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El gran enroque

Ante la tensión política con Venezuela y Ecuador, la Nacional de Chocolates hizo una jugada maestra frente a la eventualidad de una expropiación.

8 de agosto de 2009

La Compañía Nacional de Chocolates transfirió, desde Colombia hacia Costa Rica, el control accionario de la empresa Hermo Venezuela. Esto significa que Hermo, una empresa dedicada a la producción de cárnicos que desde hace muchos años compró la Nacional de Chocolates en el vecino país, ya no es una compañía colombiana, sino costarricense.

En el país centroamericano se constituyó hace rato la Compañía Nacional de Chocolates Costa Rica, y allí también se compró la empresa Pozuelo S. A.

En un análisis sobre esta movida, InterBolsa señala que es una jugada maestra de Chocolates, pues disminuyó el riesgo de estar en Venezuela, teniendo en cuenta que Costa Rica cuenta con un acuerdo de protección al inversionista con Venezuela, lo cual, en caso de presentar problemas de nacionalización, entraría a ser arbitrado por el Banco Mundial. Pero además, la Nacional de Chocolates ya había provisionado (reserva por una eventual pérdida) totalmente la inversión en ese país.

En cuanto a Ecuador, donde también los riesgos se han incrementado, la Nacional de Chocolates está analizando opciones para proveer a este país desde Perú y México. Actualmente, ese mercado representa el 1,8 por ciento de las ventas de la Nacional de Chocolates, las cuales han mantenido márgenes de rentabilidad positivos a pesar de los diferentes impuestos y salvaguardias cambiarias impuestas por el gobierno ecuatoriano.

Andrés Jiménez, director de Negocios Internacionales de InterBolsa, dice que esta estrategia de la Nacional de Chocolates seguramente será el despertar para muchas otras compañías que están situaciones similares.