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| Foto: Javier de la Torre

MUNDO

El desalentador mapa económico mundial

China crece más lentamente, Europa no sale de los problemas económicos y políticos, la recuperación de Estados Unidos no cuaja del todo y América Latina se desacelera.

5 de diciembre de 2015

Para 2016 no se avizora un cambio favorable en la economía mundial. Las proyecciones apuntan a un crecimiento moderado en los países desarrollados y a un débil desempeño en los emergentes, que sentirán con mayor rigor la caída en los precios de las materias primas y el alza en las tasas de interés en Estados Unidos, noticias que seguramente se repetirán en el año entrante.

Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), la economía mundial crecerá 3,6 por ciento en 2016. El dato esconde un crecimiento desigual. Mientras Estados Unidos se expandirá a una tasa del 2,8 por ciento, los países de la zona euro lo harán apenas en un 1,6 por ciento. Entre tanto China, que entró en un ritmo más lento, crecerá 6,3 por ciento y a Japón apenas le alcanzará para 1 por ciento.

En los emergentes de América Latina también hay enormes diferencias. En su conjunto la región crecerá 0,8 por ciento, de acuerdo con el FMI, pero Venezuela y Brasil mostrarán el peor desempeño pues sus economías se desplomarán en 6 y 1 por ciento, respectivamente. La Cepal señala que los países del área que más relaciones comerciales tengan con China registrarán la mayor desaceleración.

El petróleo seguirá llevando la batuta en la economía mundial y no se espera un repunte en su precio para el próximo año, por varias razones: el aumento de la producción de crudo en países Opep y no Opep, el alto nivel de las actuales existencias, la débil demanda influenciada por la desaceleración de China y el mayor dinamismo de Irán en este mercado. Según el Banco Mundial, para 2016 esta nación aumentará en cerca de 700.000 barriles diarios su producción de crudo, con lo cual alcanzará 3,6 millones de barriles.

El mundo se mantiene en vilo mientras espera que la Reserva Federal concrete el aumento en las tasas de interés. Esto se podría dar antes de terminar este año, en la última reunión de la FED. Y mientras el banco central norteamericano se apresta a comenzar a normalizar su política monetaria, en Europa las cosas son a otro precio. La autoridad monetaria en el Viejo Continente, para apoyar la recuperación de la economía, tomó nuevas medidas de estímulo. Recortó tasas y mantuvo el suministro de liquidez. El Banco Central Europeo espera que con estas medidas la economía crezca 1,5 por ciento en 2015; 1,7 por ciento en 2016 y 1,9 por ciento en 2017.

El área de investigaciones económicas de Bancolombia señala que los recientes atentados en París representan un riesgo adicional sobre la confianza de los agentes en la economía, y que en caso de recrudecerse podrían generar consecuencias negativas sobre el crecimiento de la economía.

Por otro lado, el FMI ha llamado la atención sobre dos hechos que amenazan con desenlaces complicados el año entrante. Uno de ellos es la permanencia de Grecia en la zona euro. El otro es la inestabilidad política y los conflictos en algunos países que están causando el desplazamiento de miles de personas, lo que tendrá enormes costos sociales y económicos.

Como se ve, el panorama económico mundial para 2016 sigue con varios nubarrones. Pero las preocupaciones también están en el mediano plazo. Según el FMI muchas economías avanzadas corren el riesgo de sufrir un estancamiento prolongado, particularmente si también disminuye la demanda en las economías de mercados emergentes, incluida China.

Por lo visto, las autoridades económicas y políticas del globo tienen un inmenso reto de cara al año que está a punto de comenzar.