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EL MAL AJENO

Dólares más, dólares menos, Colombia saldrá ganando con la crisis del golfo Pérsico.

29 de octubre de 1990


Si bien todo el mundo acepta que no es bueno lucrarse del mal ajeno, lo cierto es que siempre alguien termina haciéndolo. El conflicto del Medio Oriente y la disparada de los precios del petróleo no son la excepción a este principio.Todo indica que habrá muchos perdedores y unos cuantos ganadores, entre los cuales se encuentra Colombia.

Como es obvio, donde más claro se ve este efecto es en las finanzas de Ecopetrol. La empresa estatal que exporta hoy un promedio de 105.000 barriles diarios de petróleo crudo, estaría recibiendo algo más de 38.3 millones de dólares por cada dólar de incremento que se sostenga durante un año calendario.

Si se toma como base el precio promedio de enero a julio de 1990, que fue de 17 dólares por barril, Ecopetrol tendría un ingreso adicional de 306 millones de dólares si el promedio de los próximos 12 meses es de 25 dólares por barril; de 689,8 millones si el precio es de 35 dólares; de 1.073 millones si el promedio por barril llega a 45 dólares; y si se llega a 65, que es el máximo escenario hipotético sobre el cual se ha especulado, los ingresos adicionales para Ecopetrol alcanzarían la nada despreciable cifra de 1.839 millones de dólares. Esta, no sólo es superior al total de las exportaciones petroleras del último año, sino a las del café y cualquier otro producto de exportación de Colombia.

Además de las exportaciones de petróleo crudo, Ecopetrol se beneficiará de los mayores ingresos que generen las ventas de fuel oil. En la actualidad, el volúmen de exportación de este combustible es de 64.000 barriles diarios.
De acuerdo con los estimativos de la empresa, por cada dólar que suba el petróleo, el fuel oil sube 80 centavos. Eso significaría que por cada dólar de aumento del petróleo sostenido un año, el ingreso adicional por exportaciones de este ítem sería de 18,6 millones de dólares.

Pero no todas las cuentas son tan alegres, pues Ecopetrol también es importador. Como la capacidad de refinación del país no alcanza a abastecer la demanda interna de gasolina, se hace necesario importar 28.000 barriles diarios. Y debido a que la gasolina no sólo está afectada por el mercado del crudo, sino que además su precio está determinado por otras variables propias de su mercado, por cada dólar que suba el petróleo crudo, ésta aumenta en 1.40 dólares. En consecuencia, dado el promedio actual de importación de gasolina, Ecopetrol tendrá que pagar 14,3 millones de dólares más por cada dólar de aumento del petróleo crudo que se mantenga durante un año.

De otra parte, para atender la capacidad de refinación de Barrancabermeja y Cartagena, hay que comprarle petróleo crudo a las compañSas extranjeras que operan en Colombia. De acuerdo con lo establecido en los contratos de asociación y de concesión, Ecopetrol debe adquirir ese petróleo a precios intemacionales y pagarle a los vendedores el 75 por ciento en dólares y el 25 por ciento en pesos.

En la medida en que estos precios aumenten y los precios internos se mantengan estables, se irá generando una brecha deficitaria de grave efecto sobre las cuentas en pesos de Ecopetrol. Para neutralizar este efecto nocivo sobre sus finanzas y en caso de que la tendencia alcista de precios se mantenga, la empresa estima que será necesario ir nivelando los precios internos de los combustibles con los costos intemacionales.

El alza de los precios intemacionales también tiene un efecto por concepto de regalías, que se liquidan en boca de pozo sobre toda la producción con base en un promedio ponderado entre los precios internacionales y los nacionales de los productos derivados Para 1990, partiendo de un precio promedio de 17 dólares por barril, se había estimado que el pago total de regalías sería de 280 millones de dólares.
Como por cada dólar de aumento en el precio del petróleo, siempre sostenido durante un año la base de liquidación de la regalía aumenta en 45 centavos de dólares, el país estaría recibiendo 12 millones de dólares adicionales.
De ese monto, el 40 por ciento es entregado por Ecopetrol al Tesoro Nacional, y el 60 por ciento a las regiones productoras. Pero como Arauca es la principal de éstas, recibe aproximadamente la mitad, o sea el 30 por ciento del total.
Otro efecto positivo de la crisis resulta por el lado de las multinacionales petroleras que operan en Colombia y que están exportando 80.000 barriles diarios. Estas compañías están obligadas a reintegrar el 25 por ciento del producto de sus ventas. Por consiguiente, por cada dólar que aumente el precio del petróleo, tendrán que reintegrar 7,3 millones de dólares más. En el campo fiscal, también se notará un efecto benéfico, pues si se considera que la mayor parte del incremento de los ingresos de estas empresas, se convierte automáticamente en utilidad, hay que concluir que por cada dólar año de aumento, el país estaría recibiendo impuestos adicionales de alrededor de 2,2 millones de dólares.

Pero el efecto de esta crisis no se limita a la disparada de los precios del petróleo. Sus consecuencias se extenden a otros combustibles como el carbón y el gas natural. En el caso del carbón, el efecto no es inmediato y depede en buena parte de la previsión que tenga en los mercados intemacional sobre la prolongación de la crisis. Sin embargo, la llegada del invierno en hemisferio norte debería generar una reacción en los precios, si el conflicto del Medio Oriente no se ha superado para ese entonces.

En la medida en que la situación prolongue, algunos usuarios empezar; a convertir sus necesidades de fuel oil carbón, lo cual reafimaría niveles superiores en los precios del carbón. Pero en el caso de este mineral no se puede hablar propiamente de bonanza, sí es previsible pensar en un incremento del orden del 10 por ciento sobre el precio actual por tonelada. Considerando que este valor se sitúa hoy en día alrededor de 40 dólares, y Colombia va a exportar 15 millones de toneladas en lo próximos 12 meses, se estarían recibiendo ingreso adicionales del orden de 60 millones de dólares al año.

Donde la situación definitivamente no es tan buena es en el caso del gas natural, pues Ecopetrol tiene que comprarle el 40 por ciento perteneciente a la Texas Petroleum Company en el contrato de asociación de la Guajira a precios intemacionales referidos al de fuel oil y vende el gas internamente a precios subsidiados. Pero a la inversa esta última compañía tendría que paga mayores impuestos por sus utilidade adicionales.

El conflicto del Medio Oriente también puede tener efectos positivos e materia de exploración y explotación de hidrocarburos. La señal ha sido clara para las grandes compañías: hay necesidad de diversificar sus fuentes y disminuir su dependencia en una zona geopolíticamente tan volátil. Esto debería favorecer a América Latina y concretamente a Colombia, donde se podría esperar la llegada de nuevas compañías petroleras en los próximos meses.

Colombia, por lo tanto, es de los que terminaría beneficiándose del mal ajeno en este caso. Pero lo que no debe olvidarse es que ésta, como todas las bonanzas, es temporal. Por lo tanto, existe consenso entre los expertos en que no es conveniente comenzar a gastar antes de que los ingresos se produzcan efectivamente, porque el país terminaría haciendo las cuentas de "la lechera".