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El presidente de Rusia Vladimir Putin, el primer ministro de India Narendra Modi, la presidenta de Brasil Dilma Rousseff, el presidente de China Xi Jinping, y el presidente de Sudáfrica Jacob Zuma, en los momentos de gloria de los BRICS. | Foto: AFP

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El ‘desinfle’ de las potencias emergentes

El menor crecimiento de China, la crisis en Brasil y la contracción en Rusia reflejan el mal momento de los BRIC. ¿Por qué perdieron su brillo?

11 de abril de 2015

El exdirectivo de Goldman Sachs Jim O’Neill, quien se hizo famoso por acuñar en 2001 el término BRIC para referirse a las potencias emergentes Brasil, Rusia, India y China, dijo en enero de este año que se sentía tentado a llamar al grupo solo IC. Según el economista británico, Brasil y Rusia podrían dejar de pertenecer a este ‘club’ a finales de esta década si no logran reactivar sus decaídas economías.

La opinión de O’Neill está en línea con la de otros analistas internacionales que piensan que los países BRIC ya no son lo que eran antes, pues han venido perdiendo impulso y brillo. La caída en los precios del petróleo; las tensiones entre Rusia y Ucrania y las sanciones económicas contra el gobierno de Vladimir Putin; los líos de corrupción y las protestas sociales de Brasil y el menor ritmo de crecimiento de China reflejan fielmente que los BRIC se han desinflado. Atrás quedaron las sorprendentes tasas de crecimiento de este grupo. Entre los años 2005 y 2010, las economías de los BRIC llegaron a expandirse un 7 %, e incluso, en algunos casos, se superó el 10 %.

Los miembros del bloque no pasan por su mejor momento. Según el Banco Mundial (BM), este año la contracción económica de Rusia va a ser peor de lo que se pensaba. Hace una semana, el organismo multilateral bajó a -3,8 % su pronóstico de crecimiento. La inflación ha aumentado más de lo previsto y el rublo se ha depreciado frente al dólar en un 17 % en lo que va de 2015. Durante 2014, la devaluación de la moneda rusa había superado el 40 %.

Las perspectivas de Brasil tampoco son alentadoras. El clima económico está afectado por la crisis política que vive el gobierno de Dilma Rousseff. El Banco Mundial estima que la economía del gigante suramericano crecerá este año apenas un 1 % y el Fondo Monetario Internacional (FMI) es menos optimista y plantea una expansión del 0,3 %. Otros analistas ven un panorama más oscuro. Creen que este año Brasil podría caer en una contracción, es decir decrecerá. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) dijo en un reciente informe que esta economía se contraerá 0,5 %.

Estas cifras hacen ver lejana la época de mayor prosperidad brasileña. Durante el gobierno Luiz Inácio Lula da Silva la economía creció a un ritmo del 4 % anual (el PIB llegó a expandirse un 7,5 % en 2010), gracias al aumento de las exportaciones de materias primas y un alza en el ingreso de las familias. Esto hizo que las tasas de desempleo y pobreza se redujeran sustancialmente.

Cuando O’Neill afirmó que los BRIC podrían terminar en solo IC se refería a que India y China son realmente las potencias emergentes que tienen capacidad para seguir mostrando influencia en el mundo económico.

Sin embargo, incluso China viene presentando una desaceleración gradual. Para este año, la meta de crecimiento del gobierno de Beijing es de 7 %, más baja de lo presupuestado, lo que desengañó a muchos.

Resulta irónico pensar que crecer al 7 % pueda ser decepcionante, pues muchos países quisieran avanzar a ese ritmo. Pero la realidad es que el mundo espera mucho más de China. Desde 2003, el país asiático creció a tasas por encima del 10 % anual e incluso en 2007 el PIB llegó a expandirse por encima del 14 %.

El último informe del Banco Mundial señala que China pasará de 7,4 % en 2014 a 7,1 % este año. Según las proyecciones del organismo, esta economía asiática seguirá creciendo a menor ritmo hasta 6,9 % en 2017. Por su parte, el FMI proyecta un aumento del PIB chino de 6,8 % en 2015 y 6,3 % para 2016.

Ahora bien, mientras Rusia y Brasil se desploman y China merma el ritmo, India es el único del grupo de los BRIC que muestra mejores perspectivas, pues ha mantenido un crecimiento constante. De acuerdo con las previsiones del FMI, la economía india podría crecer por encima del 5 % anual en los próximos dos años. El pronóstico del Banco Mundial es más positivo, pues espera que avance 6,4 % este año y 7 % el próximo.

Cabe recordar que cuando O’Neill acuñó el término BRIC solo se refirió a Brasil, Rusia, India y China. Sin embargo, en 2010, estos decidieron incorporar a Sudáfrica como otra potencia emergente y al acrónimo se la agregó una letra S.

Las previsiones de crecimiento para este quinto miembro son de 2,2 % para este año. Aunque se considera que Sudáfrica es un país en pleno desarrollo, la verdad es que la economía no acaba de despegar, afectada por la situación de Europa, su principal socio comercial.

Durante varios años los BRICS se convirtieron en una especie de Dorado para los inversionistas, atraídos por el gran mercado de consumo y la potencialidad de las materias primas. Entre los cinco acumulan una cuarta parte de la riqueza del planeta y representan el 43 % de la población mundial (casi 3.000 millones de personas). En los últimos 15 años los mercados emergentes, con este grupo a la cabeza, impulsaron la economía global, llegando a representar el 56 % del crecimiento del PIB mundial.

Más allá de ser un simple acrónimo, los cincos países se han comportado como un grupo económico. Desde 2009 han hecho seis cumbres para consolidar la unión. La última se celebró el año pasado en Brasil, cuando trataron temas de comercio, aumento de la cooperación, alternativas comunes y el trabajo en seguridad y geopolítica. En 2013, anunciaron la creación de un nuevo banco de desarrollo, como alternativa al BM y FMI con el propósito de ayudar a financiar obras, especialmente de infraestructura, en los países miembros y en algunas otras economías emergentes. El bloque ha llegado a pensar, incluso, en crear una moneda única para competir con otras divisas internacionales.

Sin embargo, ni el propio creador del término BRIC es optimista acerca del futuro de estas economías. En esto coincide con otros analistas que piensan que la desaceleración no es temporal, pues se acabaron los beneficios que llevaron a estos países a registrar altas tasas de crecimiento y dudan que se repita el auge de estos mercados.

Al ritmo que avanzan Brasil y Rusia, el grupo de los BRICS podría reducirse a solo dos miembros y convertirse en Chindia, una palabra que tampoco es nueva. Fue acuñada, diez años atrás por el político indio Jairam Ramesh, como reflejo de una gran alianza que podría darse entre los dos gigantes asiáticos. La pregunta que muchos se hacen es si, en el largo plazo, habrá otros polos de desarrollo que permitan reemplazar la vitalidad de los gigantes del grupo de los BRICS.