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Con un riesgo latente de devaluación, invertir en el exterior tiene hoy más sentido que nunca y <BR>hacerlo desde Colombia es cadavez más fácil.

22 de febrero de 1999


AL MARGEN DE LAS PERSpectivas de rendimiento en el corto plazo, los expertos coinciden en que la
diversificación geografica es una pieza clave de cualquier estrategia optima de inversión en el largo plazo. Esta
tesis es aún más contundente para un inversionista colombiano cuyo patrimonio esta atado a los vaivenes de
un país que bajo cualquier parametro habría que calificar de alto riesgo y quien ademas debe enfrentar un
mercado local en el cual las alternativas de inversión son limitadas. Sin embargo el riesgo de invertir en
Colombia y la carencia de instrumentos de inversión nunca han generado un alto interes por parte de los
colombianos en los mercados de capitales del exterior como sí ha ocurrido, por ejemplo, en países como
México y Venezuela. En Colombia la inversión fuera del país se asocia tradicionalmente con individuos
acaudalados que cuentan con los recursos y el conocimiento necesarios para aventurarse en el complejo
mundo de los mercados internacionales.
No obstante, en los últimos años, este paradigma esta siendo revaluado. Las posibilidades de invertir en el
exterior se han multiplicado para todos los presupuestos debido a la presencia a traves de representantes
locales, de fondos extranjeros en el país y la posibilidad cada vez más asequible de transacciones en las
bolsas internacionales por medio de Internet (ver recuadros).
Sin embargo, a pesar de las nuevas facilidades para conformar un portafolio en el exterior desde Colombia, la
diversificación de las inversiones a nivel mundial exige un mayor esfuerzo de analisis sobre dónde ubicar los
fondos. Las posibilidades casi ilimitadas de inversión en los mercados internacionales requieren tener muy
bien definidas las preferencias y necesidades de liquidez, riesgo y temporalidad de cada inversionista y de
asesoría calificada.
Al mirar hacia afuera desde Colombia en estos momentos, las tendencias de corto plazo son dificiles de
dilucidar mientras que las de largo plazo aparecen con claridad.
Más allá de las fluctuaciones que puedan ocurrir durante este año y el siguiente, incluida la que podría generar
el llamado 'problema del año 2000', lo que se percibe en términos generales en América del Norte, Europa y
partes de Asia y América Latina es un mundo cada vez más integrado y próspero y una difusión acelerada de
tecnologías cada vez más sorprendentes. Bajo esta óptica, y con un horizonte de largo plazo, las inversiones
en acciones de compañías prometedoras alrededor del mundo parece una apuesta segura. Sin embargo, dado
el 'cortoplacismo' que caracteriza a la especie humana, tal vez sea de mayor interés inmediato repasar las
perspectivas de inversión en algunas de las regiones claves del mundo durante el año que comienza.

LA NAVE NODRIZA
El año pasado la economía estadounidense prosiguió con su impresionante récord de crecimiento. Un aumento
de 3,5 por ciento en el PIB, inflación inferior a 2 por ciento y el asombroso comportamiento de la mayoría de
los índices accionarios de las bolsas principales por más de 5 años (rendimientos superiores al 20 por ciento)
demuestran la vitalidad de la locomotora mundial. Sin embargo este comportamiento tuvo como propulsor
principal el consumo interno, el cual aumentó en 5 por ciento el año pasado, presentando la subida más alta
en 13 años, mientras que la tasa de ahorro nacional se tornó negativa por primera vez en la posguerra. El
crecimiento acelerado de la demanda ha sido impulsado por los movimientos alcistas de la bolsa, que han
incrementado ostensiblemente los patrimonios de millones de norteamericanos. Según un estudio realizado
por el diario The Wall Street Journal, cada incremento de 100 dólares en el valor de los mercados bursatiles
genera consumo adicional por entre dos y cuatro dólares.
No es sorprendente entonces que tras ocho años de expansión continua la mayoría de los analistas hayan
llegado al consenso de que la economía estadounidense perderá dinámica durante este año. Las
complicaciones en los mercados de Asia, Rusia y Brasil, acompañadas del creciente deficit comercial de
Estados Unidos, hacen pensar que el consumo interno no podrá seguir jalonando, al menos al ritmo actual, a
la economía más grande del planeta. El saldo negativo del ahorro interno aumenta la vulnerabilidad del
consumo a una caída en el mercado de acciones. De esta manera, de existir una burbuja en los índices
accionarios norteamericanos, como han asegurado varios analistas incluido el prestigioso semanario británico
The Economist, una corrección del mercado de acciones sería el detonador de la recesión.
Sin embargo es importante anotar que muchos analistas vienen prediciendo este escenario equivocadamente
hace casi tres años y que muchos inversionistas maldicen el momento en que decidieron salirse de las bolsas
estadounidenses por su convicción de que estaban sobrevaloradas. En este contexto tal vez convenga
enfocarse en acciones de sectores que no dependan tanto de lo que ocurra en el resto del mundo (empresas
electricas, cadenas de supermercados, etc.) y sectores que normalmente no se vean afectados por las crisis
(compañías farmaceuticas, empresas de alimentos). En lo que se refiere a renta fija, dadas las bajas tasas de
interes en Estados Unidos, esta alternativa solo tiene sentido para quienes buscan seguridad por encima de
rentabilidad o protección contra una posible devaluación del peso.
En Japón, la segunda economía del planeta, la situación es diametralmente diferente. Despues de una
burbujas especulativa que existio durante la mayor parte de la decada de los 80, la dramatica caída de los
precios de las acciones y de la propiedad raíz han ocasionado una recesián sin precedentes. Tras varios
intentos fallidos de salir de la crisis la demanda sigue deprimida en el Japón. Muchos analistas (incluyendo al
profesor de MIT Paul Krugman y al Nobel de la Universidad de Stanford Milton Friedman) están de acuerdo en
que al gobierno japones solo le queda aplicar una estrategia de expansión monetaria que genere tasas reales
de interes negativas que conlleven a un incremento del consumo y la inversión. En este contexto se generaría
un debilitamiento del yen japones, perjudicando el portafolio de un inversionista extranjero. Sin embargo,
aunque la recuperación japonesa es todavía una incognita, para quienes tienen horizontes de largo plazo
existen varias compañías niponas líderes en su campo a nivel mundial que se transan a descuentos
considerables en relación con sus similares de Europa y Estados Unidos.

LA NUEVA FRONTERA
En los próximos cinco años, Europa seguramente será uno de los principales motores económicos del mundo.
Después de los inevitables inconvenientes que implican un cambio tan dramático como el de adoptar una
moneda única en 11 naciones independientes, los ahorros operativos y mayores niveles de competencia que
generará la unión monetaria permitirán a las empresas líderes del continente crear mucho valor. En este caso
es altamente factible pensar en una ola de fusiones similares a la que se ha observado en Estados Unidos en
los últimos cinco años y que seguramente contribuirá a impulsar las acciones europeas a niveles sin
precedentes. Esta tendencia será reforzada por el hecho de que los inversionistas europeos que
tradicionalmente se concentraron en sus mercados nacionales podrán ahora incluir en sus portafolios papeles
de la zona euro que antes pasaban por alto.
El sector de mayor riesgo en los mercados internacionales en los últimos años han sido los llamados
mercados emergentes. Existe bastante incertidumbre acerca del comportamiento de los títulos
latinoamericanos, especialmente después de la debacle de Brasil hace dos semanas. En contrapeso, los
precios de los bonos y las acciones latinoamericanos, castigados en los últimos tiempos por la crisis asiática,
la devaluación rusa y los problemas del Brasil, se encuentran en niveles muy bajos para estándares históricos,
lo cual hace pensar que ofrecen oportunidades interesantes a largo plazo. Como ocurrió tras la crisis de
México y después de la crisis asiática, una vez los mercados internacionales se tranquilicen los inversionistas
que compren papeles en mercados emergentes verán sus rendimientos crecer muy por encima de los
presentados en los mercados financieros desarrollados.
En el contexto de incertidumbre que engloba los mercados internacionales en el corto plazo una estrategia
adecuada para obtener los beneficios de la diversificación sería una selección minuciosa de acciones y
papeles que experimenten buenos rendimientos en situaciones econímicas adversas. Existen sectores, como
el de las telecomunicaciones y la tecnología, que tradicionalmente se han comportado segín sus perspectivas
de largo plazo y no por los movimientos coyunturales. De manera similar, The Wall Street Journal concluye
que para 1999 existe un atractivo en los sectores farmacéuticos y de computación, alegando que aún existen
acciones que se negocian muy por debajo de sus promedios históricos y en los cuales se espera un
crecimiento de las utilidades independientemente de la eventualidad de una caída general de los índices
accionarios. En este escenario donde nadie sabe quién sube y quién baja, nada mejor que no tener todos los
huevos en la misma canasta.

Corredores virtuales
Exito de la compra y venta de acciones a traves de Intennet en Estados Unidos es asombroso. En menos de
cinco años se ha confonmado un grupo de más de cuatro millones de personas que transan títulos
regulanmente a través de una cuenta electrónica. Schawb.com, el sitio de operaciones bursatiles más
importante de la red, promedia transacciones por cerca de 4.000 millones de dólares cada semana, lo cual,
con base en volumenes actuales, sería el equivalente al total del intercambio de acciones en las bolsas
colombianas de los próximos 10 años.
El auge de este vehículo de inversión está basado en la facilidad de operación, bajos costos, gran
disponibilidad de inversión y posibilidad de realizar transacciones en tiempo real. Mientras una firma de
coredores tradicional cobra en promedio cerca de 100 dólares por cada transacción, en Intenet el costo varía
entre ocho y 30 dólares por operación y no hay montos mínimos por negociación. Adicionalmente, los líderes
en el comercio electrónico de acciones schawb.com, etrade.com y fidelity.com ofrecen como complemento a
las operaciones electrónicas toda clase de información, estudios de diversas industrias y distintos programas
que recomiendan la conformación de portafolios que se ajusbn a las predilecciones del cliente.
Gozar de los beneficios que ofrece el comercio de acciones vía Internet requiere un procedimiento sencillo.
Luego de que el cliente llena un formulario con información financiera y personal en el sitio del corredor virtual,
este aprueba la apertura de una cuenta electrónica. Para realizar operaciones solo se necesita una tarjeta de
credito internacional o una cuenta de ahorros en Estados Unidos, aunque tambien se pueden financiar a traves
de giros interbancarios o envio de cheques. Con este sistema la posibilidad de invertir en cientos de titulos en
el exterior no es más lejana que el computador más cercano.

Asesores de carne y hueso
Internet no es el único vehiculo para realizar inversiones en el exterior incluso con presupuestos limitados.
Desde hace varios años firmas locales ofrecen la distribución de los servicios de fondos extranjeros a través de
distintas modalidades. La distribución de los servicios de la firma Merrill Lynch está a cargo de la empresa
Suvalor. Con una inversión mínima de 20 millones de pesos los clientes nacionales pueden escoger entre
cinco fondos con perfiles de riesgo distintos. La firma Sufibic distribuye los fondos de Fidelity, el mayor
administrador de fondos del mundo, bajo un esquema similar. Corredores Asociados, por su parte, ofrece los
servicios del Grupo Alpha, fundado en 1988 por miembros de la familia Berggruen de Alemania y Santo
Domingo de Colombia. Este fondo, que administra cerca de 1.000 millones de dóbles, requiere úna inversión
mínima de 100.000 dólares.
Para presupuestos más limitados la Fiduciaria Sudameris ofrece dos fondos de inversión en dólares
denominados Pasaporte y Cobertura que a su vez invierten sus recursos en fondos de Merrill Lynch. Mientras
que Pasaporte requiere una inversión mínima de un millón de pesos, con la exigencia de que el dinero se
mantenga en el fondo por al menos 90 dias, el fondo Cobertura tiene un plazo minimo de cinco días y requiere
una inversión de al menos 50 millones de pesos. Igualmente, Skandia ofrece la posibilidad de colocar
recursos en el exterior a traves del fondo voluntario de pensiones.