El dólar sigue imparable

El alza del dólar parece no tener techo. Este viernes el precio de la divisa estadounidense llegó a los 2.752 pesos. Una situación similar a la que vivió el país en septiembre de 2002, cuando el dólar también superó esa barrera de los 2.750 pesos.

La falta de un límite al alza de esta moneda trae dolores de cabeza a más de uno. A los importadores de carros y electrodomésticos, que pagarán un precio más alto por entrar al país sus productos. Y a quienes desean viajar al exterior, pues tendrán que pagar tiquetes aéreos a costos exorbitantes y destinar más recursos para sus gastos.  

Los empresarios y estudiantes que contrajeron deudas en dólares también sienten el cambio. No solo aumenta el valor de la deuda, sino que además pagarán mayores intereses por estas obligaciones.

La situación es tan compleja, que alrededor de 1.000 becarios de Colfuturo le enviaron una carta a la institución pidiendo una solución para el aumento de sus deudas, que se incrementaron hasta en un 40 %.
 
Pero aunque por este lado el panorama se vea oscuro, hay otros que se ven muy beneficiados con estos cambios. Como los exportadores, que recibirán mayores ingresos por sus ventas al exterior, y los turistas extranjeros que llegan al país y traigan dólares.

Por su parte, para el Gobierno el alza es un arma de doble filo. Por un lado, compensa el desplome en los precios del petróleo, pero, por otro, tiene que pagar mayores recursos por sus obligaciones financieras con entidades del exterior.

Según los expertos, el aumento de la divisa se debe al derrumbe de los precios internacionales del petróleo, y al anuncio sobre el paulatino levantamiento de las sanciones económicas contra Irán, el país con las cuartas reservas mayores de crudo del mundo.

Otro factor que está causando gran incertidumbre y que tiene un impacto sobre el precio de la divisa es el anuncio de Janet Yellen, presidenta de la reserva Federal, en el sentido de que está próxima un alza en las tasas de interés en los Estados, que se encuentran en mínimos históricos tras la crisis financiera de 2008.

Lo cierto es que el tema tiene con gran incertidumbre y preocupación no solo a Colombia sino también a otras naciones que han visto una devaluación acelerada de sus monedas.