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La firma del TLC por parte del Congreso de Estados Unidos ha sido una obsesión y una de las prioridades del gobierno Uribe en materia económica. | Foto: SEMANA

COMERCIO

EE.UU.: Sólo habrá TLC cuando Colombia mejore estándares laborales y de medioambiente

Ante este anuncio del representante comercial de EE.UU., Ron Kirk, la embajadora de Colombia en Washington, Carolina Barco, minimizó su impacto.

Por Juan Carlos Iragorri, corresponsal de SEMANA en Estados Unidos
9 de julio de 2009

El TLC seguirá en veremos, según lo dejó claro el representante comercial de Estados Unidos (USTR por sus siglas en inglés), Ron Kirk, el hombre que en el gobierno del presidente Barack Obama se encarga de la suerte en el Congreso norteamericano del Tratado de Libre Comercio con Colombia (TLC) y del futuro de acuerdos similares suscritos por Washington con Panamá y Corea del Sur.

“Traeremos esos pactos al Congreso cuando lleguemos al punto en el que cumplan los criterios que el presidente me ha impuesto en lo que se refiere al empleo y a la protección del medioambiente de modo que reflejen nuestro valores y nos permitan llegar al objetivo que es que Estados Unidos vuelva a trabajar y pueda darle la vuelta a esta economía”, dijo Kirk, que no dio fechas, ni términos, ni plazos.

El alto funcionario se manifestó luego de una reunión que sostuvo con varios congresistas que muestran sus reservas frente a la aprobación legislativa de los tratados de libre comercio con Colombia, Panamá y Corea del Norte. La bancada del partido demócrata, mayoritaria en el Senado y la Cámara, cree que esos países deben esforzarse más en la protección de los derechos de los trabajadores y del medioambiente.

Las palabras de Kirk van en la misma línea de las que pronunció Obama el pasado 29 de junio en la Casa Blanca al término de su reunión con el presidente de Colombia, Álvaro Uribe. Ese día Obama reconoció los avances del gobierno de Uribe en lo que se relaciona con la protección a los sindicalistas y con la lucha contra la impunidad en los crímenes que afectan a los miembros de las centrales obreras. 

Obama advirtió también en dicha ocasión que en el Congreso norteamericano hay preocupaciones por lo peligroso que es ejercer la actividad sindical en Colombia. Obama también señaló que espera la colaboración del gobierno colombiano para evitar tropiezos en la aprobación legislativa del TLC, aunque subrayó enseguida que ni el Senado ni la Cámara norteamericanos “tienen un cronograma claro”.
 
Para la embajadora de Colombia en Estados Unidos, Carolina Barco, no hay nada nuevo en las declaraciones de Kirk. “Está diciendo lo mismo que nos ha dicho el gobierno estadounidense: que debemos seguir trabajando de forma conjunta para aclarar los asuntos pendientes. Para eso vienen la próxima semana a Washington los viceministros de Comercio Exterior y de Trabajo”, le indicó  a Semana.com desde Boise (Idaho), a  llegara invitado a un foro de empresarios privados.

El TLC fue firmado en noviembre de 2006 en la sede del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Washington. Meses más tarde el entonces presidente George W. Bush lo envió al Congreso para que le dieran el visto bueno. Pero cometió un error: no consultar previamente con la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, que lo engavetó desde entonces. Y así, hasta hoy.