Home

Economía

Artículo

EL GERENTE MAS CARO DEL MUNDO

El presidente de Warner Communications Corp., rompe todos los récords de salarios, con mas de un millón de dólares al mes

11 de mayo de 1987

Definitivamente, este sí es el caso del mono dorado. Mientras millones de personas en el mundo tratan todos los meses de cuadrar lo que reciben con lo que gastan, en Estados Unidos hay un gringo que -por su salario- es millonario cada mes.
Cuando se habla de los salarios de los grandes ejecutivos norteamericanos, la mayoría de la gente tiende a pensar que el mejor pagado de ellos es el legendario Lee Iaccoca, cuyas brillantes ejecutorias al frente de los monstruos de la industria automovilística han sido ampliamente promocionadas. Por ello resulta una sorpresa la noticia de que el presidente de la Warner Communications Corp., Steve Ross, acaba de romper todos los récords al firmar un contrato con su compañía por medio del cual, por los próximos diez años, recibirá un salario promedio de US$ 14 millones anuales, contando con que la empresa tenga un crecimiento de ingresos del 10%, por año, lo que desde ahora se considera moderado y ampliamente alcanzable.
El contrato, sinembargo, no ha tenido buen recibo entre todos los accionistas de la compañía, -que se dedica principalmente al cine, la televisión por cable y los discos-. En efecto, uno de los miembros de la junta, Herbert J. Siegel, ha puesto el grito en el cielo, "Steve es una buena pieza para cualquier organización, se merece un contrato lucrativo pero justo. Pero si se me preguntara si vale tres veces lo que Lee Iaccoca, mi respuesta sería no".
Sin embargo, el desempeño de Steve Ross como presidente de Warner ha sido muy brillante. Fundador de la compañía -pero hoy accionista insignificante-, la sacó de una crisis que la tuvo al borde de la quiebra cuando su subsidiaria Atari, por el vaivén del gusto de los niños norteamericanos, vio disminuir dramáticamente las ventas de sus juegos electrónicos. De pérdidas de US$ 1.000 millones, pasó a utilidades de US$ 186 en el año pasado y se espera que esa cifra se incremente en un promedio del 20% durante los próximos cinco años.
Pero parece indicar que se trató de un gol olímpico que Ross y sus amigos de la junta directiva le metieron a Siegel y su bando de miembros disidentes. Estos últimos dicen que el contrato les fue presentado a la carrera y que solo tuvieron una semana para estudiar su texto de 55 complicadas páginas. Solo así se puede explicar por ejemplo el que se haya pactado una cláusula que los norteamericanos llaman "de paracaídas", una especie de indemnización por despido anticipado, según la cual si antes del término pactado Ross tuviera que salir de la compañía, recibiría una compensación de US$ 90 millones, lo que no estaría nada mal para dejar de por vida los problemas del trabajo diario. Como dice otro de los miembros disidentes de la junta, "a mí no me importa qué tan capaz es un ejecutivo. Nadie merece un contrato como ese". Para tener una idea de la desproporción, se menciona que el Senado norteamericano gana, en pleno, un total de US$ 9 millones anuales.
Mientras los miembros descontentos se preparan para tomar acciones legales contra el contrato, aquellos que votaron afirmativamente su aprobación, la defienden con ahínco, sobre bases que parecen más emotivas que realistas. "Steve es como un dios, dijo uno de ellos al ser consultado por la prensa. Martin Payson, abogado de la compañía y miembro de la junta, afirmó que " Warner tendría un serio problema si Steve Ross se muriera de un día para otro".
Entre tanto, cualquier acción que tomen los accionistas descontentos como Siegel, tendrá que chocar contra el cumplimiento del contrato el que a todas luces se haría obligatorio. O sea que tendrían que pagarle a Ross sus noventa millones, para sacarlo del camino, y eso les pondría en el problema de elegir un nuevo presidente, con lo que el gasto sería doble.
Los observadores, entre tanto, se hacen cruces sobre lo que consideran un despropósito inmenso, sobre todo para una compañía del tamaño de la Warner. Los más recalcitrantes afirman que ese ingreso se justificaria para uno de los dueños de la empresa pero de ningún modo para alguien que no es casi nada más que un empleado.
Entre tanto, Ross continúa llevando su vida de estrella de cine, y poniendo de presente la frase que más le gusta: "Vivir bien es la mejor venganza".