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Las tres bolsas que integrarán el nuevo mercado se han destacado este año por sus altas valorizaciones. En la foto, la Bolsa de Santiago fue visitada por los comisionistas colombianos.

BOLSAS

El bloque pacífico

Comenzó la cuenta regresiva para la creación del gran mercado bursátil de América Latina que integrarán Colombia, Chile y Perú. Este bloque podría convertirse en el nuevo polo de atracción de las inversiones extranjeras hacia el área.

9 de octubre de 2010

Las bolsas de valores de Colombia, Chile y Perú están a punto de dar un paso trascendental que le cambiará la historia al mercado de capitales de América Latina. A finales de noviembre, las tres plazas bursátiles comenzarán la primera fase de una integración operativa que ha despertado gran expectativa y entusiasmo en la región.

La ocasión para hacer realidad este proyecto no podría ser más oportuna. Se da justo cuando los tres mercados pasan por su mejor momento y son 'envidia' de muchos en el planeta. La bolsa de Lima acumula este año la mayor rentabilidad, con una valorización del 33,70 por ciento; le sigue la chilena, con 32,86 por ciento, y la colombiana, con 30,74 por ciento. Además, son tres de las economías más dinámicas de Latinoamérica y con mayores perspectivas de crecimiento hacia futuro.

Por donde se le mire, esta integración tendrá una gran trascendencia económica. Para comenzar, este nuevo bloque bursátil adquiere un tamaño que ya le permite hablar en palabras mayores en los mercados de capitales. Las cifras lo dicen todo: a partir de la integración se generará el mercado más grande de emisores de América Latina, pues esta unión tendrá 564 empresas listadas, por encima de Brasil (que tiene 386 compañías) y México (con 406). Adicionalmente, será el mercado número dos, después de Brasil, por capitalización bursátil (valor de las compañías inscritas en las tres bolsas), que asciende a 557.000 millones de dólares, superando al mexicano. Y será el tercer mercado por volumen negociado, después de Brasil y México, con transacciones por 250 millones de dólares al día.

Hay otras dos maneras de ver la trascendencia de esta integración: cómo impactará a los inversionistas y a las empresas. Para los primeros, ya sean grandes o pequeños, se abre un importante abanico de oportunidades. No es un secreto, en el caso de Colombia, que las opciones de inversión que ofrece el mercado, especialmente en acciones, son muy pocas. En la bolsa colombiana solo hay listadas 87 compañías, pero las que están dispuestas a hacer emisiones de acciones se cuentan con los dedos de las manos. Paradójicamente, hay un creciente apetito de los colombianos por participar del mercado de capitales, y eso se ha reflejado en las últimas democratizaciones accionarias de Ecopetrol, Grupo Aval y Davivienda, en las que más de 500.000 personas se han convertido en accionistas.

Lamentablemente las empresas colombianas siguen siendo muy tímidas para abrirse al mercado. Clemente del Valle, asesor del Banco Mundial, dice que "no hay una cultura pública. Hay empresas familiares y otras muy cerradas. Es difícil hacer el tránsito hacia el mercado público".

El mercado tan pequeño también ha sido una limitante para los grandes inversionistas, como los fondos de pensiones, que en Colombia administran los ahorros de más de nueve millones de trabajadores. Los fondos se han tenido que concentrar en los títulos de deuda pública por la falta de mayores oportunidades del mercado.

Pues bien, ahora, como dice Juan Pablo Córdoba, presidente de la Bolsa de Valores de Colombia (BVC), con la integración se les abrirá a los inversionistas locales una gran ventana de oportunidades, al contar con un menú más variado con empresas de Chile (236 están listadas en la Bolsa de Comercio de Santiago) y Perú (241 en la de Lima).

Una vez arranque la integración, que está prevista para el 22 de noviembre, una persona podrá pedirle a su corredor de bolsa local en cualquiera de los tres países que le compre acciones de los otros mercados. Es decir, un chileno podrá comprar títulos de Ecopetrol o un colombiano acciones de Falabella.

Aunque en estricto sentido hoy es posible hacerlo, el mecanismo es costoso y complejo. Para hacer una compra en el extranjero el inversionista tiene que actuar a través de un intermediario internacional y se requiere un registro cambiario. Por ello, para llegar a esta integración y poder realizar estas operaciones de manera más sencilla, hubo que dar pasos significativos en materia regulatoria. Precisamente, en los próximos días Colombia expedirá las últimas normas sobre inversión extranjera para echar a andar el nuevo mercado.

Por el lado de las empresas, los beneficios de la integración pueden ser enormes. Con un mercado ampliado, las compañías tendrán más posibilidades de acceder a recursos de capital para financiarse. "Si una empresa quiere hacer una emisión de acciones como la que acaba de realizar Davivienda, podrá distribuir la colocación entre los tres países y conseguir un mayor volumen de recursos", señala Córdoba.

La integración de las tres bolsas también tendrá implicaciones para los comisionistas e intermediarios del mercado. Rodrigo Jaramillo, presidente del Grupo InterBolsa, afirma que habrá oportunidades para todos. "Ahora el reto nos corresponde a nosotros, las firmas de bolsa de los tres países, de poner a disposición de nuestros clientes un menú mucho más variado para invertir".

Para Emilio Echavarría, presidente de Valores Bancolombia, los tres países comenzarán a transitar en una autopista de gran tamaño en la que se les podrá sacar mayor provecho a la globalización y a menores costos.

En el mismo sentido, Emilio Archila, presidente de Asobolsa (gremio que agrupa a las firmas comisionistas de Colombia), cree que en una segunda fase del cronograma se llegará a una integración de la intermediación, en la que las comisionistas desempeñarán un rol definitivo.

Fernando Romero Rapia, presidente del Grupo NCF de la Bolsa de Lima, afirma que lo más interesante es que las tres bolsas se complementan. El mercado peruano se destaca por las empresas mineras; el chileno, por las compañías de servicios, comercio al por menor y las forestales; y el de Colombia, por las de energía y petróleo. En las tres bolsas las empresas financieras tienen protagonismo.

Como se ve, todos están optimistas sobre el futuro de esta alianza. Hasta dónde llegará está por verse. Por ahora, las tres bolsas seguirán con su propia plataforma tecnológica, pero por encima habrá una red de comunicación entre ellas para hacer visible la información. La alianza no supone integrar las empresas que manejan las bolsas, pero hacia futuro nadie lo descarta. Así ocurrió en los 90, cuando Copenhague, Estocolmo y Helsinki integraron operativamente sus bolsas y terminaron en una fusión de las empresas. A partir de allí se multiplicaron las operaciones y las ganancias.

La experiencia no es ajena al mercado colombiano, que experimentó en cabeza propia aquello de que la unión hace la fuerza. En la década de los 90, las bolsas de valores de Bogotá, Medellín y Occidente debatieron la posibilidad de integrarse en un solo mercado nacional. La unificación, que finalmente ocurrió en el año 2001, enfrentó grandes dificultades pues muchos querían mantener el viejo esquema de pequeños feudos bursátiles regionales. Hoy nadie duda de lo conveniente que ha sido la fusión que dio origen a la Bolsa de Valores de Colombia.

La transformación en la bolsa es evidente. Cuando comenzó la operación del mercado unificado en Colombia se negociaban al día 2.000 millones de pesos en acciones, y hoy las transacciones pueden alcanzar los 200.000 millones de pesos; el valor de las compañías listadas (o capitalización bursátil) ascendía a 27 billones de pesos, y hoy supera los 350 billones.

No solo se dinamizó el mercado accionario, también las emisiones de deuda corporativa (renta fija). El año pasado los bonos corporativos ascendieron a 13,4 billones de pesos, y los pronósticos indican que en 2010 llegarán a los 11 billones de pesos. Las empresas ya están pensando en el largo plazo. En el año 2000 planeaban a un año, y hoy lo hacen a 10, 15 e incluso ha habido emisiones de bonos a 40 años, como la realizada por Suramericana.

En general, la experiencia muestra que la integración deja buenos resultados. Muchos analistas dicen que este bloque bursátil será el nuevo polo de atracción de la inversión extranjera hacia América Latina. Otros ya están pensando que, una vez se cristalice esta integración, hacer alianzas con otros países como México será más sencillo, y eso se convertirá en un gana-gana para una región que definitivamente está de moda en el mundo.