillo, los ingenios han aumentado el precio interno, han recibido los beneficios de la devaluación para sus exportaciones, pero el precio a los proveedores de caña no ha aumentado en igual proporción. “Es increíble que se use a los trabajadores como argumento para manipular a la opinión pública en defensa de un negocio”, dijo el vocero. Habrá que esperar para saber si el decreto sufre alguna modificación, tras la protesta del sector.