Home

Economía

Artículo

EL DERECHO DE ESCOGER

Decisión de Francia beneficia a Colombia para compras de carbón

16 de diciembre de 1985

Colombia se verá beneficiada con la medida sobre compras de carbón tomada por el gobierno francés el miércoles 13 de noviembre. En efecto, el Primer. Ministro, Laurent Fabius, en discurso ante la Asamblea Nacional, reveló que había pedido a las empresas EDF y CDT-Energie, no renovar sus contratos de aprovisionamiento carbonífero con Sudafrica. El Primer Ministro invocó la ejecución el 18 de octubre pasado del poeta negro rebelde, Bennamin Moloise, contra el clamor internacional y las recientes medidas implantadas por Pretoria contra los medios de comunicación, como la causal para este endurecimiento de las sanciones económicas francesas.
"Yo sé que algunas personas dirán que Sudáfrica no es el único país que viola los derechos humanos. Eso es naturalmente cierto. Sin embargo, Sudáfrica es el país que proclama el "apartheid". Y si las sanciones económicas no son enteramente eficacee, nada será peor que la indiferencia. El "apartheid" está teñido en sangre.
"Francia es el país de los derechos del hombre. Hay que saber escoger" declaró Fabius. La vispera, el diputado socialista, Georges Sarre, había formulado al gobierno un ruego en ese sentido.
A comienzos de este año, la Asociación Técnica de Importaciones Carboniferas (ATIC), que monopoliza las importaciones francesas de ese recurso natural, había declarado estar dispuesta a negociar con Colombia suministros de carbón, en vista de la "fragilidad política" de los contratos con Sudáfrica, el mayor vendedor de carbón a Francia. Ahora ha llegado aparentemente el momento de precisar esa negociación. De hecho, este punto ha sido uno de los tratados durante la visita del presidente Francois Mitterrand a Colombia.
Según cifras de Carbocol, el país durante 1985 exportará 2.5 millones de toneladas de carbón por un valor de 100 millones de dólares, y las exportaciones programadas para el año entrante serán del 5.2 millones de toneladas. Se planea continuar ascendiendo hasta alcanzar las 15 millones de toneladas a partir de 1989. Francia venía importando de Sudáfrica un poco menos de 5 millones de toneladas por año, lo que equivale al 17% de las importaciones totales de Francia. Estas cifras iban a experimentar de todas maneras una leve reducción, dado el aumento de la participación de las centrales nucleares francesas en el suministro de energia eléctrica del país, en reemplazo de las centrales tradicionales, alimentadas con petroleo o carbón. Tres millones y media de toneladas era la cifra prevista entonces para 1986.
La ventaja del carbón sudafricano no era su calidad--que no es sobresaliente--sino su precio. Vendido esencialmente en rands, el carbón sudafricano en los últimos años venía perdiendo valor a medida que caia la divisa sudafricana (el rand que equivalia a un dólar a comienzos de 1983, hoy no vale más de 40 centavos de dólar). Esto le significó a Sudáfrica una baja del 40% en sus ingresos por lo que Pretoria en estos momentos estaba exigiendo una revaluación de los precios, con ocasión de la renovación de contratos. Aun si lo hubiera logrado, el carbón de ese país seguiría siendo más barato que los otros en un 20%.
Para Francia la decisión politica del Primer Ministro significará, pues, un sobrecosto de 100 millones de francos, los cuales gradualmente deberán absorber los compradores, ya que los únicos contratos que serán afectados por ahora son los que expiraban al final de este año. El primer utilizador de carbón sudafricano es Electricidad de Francia (EDF), que consume 4 millones de toneladas anuales. El otro ente consumidor es la siderúrgica que en 1984 empleó 500 mil toneladas. Luego viene Carboneras de Francia-Energia (CDF-Energie) con 300 mil toneladas. Estos guarismos, como se dió antes, se reducirán un poco el año que viene.
Desde ya, los analistas económicos de Paris estan disipando sin embargo los otros temores que la decisión tomada en defensa de los derechos humanos puede suscitar localmente. Según el diario Le Monde, Francia no tendrá problema alguno en el aprovisionamiento de carbón, pues el mercado internacional es "ampliamente excedentario" y París no tendrá dificultad alguna en encontrar exportadores.
Por otra parte, las reservas calculadas en el mundo garantizan el consumo de carbón durante 240 años al ritmo actual y las explotaciones actuales no cesan de aumentar. El mercado del carbón es, además, muy estable. La crisis polaca y la huelga de los mineros británicos, accidentes en la producción de este energético, no causó mayores desequilibrios. Estas particularidades han beneficiado a los paises consumidores y afectado a los productores: los contratos de suministro de carbón a largo plazo (10 ó 15 años) han desaparecido, dando lugar a convenios más cortos y más flexibles y a un aumento de las ventas spot (en cantidades reducidas) hasta el punto de que esta última modalidad representa entre el 10 y el 20% de los intercambios.
Colombia, claro está, no será el único país que se beneficiará con la decisión francesa. También se menciona a Australia como el otro país que reemplazara a Sudáfrica en este asunto. Otros grandes productores de carbón son Estados Unidos, Polonia, Alemania Federal y Canadá. Lo interesante es que hasta la fecha--bastante prematura, por cierto--ninguno de ellos figura como proponente o potencial beneficiario del "cupo" que dejará Sudáfrica. Según Le Monde, los nuevos abastecimientos deberán provenir de Australia y Colombia "en virtud de un contrato negociado después de un año, a precios competitivos y que está a punto de ser definitivamente firmado". De todas formas, los otros productores están al acecho. Un portavoz del Palacio Matignon, sede del Primer Ministro, declaró a Liberation que "la RFA, EUA y Polonia están dispuestos a aumentar sus entregas". ¿Afectará esta presión a Colombia? No mucho, al menos por ahora. La citada fuente tuvo a bien precisar que "nosotros hemos ya suscrito (un contrato) por un millón de toneladas de Colombia para 1986". --