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Esta es una de las imágenes digitales de como luciría uno de los nuevos terminales de el Aeropuerto El Dorado, según los ingenieros de Opain. | Foto: SEMANA

INFRAESTRUCTURA

El Dorado: ¡la prioridad son las obras!

El tema de las multas por el retraso en la obras de el aeropuerto El Dorado no debe distraer la prioridad de terminar el proyecto en marzo de 2012. Por Aldemar Moreno de Semana.

24 de marzo de 2009

Se ha vuelto a encender la polémica por el Aeropuerto El Dorado de Bogotá. El consorcio Opaín tenía que entregar el pasado viernes 11 obras -según las versión de la Aeronáutica Civil-, y sólo pudo entregar 4.

El tema se ha centrado ahora en las multas. Opaín va a tener que pagar 44 millones 721 mil pesos por cada día de demora en la entrega de los trabajos de esta fase de la construcción. Así lo afirmó el director de la Aerocivil, Fernando Sanclemente. Por su parte, el gerente del consorcio que desarrolla la modernización del aeropuerto, Juan Pulido, aseguró que Opaín presentará ante las autoridades, las explicaciones sobre las demoras en la entrega de las obras; Pulido espera que esas razones sean tan claras, que no se les aplicará sanción alguna.
 
De acuerdo con el directivo del consorcio, todo se retrasó, por el mayor tiempo que se fue en la aprobación de los diseños del proyecto. La Aeronáutica inicialmente no aceptó ese argumento. Sin embargo, esto se irá obviamente a la instancia del amigable componedor y posteriormente al tribunal de arbitramento.

Es claro que las obras están demoradas entre 3 y 4 meses. En total, según la versión de la Aeronáutica, se tenían que entregar: 1) el nuevo edificio administrativo de la Aeronáutica, 2) la primera fase de la terminal y 3) las plataformas de carga, 4) la zona de transferencia de carga, 5) el edificio de carga en cuarentena (donde funcionará el Instituto Colombiano Agropecuario -ICA), 6) la estación de bomberos, 7) el Servicio Aéreo de Rescate, 8) las vías alternas de acceso, 9) el centro administrativo de carga, 10) el área de consolidación de carga y 10) el inicio de las demoliciones del actual terminal internacional.

La preocupación de la Aeronáutica es obvia, pues el retraso es importante. Sin embargo, la discusión no se debe centrar simplemente en si se va a sancionar a Opaín o no. En un proyecto de esta envergadura, el tema de las sanciones pecuniarias pasa a un segundo plano. De hecho, a lo largo del contrato ya se han aplicado multas por 439 millones de pesos, por distintos aspectos.
 
En este tipo de obras, es casi natural que se presenten inconveniente y retrasos. De otra parte, la Aeronáutica ha mostrado la suficiente firmeza para hacer cumplir el contrato, así que no debe haber preocupación: se van a aplicar las multas a que haya lugar. Fuera de eso, el contrato establece mecanismos para que terceros diriman cualquier conflicto, si Opaín no está satisfecha con las decisiones de la Aeronáutica.

El asunto de fondo es si estas demoras son tan complicadas que van a terminar dilatando el resto del proyecto. La Aeronáutica y la interventoría -que se ha venido cumpliendo eficazmente- deben mantener la vigilancia para alertar sobre cualquier “retraso estructural” en las obras. Ese es el punto clave.

Hay un punto a favor del concesionario: Opaín ha venido trabajando y las obras ya se notan. El nuevo edificio administrativo de la Aeronáutica y la plataforma de carga, dos de las más importantes obras de esta fase de la construcción, van a mitad de camino y estarán listas en junio próximo. Así que el consorcio no está con los brazos cruzados esperando que pase el tiempo.

Sin embargo, todo desajuste en el cronograma debe ser arreglado, pues la meta es tener listo el aeropuerto en marzo de 2012 y por más discusiones que haya sobre las multas, nadie se debe desviar de ese objetivo. Cada día que se dilate la entrada en funcionamiento del nuevo aeropuerto lo van a pagar caro los colombianos, con unos mayores costos de transporte aéreo.