El cuarto de hora

Estados Unidos es el principal socio de la inversión extranjera directa (excluido el petróleo) que llega a Colombia. Pero otros países han ganado participación. Mientras a principios de los 90 eran aproximadamente 28 los países inversionistas en Colombia, hoy la oferta se ha diversificado y supera los 50.

Entre los casos más recientes de inversión directa en Colombia hay que destacar a Canadá. Esta inversión tradicionalmente se había destinado a los sectores químico, metalmecánico, minero, agrícola y maderero, pero en los últimos años se ha diversificado. En Colombia han invertido las grandes empresas canadienses TransCanada Pipelines e Interprovincial Pipelines en la construcción de oleoductos (Ocensa-Oleoducto centrooriente), con una inversión cercana a 1.000 millones de dólares; Bell Canada en el desarrollo de telefonía celular y la empresa petrolera Pacific Rubiales Energy dedicada a la exploración y explotación de petróleo y que adquirió el año pasado la empresa colombiana Kappa Energy Holding. También desempeñan un papel importante Northern Telecom, en el diseño y la instalación de torres para el sistema celular y la cooperación técnica con Telecom, y Agra International, en los sectores de energía hidroeléctrica y medioambiental.

La inversión acumulada asciende a 3.000 millones de dólares.

Gran Tierra Energy, compañía con casa matriz en Canadá, dedicada a la exploración y la producción de petróleo y gas, confirmó que de los 198 millones de dólares que invertirá en América Latina, 180 irán a parar en Colombia, más exactamente en el campo de Costayaco en Putumayo.

El año pasado, el holding canadiense BFD Group of Companies anunció la apertura de tiendas por departamentos en Colombia, comenzando en Manizales. Este sería el primer paso para posesionarse en Colombia y en América Latina, bajo el nombre de L'or Center. De acuerdo con el proyecto, la inversión rondará el millón de dólares.

La inversión directa de los Países Bajos también ha aumentado. A comienzos de este año, el Grupo holandés SHV, comercializador al por mayor de bienes de consumo para el hogar, prepara tres nuevos puntos en Colombia de los almacenes Makro. Busca especializarse más en atender tiendas, hoteles, restaurantes y casinos. También entró al mercado colombiano con un Fondo de Pensiones, la compañía holandesa ING. Esta es una de las organizaciones de servicios financieros integrados más grande del mundo, que adquirió la operación del sector previsional (fondos de pensiones) que tenía el Grupo Santander en América Latina.

Por otro lado, la presencia de los empresarios japoneses en Colombia, si bien no es muy numerosa, hay que decir que ha comenzado a mostrar mayor dimensión. Los principales empresarios nipones han visitado Colombia dos veces en el último año, para explorar este mercado. La multinacional japonesa Yamaha, líder en ensamblaje y comercialización de motocicletas, actualmente construye una planta en el país. Entre las compañías japonesas que han invertido también se encuentra Hino Motors, filial de Toyota.

Las coreanas se abren paso en varios sectores. La compañía petrolera de Corea del Sur, Korea Nacional Oil Corporation, firmará un contrato de exploración para buscar hidrocarburos en el departamento de Meta en Colombia. El grupo automovilístico surcoreano Hyundai está presente en Colombia, a través de la sociedad del empresario Carlos J. Mattos, y el fabricante KIA distribuye en el país a través de concesionarios. Y no podría faltar Samsung Electronics, que inició operaciones directas en Colombia en 1998. Su presencia y su crecimiento en el país han sido sobresalientes. En estos 10 años registró un crecimiento en ventas del 3.000 por ciento.

Hay otros proyectos de inversión anunciados el año pasado. El grupo portugués Pestana, dedicado al sector hotelero, quiere hacer nuevas inversiones en países de América Latina, y entre estos están Colombia y Chile. La compañía Fiat, fabricante italiana de automóviles, anunció el inicio de sus operaciones directas en el país. Fiat hará presencia a través de una empresa de accionistas italianos.

Desde la región

De Venezuela llegó el año pasado la cadena de tiendas Farmatodo. La firma, especializada en la comercialización de medicamentos, productos de belleza y aseo personal, abrió operaciones en Colombia con 14 puntos. Farmatodo adquirió Farmacity con una inversión estimada de 100 millones de dólares.

Las empresas peruanas instaladas en Colombia han invertido 300 millones de dólares en los últimos años. La última gran inversión de una empresa peruana fue la que hizo Ajegroup para poner una planta procesadora y embotelladora de gaseosas en Bogotá, a fin de comercializar la marca Big Kola. También han invertido Ebel, para el mercado de cosméticos, y el Grupo Gloria, que adquirió parte de las acciones de Algarra, la empresa del sector de lácteos colombiana. Se destacan las inversiones de restaurantes peruanos en Colombia como Astrid & Gastón y Rafaela, en Bogotá; así como otros que hay en esa y otras ciudades. Se estima que hay aproximadamente 24 restaurantes de origen peruano en Colombia.

Las empresas panameñas también han sido atraídas por el mercado colombiano. La minera Bellhaven Copper & Gold adquirió tres licencias para explotar oro y plata en un área de 6.440 hectáreas en el territorio colombiano. La cadena de restaurantes Pío Pío incursionará en Colombia. El Grupo Shahani, uno de los mayores conglomerados económicos de Panamá, viene al país para ofrecer posibilidades a inversionistas locales en el sector inmobiliario panameño

Definitivamente, Colombia pasa por su cuarto de hora en materia de inversión. En los últimos seis años, la inversión extranjera directa ha crecido 323 por ciento. Actualmente se estima que cerca de 700 compañías multinacionales operan en Colombia, de las cuales 52 se establecieron entre 2007 y 2008.