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CONSEJOS

Decálogo para dormir tranquilo

El año está por terminar, y los inversionistas comienzan a mirar cuál fue el balance de 2010 y qué esperar para 2011. Cómo actuar en el año nuevo.

Julián Cárdenas (*)
27 de noviembre de 2010

El cambio del entorno macroeconómico mundial en los últimos años ha sido dramático, y el nuevo orden presenta un gran reto para los inversionistas. Sin embargo, algunas recomendaciones siguen vigentes y son valiosas a la hora de invertir, debido, en gran parte, a que la respuesta de los mercados tiene que ver con el comportamiento humano: con las preferencias y el temperamento de los inversionistas. A continuación les presentamos algunos consejos para enfrentar mejor el 2011:

1. Sea honesto con usted mismo

Es fundamental que se ponga la mano en el corazón y defina qué riesgo está dispuesto a asumir y durante qué tiempo, entendiendo de antemano que las inversiones de alta rentabilidad y bajo riesgo no existen. Establezca qué porcentaje de sus inversiones está dispuesto a perder para saber qué perfil de riesgo puede tolerar. Tenga en cuenta que mientras más joven, mayor riesgo puede asumir. Aunque no existen moldes o fórmulas mágicas para determinar estos porcentajes, una relación que le puede ayudar a tener un punto de partida para saber qué tanto de acciones debería tener su portafolio de largo plazo podría ser 100 menos su edad.

2. No se quite ni se ponga años

Recuerde el primer consejo: sea honesto. Es odioso generalizar, pero si usted necesita sus recursos en menos de un año, no le diga a su asesor que usted es un inversionista de largo plazo. Nuevamente, no existe una sola regla pero podríamos decir que menor a un año puede clasificarse como inversionista de corto plazo; entre dos y cinco años, de mediano plazo, y mayor a seis años, de largo plazo.

3. Diversifique y no acepte portafolios estándar

La teoría de portafolio funciona. Cuanto más diversificado sea, más fácil será compensar variaciones negativas. Si pone los huevos en una sola canasta, no hay forma de protegerlos a todos ante un fuerte remezón. Cada inversionista tiene condiciones únicas (edad, riesgo, temperamento, etcétera) que hacen que los pedazos de la torta sean diferentes.

4. No crea en altas rentabilidades permanentes

Promesas de altos rendimientos constantes son difíciles de cumplir. Si alguien le ofrece rentabilidades permanentes de 50 por ciento, preocúpese: altas rentabilidades en el pasado no garantizan buen desempeño en el futuro.

5. Sea ambicioso pero no codicioso

Si sus inversiones están superando sus expectativas, no se enamore de sus inversiones, tome utilidades. Recuerde, sea honesto, no se quite años y no crea en altas rentabilidades permanentes. Por ahí dicen que los inversionistas positivos ganan al igual que los pesimistas, pero los que son codiciosos suelen perder.

6. El miedo puede ser su peor enemigo

El miedo puede ir en contra del buen desempeño de sus inversiones. Tenga en cuenta que los ciclos se repiten y las rentabilidades de los activos por lo general están atadas a aquellos. Algunos inversionistas mal asesorados suelen estar en el peor de los mundos, compran caro y venden barato. Como dice Gordon Gekko: "Si tiene miedo, compre un perro".

7. Las olas son peligrosas

Cuando todas las personas se hacen al mismo lado del barco, este se puede hundir. Si todos sus conocidos están comprando la misma acción, incluido su amigo de la oficina, con el que juega fútbol el fin de semana, su peluquero y hasta la tía que nunca invierte en nada, es probable que sea el mejor momento para vender.

8. Su consejero debe saber decir NO

Su mejor consejero no es el que le dice a todo SÍ. Busque una persona con la que tenga buena empatía y que además le pueda decir NO cuando usted le insiste en comprar porque 'Fernando' (su peluquero) le dijo que él ya había comprado. Busque un corredor que se comunique con claridad, que entienda sus necesidades y que esté certificado.

9. Prefiera la liquidez

Compre activos financieros de los que pueda salir fácilmente cuando la situación se ponga complicada. Si usted no le hace caso a su asesor, pero sí a 'Fernando', por lo menos con un activo líquido puede encontrar otro inversionista que esté interesado en comprar cuando los precios están cayendo. Los activos poco líquidos no le permiten rápida respuesta y pueden hacer que su pérdida sea mayor.

10. Evite moverse con frecuencia

Algunos inversionistas suelen negociar con mucha asiduidad sin tener en cuenta los costos de transacción y las comisiones. Si su inversión es baja, evite realizar muchas operaciones debido a que esto puede afectar su rentabilidad. Si este es el caso, una buena alternativa puede ser invertir mejor en carteras colectivas, las cuales cuentan con un costo fijo de administración. n

(*) Gerente de Investigaciones Económicas de Corredores Asociados.