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EL NEGOCIO DEL SIGLO

Por enredo jurídico compradores de bonos recibirán la tercera parte del Banco del Comercio en regalo

19 de octubre de 1987

¿Sabe cuánto cuesta comprar un banco? Siempre se creyó que estas transacciones estaban reservadas para personas extremadamente adineradas. Hacerse a una porción de alguna importancia del capital de un banco requería sumas que sobrepasaban los miles de millones de pesos. Ahora, hay uno que está en rebaja: el Banco del Comercio. Con sólo 260 millones de pesos (1 millón de dólares) se puede adquirir el 30% de esta institución financiera.
En octubre del año pasado, la Superintendencia Bancaria autorizó la emisión de 5 millones 200 mil bonos que deberían, según los términos de los papeles, ser convertidos obligatoriamente en acciones del Banco cinco años más tarde. Un mes después la Comisión Nacional de Valores autorizó la oferta pública de los titulos y ordenó su inscripción en el Registro Nacional de Valores e Intermediarios. Se publicó la oferta en los periódicos del país y en los quince días siguientes al anuncio de venta de estos bonos, se completó lo que, de no definirse jurídicamente, podría ser el negocio bancario de la década.
SE FRAGUA LA OPERACION
Desde la asamblea general de accionistas del 31 de marzo del 86, que se reunió en medio de la incertidumbre producida por la crisis del Banco, se había autorizado la emisión de un paquete de bonos convertibles en acciones y se dejó en manos de la junta directiva el trabajo de fijar las condiciones que deberían tener estos papeles.
La junta propuso entonces realizar una emisión por valor de 2.600 millones de pesos, representados en 5 millones 200 mil bonos de 500 pesos cada uno, con unos términos financieros bastante atractivos, pues mientras en aquel momento un CDT ofrecía una rentabilidad de 26% anual por trimestre anticipado y otra institución financiera en aprietos, el Banco de Bogotá, ofrecía con sus bonos un 27%, los papeles del Bancomercio le garantizaban a sus poseedores el 31% anual. Como es común en estos negocios, propuso además que en los quince días siguientes a la publicación de la oferta, los antiguos accionistas pudieran tener preferencia en su compra. Igualmente sugirió utilizar la resolución 84 de 1986, que permitía al Banco de la República financiar a los inversionistas nacionales el 90% del valor de los bonos, cobrando un interés del 23% anual. Todas esas condiciones fueron aprobadas y se iniciaron los trámites para poner en circulación los papeles.
A la hora de la compra, el Chase Manhattan, dueño de más de un tercio del capital, decidió no suscribir estos bonos. La nueva emisión se repartió entonces entre otros antiguos accionistas, el Fondo de Empleados del Banco, Seguros del Comercio (de propiedad de los antiguos accionistas nacionales del Banco del Comercio particulares que hicieron sus inversiones a través de un underwriting organizado por la Fiduciaria Bursátil (cuyo gerente ocupa hoy la presidencia del Banco) y otras entidades en menor cuantía. Sumando, todos ellos tenían en su poder el equivalente a 520 millones de acciones.
Siete meses después, el 11 de agosto del 87, el gobierno, como se venía pronosticando con bastante anterioridad, intervino el Banco y se dio de inmediato a cumplir con uno de los procedimientos que manda la ley en estos casos: reducir el valor nominal de las acciones de la entidad intervenida a un centavo. También, como se sabe, invirtió 6.200 millones de pesos, que representaban una inyección de 620 mil millones de acciones.
LA BONDAD DEL NEGOCIO
Las personas que se habían embarcado en esta aventura financiera de comprar bonos, se encontraron que habían hecho la mejor inversión de sus vidas.
Una primera parte del negocio está en que el Banco de la República y el Banco del Comercio "regalaban" a cada comprador más del 90% de su inversión. En efecto, como se mencionó, la resolución 84 del 86 autorizaba al Banco de la República a financiar el 90% de cada bono, cobrando el 23% anual de interés. A la vez, el Bancomercio reconocía 31% anual a los tenedores de sus papeles. Esto quiere decir que con lo que ganaba en intereses netos, el bono podía pagar la deuda con el Emisor; el 90% de la inversión resultaba gratis.
De esta forma, para comprar los $2.600 millones de la emisión de bonos, los Inversionistas sólo desembolsaron $260 millones.
La segunda parte del negocio está en el incremento de la participación accionaria. Cuando se completó la operación de venta, cada bono de 500 pesos podía ser cambiado por 100 acciones. Así las cosas, los particulares quedaban con 520 millones de acciones y el Fondo Nacional de Instituciones Financieras con 620 mil millones. El 0.8% del Banco estaba entonces en manos privadas.
Luego de la oficialización y con el precio de las acciones fijado por decreto en un centavo, los tenedores de títulos con sus 260 millones de pesos pasarían a poseer 260 mil millones de acciones o sea, cerca del 30% del capital del Banco. En un solo día multiplicaron por 36 su participación sin pagar un peso adicional.
"Es un buen cambio", anotó un experto consultado por SEMANA, "los antiguos accionistas eran dueños del 60% de un banco en quiebra y hoy, por unos pocos pesos, continuarían con presencia en la junta directiva de una entidad con buen futuro".
Otro modo de ver la bondad del negocio puede ser esta: si hubieran ofrecido la posibilidad de comprar un millón de pesos en bonos del Banco del Comercio, un inversionista habría tenido que pagar solamente $l00 mil, los $900 mil restantes, como se anotó, se los "regalaba" la diferencia entre el rendimiento de los papeles y la financiación del gobierno. Con las acciones a centavo, $l00 millones de acciones que la semana pasada, se cotizaron en bolsa a $3.70, tendrían un valor hoy de $370 millones de pesos.
Habiendo invertido tan sólo $100 mil pesos será, sin duda alguna, el negocio del siglo.
¿QUIEN TIENE LA SOLUCION?
Darle una pronta solución a este caso no parece tan sencillo. Se han considerado diversas alternativas que van desde acuerdos entre los tenedores y el Fondo Nacional de Garantías, pasando por precios futuros de las acciones fijados por decreto, o regulación de su cotización en bolsa, hasta la extrema de la expropiación de los bonos.
Los tenedores pueden endosar hoy sus títulos con muy buenos rendimientos pero parecen estar más en la tónica de hablar con el gobierno, el cual a traves del Fondo Nacional de GArantías "tiene que ver cómo la rentabilidad de sus operaciones se revierte a todo el pueblo colombiano", afirmó Sigifredo Ardila de Corfitolima, la entidad que tiene la representación legal de los tenedores de bonos.
El arreglo pronto a este problema tiene de abogados a gobierno, interesado ahora en "cobrar el regalo", el mismo Banco, que desearía reducir el costo financiero del 31% que paga por los bonos y, en cierta medida, los dueños de los títulos, que son realistas frente al enredo jurídico y que estarían interesados en disminuír la incertidumbre sobre el valor de conversión de sus bonos.
Por ahora tiene la palabra el Fondo Nacional de Garantías, pero lo que sí es cierto es que el partido apenas comienza.

EL LIO TAMBIEN LLEGO A LA BOLSA
"¿Que pasa aquí?". Señala un analista financiero, " la acción del Banco del Comercio no puede constar tres pesos con setenta". Si esto fuera cierto, vendiendo hoy sus 620.014 acciones el Banco valdría más de 1.8 billones de pesos. ¿Quién puede creer eso? "El patrimonio del Banco hoy, después de la capitalización y la recompra de cartera, es apenas de $ 2 mil millones".
Parece que en la bolsa hay alguien desinformado. Se está pagando más de lo que se debería por la acción de este Banco. Pero, ocurre lo mismo en otras entidades. El Banco de Colombia se capitalizó con 60 mil millones de pesos. Con acciones a centavo, esto equivale a 6 billones de acciones. Si se vendieran al precio actual en bolsa, $ 3.30, se dirá que el Banco vale 19 billones de pesos que tambien es un absurdo.
"La comisión Nacional de Valores se ha preocupado por el creciemiento acelerado del precio de algunas acciones", opinó un analista de la Bolsa de Bogotá, "pero no ha dicho nada sobre el caso de los Bancos oficializados. En un día, los precios de las acciones del Banco del Comercio aumentaron 3 mil por ciento y no pasó nada".
Los comisionistas parecen ser los más beneficiados con esta situación .