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Al puerto de Cartagena llegaron tres enormes grúas pórtico para barcos Super Post Panamax de hasta 12.000 contenedores. | Foto: Héctor Rico

INFRAESTRUCTURA

El comercio llega a buen puerto

La millonaria inversión para mejorar los puertos es una realidad pero aún no hay vías para llegar a ellos.

1 de junio de 2013

En los últimos días, dos nuevos terminales portuarios entraron en operación en Colombia. Se trata de Puerto Nuevo, en Ciénaga (Magdalena) de la firma Prodeco (de la multinacional Glencore) y del Puerto de Tolú, en el golfo de Morrosquillo, de la empresa Compas (filial del Grupo Argos) y la firma y Southern Port Holding.

Pero estos dos proyectos son solo una muestra del marcado interés del sector privado –local y extranjero– en la actividad portuaria colombiana. En este momento se adelantan inversiones que superan los 1.000 millones de dólares para ampliar y modernizar la red de puertos que tiene el país y se avecinan más inversiones pues, según el gobierno, de ahora hasta 2030 se debe duplicar la capacidad instalada. 

Las razones de esta dinámica son varias. El aumento en el comercio internacional, la firma de tratados de libre comercio, la producción de petróleo y carbón y la ampliación del Canal de Panamá.
Contar con terminales modernos que permitan atender el crecimiento del comercio exterior debe ser prioridad para el país. En la última década este se ha duplicado y supera los 110.000 millones de dólares. La producción de petróleo va en aumento con un promedio de un millón de barriles diarios y la de carbón llega a 90 millones de toneladas. La carga también se dobló en los últimos diez años, alcanzando los 174 millones de toneladas. 

En los planes de expansión, los operadores de los puertos se enfrentan a grandes retos. Por ejemplo, en el tema de las exportaciones de carbón el gobierno ha dicho que será muy riguroso para hacer cumplir las normas que permitan evitar problemas como los ocasionados recientemente por el transporte de carbón en barcazas. 

En 2007 el gobierno ordenó que todos los puertos marítimos de carbón de Colombia implementaran el sistema de cargue directo antes del primero de enero de 2014. A partir de allí, no se podrá cargar el carbón mediante barcazas y grúas flotantes, y se deberá emplear un sistema directo desde el patio de acopio hasta la bodega del buque, mediante bandas transportadoras encapsuladas, evitando la posibilidad de emisiones fugitivas.

El sector también enfrenta otros retos, como la revisión de las concesiones, algunas de las cuales, según expertos, fueron negociadas en condiciones desfavorables para la Nación. Y sin duda, un tema crítico es la falta de una infraestructura vial adecuada que permita conectar en menor tiempo y a menores costos los centros de producción con las zonas portuarias. De nada sirve tener unas terminales modernas, con estándares internacionales, si no hay carreteras que permitan llegar a ellas. 

Tolú: nace un puerto en el Caribe

Cuenta con una banda transportadora totalmente cubierta para el cargue directo de carbón coque.

Hace dos semanas comenzó a operar comercialmente como puerto público el terminal de Tolú en el golfo de Morrosquillo. Se trata de un puerto clave para la competitividad de Medellín, Montería y Sincelejo, al reducir sustancialmente los costos por tonelada importada o exportada en comparación con otros terminales del Caribe.

La importancia radica también en la cercanía con el Canal de Panamá, que jugará un papel clave ante el reto de los tratados de libre comercio que Colombia tiene en proceso. La inversión en el corto plazo para ampliar el alcance de esta terminal es de 20 millones de dólares. 

Según Alberto Jiménez, presidente de Compas, empresa portuaria del Grupo Argos, el terminal de Tolú se consolida también como el puerto por excelencia de las crecientes exportaciones ganaderas y agrícolas de Córdoba y Sucre, y del potencial exportador de carbón de Cundinamarca, Boyacá y Santander. 

El nuevo puerto cuenta con una banda transportadora totalmente cubierta para cargue directo de carbón coque a los buques, cumpliendo con estándares ambientales. La instalación portuaria cuenta con un área concesionada de 5,3 hectáreas en zona de uso público, con un área adyacente de 17,8 hectáreas, dos posiciones de atraque, capacidad de almacenamiento en silos de 15.000 toneladas métricas (Tm) para granos limpios, bodegas de 8.000 Tm, patio de carbón de 70.000 Tm, otros patios para graneles de 60.000 Tm, adicionalmente cuenta con las certificaciones BASC y PBIP. 

El calado actual del puerto es de 9,5 metros, pero en el mediano plazo pretende ir de la mano de la ampliación del Canal de Panamá a finales de 2014. En este puerto son socios el Grupo Argos y Southern Port Holding (en donde participan la familia Echavarría Obregón y la empresa Air Ship de España).

Barranquilla: terminal multipropósito

La navegabilidad del Magdalena es clave para aprovechar este puerto.

Una de las zonas portuarias con mayores perspectivas de crecimiento es la de Barranquilla, que se quiere posicionar como la capital del TLC con Estados Unidos. Entre los principales terminales portuarios de la zona se encuentran la Sociedad Portuaria de Barranquilla, la Sociedad Portuaria del Norte, el Puerto Industrial de Malambo (Pimsa) y Vopak Colombia, que movilizaron el año pasado 8 millones de toneladas.

La Sociedad Portuaria de Barranquilla es uno de los terminales multipropósito más grandes del país, por el que pasa toda clase de mercancías entre graneles, carbón, café y carga en general. Lleva a cabo desde 2007 un plan de modernización por 179 millones de dólares, de los cuales ya se ha invertido la mitad en adquirir dos nuevas grúas, comprar camiones y construir un nueve muelle de 200 metros de largo para apoyar las operaciones del terminal y duplicar la capacidad anual de 160.000 a 350.000 contenedores. A finales de 2012 se concretó la llegada de inversionistas chilenos (el fondo Southner Cross Group) que se quedaron con el control de la Sociedad Portuaria y anunciaron inversiones adicionales por 100 millones de dólares. 

Antonio Felfle, director ejecutivo de la Asociación de Puertos del Atlántico, sostiene que para lograr un mayor crecimiento de estos terminales y responder a los retos del comercio es indispensable facilitar la navegabilidad por el río Magdalena y una mejor conectividad, lo que llevaría a un ahorro en fletes de hasta el 45 por ciento. 

Cartagena: el superpuerto

Se puso a prueba con el primer año del TLC con Estados Unidos. Tiene el reto de profundizar un canal de acceso marítimo alterno a la zona portuaria.

La Sociedad Portuaria de Cartagena tiene como meta triplicar en cinco años el número de contenedores y llegar a 5 millones de aquí a 2017, con lo cual aspira a ingresar en la lista de los 30 terminales marítimos más importantes del mundo. En los últimos años ha invertido 500 millones de dólares para ampliar su capacidad y atender barcos de mayor tamaño. 

Actualmente recibe a 17 de las 20 navieras más importantes del mundo y se ha convertido en un punto de destino en el Caribe de las principales líneas de crucero. El capitán Alfonso Salas, su gerente general, asegura que luego de un año de puesto en marcha el TLC con Estados Unidos, la terminal está respondiendo con éxito gracias a los equipos de última tecnología y a los planes de expansión. 

Entre las obras que faltan por realizar está profundizar un canal de acceso marítimo alterno a la zona portuaria.

Cabe destacar que la capital de Bolívar se ha posicionado como la zona portuaria más importante del país y de América Latina con 17 terminales dedicados al comercio internacional. El más importante es la Sociedad Portuaria de Cartagena, cuarto en movilización de carga de la región, después de Balboa y Colón (Panamá) y Santos (Brasil). Además, es uno de los puertos con la mejor tecnología del país, pues tiene 12 grúas pórtico, 55 grúas RTG y cerca de 160 camiones que le permitieron el año pasado movilizar a través de sus terminales de Manga y Contecar 2 millones de contenedores, una cifra récord que representó un incremento del 20 por ciento frente a 2011.

Buenaventura: salida del bloque Pacífico

Se comenzó a dragar el canal de acceso a la bahía, que por ahora está en 13,5 metros de profundidad. 

Cerca del 50 por ciento del comercio exterior del país, sin incluir carbón e hidrocarburos, se moviliza por los cuatro principales terminales del Pacífico entre los que se encuentra la Sociedad Portuaria de Buenaventura, que alista nuevas inversiones.

Con el fin de permitir el ingreso de barcos de mayor tamaño, la Sociedad emprendió el dragado del canal de acceso a la bahía que alcanzó 13,5 metros de profundidad. El próximo paso es dejarlo en 16 metros para permitir la llegada de barcos de mayor tamaño debido a la ampliación del canal de Panamá. Están reforzando los muelles que tendrán 15 metros de profundidad y dragando los puertos de atraque. Las inversiones en estas obras llegan a 30 millones de dólares, pero se avecinan trabajos adicionales por 70 millones. Este año llegaron dos grúas pórtico para atender barcos Super Post Panamax. 

El proceso para expandir este terminal enfrenta obstáculos. El más grave es la mala infraestructura vial. Un camión tarda más de 20 horas en llegar desde el centro del país, pues todavía no se ha terminado la doble calzada Bogotá-Buenaventura, una obra que afronta serias dificultades en un tramo de 48 kilómetros. La falta de vías triplica el costo de los fletes y es un gran cuello de botella para el puerto, que también padece problemas sociales relacionados con la alta tasa de pobreza y los elevados índices de violencia. 

Santa Marta: el reto carbonero

El terminal pasará de almacenar anualmente 300.000 contenedores, a 420.000.

La Sociedad Portuaria de Santa Marta registró el año pasado un crecimiento del 13 por ciento en la carga movilizada, entre la que se destaca la entrada de más de 40.000 vehículos importados. Por sus bajas condiciones de salinidad y humedad, este es uno de los puertos preferidos por las ensambladoras e importadoras de automóviles.

La Sociedad Portuaria trabaja en el proceso de certificación Eco Ports, un reconocimiento internacional otorgado a los terminales que desarrollan políticas amigables con el medio ambiente. El puerto, el de mayor profundidad del país, maneja un sistema de cargue directo de carbón. Con este proceso logra una mayor eficiencia en la operación y la protección del medio ambiente. El terminal sigue adelante con el plan de expansión que le permitirá almacenar hasta 420.000 contenedores al año (hoy tiene capacidad para 300.000). Según el gerente de la Sociedad Portuaria, Mauricio Suárez, las inversiones en modernización y ampliación ascenderán a 127 millones de dólares.

Puerto Nuevo: el adelantado

La semana pasada se inauguró el nuevo puerto marítimo de carbón del grupo Prodeco, Puerto Nuevo, en Ciénaga (Magdalena) que cumple los requisitos legales en materia de cargue del mineral. Prodeco invirtió 3 millones de dólares en construir barreras de 17 metros de altura para aislar la zona de almacenamiento y controlar las emisiones atmosféricas, una novedad en los puertos de este tipo en el país. Así mismo, de las 350 hectáreas que ocupa el puerto, 160 son para conservar la vegetación nativa.

Puerto Nuevo es la segunda estación marítima de servicio público en Colombia. Tiene una estación de descargue de trenes con capacidad de 8.000 toneladas por hora, una línea de almacenamiento de carbón con capacidad de 1.100.000 toneladas, y si bien al comienzo de las operaciones tendrá capacidad para exportar 21 millones de toneladas anuales, la infraestructura está diseñada para que en el futuro se puedan exportar anualmente hasta 60 millones de toneladas. 

Mateo Restrepo, asesor en temas de gobierno de Prodeco, afirmó que con este puerto se acortó el tiempo de cargue del carbón. La inversión total fue cercana a los 550 millones de dólares y es comparable con los puertos marítimos de carbón de Australia e Indonesia, líderes en el transporte marítimo de carbón.