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Denominación de origen, un lío de marca

La industria láctea nacional está en alerta por una decisión que protege la denominación de origen de 117 productos de la Unión Europea. El caso de los quesos, que no podrán llamarse como lo han hecho tradicionalmente, es emblemático.

26 de octubre de 2013

EL TLC entre Colombia y la Unión Europea, que entró a regir el primero de agosto pasado, tiene un capítulo no muy conocido que está causando un gran revuelo en el sector industrial y en los productores de leche del país. Se trata de la entrada en vigencia de las normas que protegen la denominación de origen. Esas que evitan que otros países elaboren productos que se consideran originarios de una región determinada.
 
Pues bien, luego de las negociaciones del TLC, la Unión Europea le solicitó al gobierno colombiano proteger 117 productos de gran reconocimiento a nivel mundial, entre los que se encuentran quesos, vinos, cervezas, jamones y encurtidos, entre otros. Francia presentó la mayor lista, de 43 productos, seguida de Italia con 25 y de España con 21. En el sector de quesos la Unión Europea incluyó 15 clases de madurados como el parmesano, el provolone y el camembert, entre otros (ver recuadro abajo).

Para cumplir este acuerdo comercial y las normas que rigen el tema, la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) expidió en las últimas semanas sendas resoluciones para proteger estos productos. La decisión, a simple vista, no tendría mayor trascendencia porque estas protecciones son cada vez más comunes en el mundo. 

De hecho, Colombia tiene 20 productos con denominación de origen para los cuales también pidió protección de este bloque económico. El ejemplo clásico es la champaña, cuyo nombre corresponde a la región de Champagne (Francia). En ningún otro país se puede vender un producto con este nombre, por eso en otras naciones se conoce como vino espumoso y en España como cava. Lo mismo sucede con el tequila, que solo se elabora en México.

Las medidas cayeron como una bomba en la industria nacional, especialmente entre los grandes productores de leche y quesos del país. Compañías como Alpina, Colanta, Colácteos, Del Vecchio y Doña Leche, entre otras, así como pequeñas fábricas artesanales, que tienen en su portafolio una amplia gama de quesos maduros, tendrán que cambiar la referencia para poder venderlos. Es decir, Alpina puede seguir ofreciendo queso rallado pero no lo puede caracterizar como parmesano. Este es un golpe para la compañía que lleva décadas posicionando este producto, un compañero indispensable de las pastas. 

Lo grave es que si las compañías nacionales no hacen los ajustes se exponen a que los productores europeos presenten las quejas por violación a las normas de propiedad industrial y las obliguen a sacar los productos de las góndolas de los supermercados. 

El superintendente delegado para la Protección Industrial, José Luis Londoño, dice que las empresas podrán seguir vendiendo estos quesos pero tendrán que cambiarles las etiquetas y los nombres y, agrega, que la denominación de origen es un reconocimiento a la tradición y la reputación de un producto, y evita que los consumidores sean engañados. 

Para el parmesano y el reggiano, la resolución de la SIC expedida en septiembre de este año protegió la denominación de origen al queso de las provincias de Parma, Reggio Emilia y Módena (Italia). El Consorzio del Formaggio Parmigiano Reggiano hizo la solicitud en 2010.

Consecuencias económicas
Las explicaciones de la SIC no dejaron satisfechos a los industriales colombianos. El revuelo que causó la decisión es tan grande que los principales gremios del sector se unieron para advertirle al gobierno de los graves efectos económicos. 

La semana pasada la Andi, Fedegán, Fedecoleche, Analac y Asoleche le enviaron una carta al superintendente, Pablo Felipe Robledo, en la que afirman que no solo se afectará la industria nacional sino también los productores de leche de la sabana de Bogotá, del Eje Cafetero y la costa Atlántica que surten a las empresas. Aseguran que no entienden que se tomen esta clase de medidas en un momento en el que hay un gran malestar en el sector agropecuario. 

El presidente de Asoleche, Jorge Andrés Martínez, sostiene que los productores no están en contra de la denominación de origen sino de que las normas en el país excedan las que se aplican en la Unión Europea. En Colombia se usan nombres genéricos como el parmesano y no se utiliza el ‘nombre y apellido del producto’ es decir, no se dice que es parmesano elaborado en la región de Parma. 

Para el sector el tema es muy preocupante porque no se trata solo de cambiar las marcas y las etiquetas sino de entregar un mercado que ha costado décadas construir, en el que se han invertido en los últimos años 200.000 millones de pesos en equipos y posicionamiento. 

Según cifras del sector el negocio de los quesos en Colombia mueve 1 billón de pesos al año. Cerca del 30 por ciento del mercado corresponde a los quesos maduros, que han ganado espacio en el gusto de los consumidores colombianos, en parte por la labor de las empresas nacionales. 

Alpina, por ejemplo, desde su creación en 1945, fabrica y comercializa quesos maduros. Hoy tiene en su portafolio diez productos entre los que se destacan parmesano, camembert, azul, brie, gruyere, provolone, tilsit y manchego, entre otros. Situación similar pasa con Colanta, que también tiene un portafolio de diez quesos maduros y que en los últimos cinco años invirtió en dos plantas procesadoras.

El presidente de Colanta, Jenaro Pérez, dice que la denominación de origen de quesos madurados se debe interpretar como un genérico, pues eso sería lo justo para un producto del que dependen los campesinos productores de leche que no reciben subsidios del Estado, como sí ocurre con los productores de la Unión Europea. Pérez cuestionó lo que calificó como “irresponsable ligereza” del ministro de Agricultura de la época que le dio el visto bueno al TLC sin consultarlo con agricultores y campesinos. 

Frente a estos señalamientos la SIC asegura que desde 2008, cuando comenzó a negociarse el TLC con la Unión Europea, los gremios del sector sabían del tema y no dijeron nada. Además, sostiene que hay que tener reciprocidad porque Colombia también ha solicitado proteger los 20 productos con denominación de origen como el café de Colombia, o el queso Paipa, y tiene en lista otros 20 productos.

Pedro Condés, gerente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen del Queso Manchego, dice que han tenido muchos problemas en España, en los países de la Unión Europea y en otras naciones porque este es un producto de calidad que muchos quieren imitar. Por eso advierte que registrarán la marca en Colombia y harán lo que sea necesario para evitar imitaciones. “Así como aquí no se puede imitar el queso manchego en España no se puede comercializar un queso que diga tipo Paipa”, señala. 

Lo cierto es que los industriales colombianos no están dispuestos a darse por vencidos y lucharán para que no desaparezcan unos productos que ya están en la mente y en el paladar de millones de consumidores. 

Los protegidos

En la lista de productos de la Unión Europea a los que la SIC protegió la denominación de origen están:
  • Queso Camembert de Normandie
  • Queso Emmental de Savoie
  • Queso Parmigiano reggiano de Italia
  • Queso Roquefort de Francia
  • Queso Provolone Valpadana
  • Aceite Balsámico di Modena
  • Turrón de Alicante
  • Prosciutto di Parma
  • Vino Chablis de Francia
  • Coñac de Francia
  • Vodka de Finlandia
  • Scotch whisky del Reino Unido
  • Oporto de Portugal
  • Brandy de Jerez de España
  • Cerveza Münchener Bier de Alemania