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El nuevo rey

Un inmigrante alemán es ahora el hombre más rico de Estados Unidos.

27 de noviembre de 1989

El reinado no podía durar tanto tiempo. Solo por allá a comienzos de siglo se veía que alguien se eternizara en el trono del hombre más rico del mundo. Basta recordar al legendario John D. Rockefeller, quien mantuvo el título durante décadas, gracias a su imperio petrolero.
Pero ahora son pocos los calificativos que duran tanto tiempo y los billonarios no son la excepción a la regla. La impresión fue confirmada por un informe reciente de la revista norteamericana Forbes, en la cual como todos los años, se publica la lista de las 400 personas más ricas de Estados Unidos. Según Forbes, el nuevo monarca de la categoría es John Kluge, nacido en Alemania hace 74 años, y quien encarna la historia del inmigrante exitoso. No podría ser otro el calificativo si se tiene en cuenta que este magnate maneja una fortuna estimada en 5.200 millones de dólares.
Claro que el rey derrocado no se debe estar quejando. Porque al fin y al cabo Sam Moore Walton, quien se adueñó del primer lugar durante cuatro años, no ha perdido su fortuna. Simplemente, el dueño de la cadena de almacenes Wal-mart decidió dividir su patrimonio, estimado en nueve mil millones de dólares, con sus cuatro hijos. Aunque en sólo un año -según Forbes- la riqueza de la familia aumentó en casi 2.300 millones de dólares, cada miembro de ella fue clasificado individualmente. Ahora todos forman parte del montón, ubicándose en el puesto número 20 de la lista, con una fortuna estimada en 1.800 millones de dólares para cada uno.
Claro que eso todavía los deja por encima del promedio. La publicación sostiene que el millonario típico del club tiene 63 años de edad y 673 millones de dólares de patrimonio. Aunque también hay mujeres en el grupo -54, para ser exactos- se afirma que prácticamente todas heredaron su dinero, lo cual, periodísticamente, no parece tener el mismo encanto que el self-made millonaire.
Pero aparte del calificativo que se le pueda dar, lo cierto es que los 400 de Forbes conforman un grupo selecto. La revista dice que el patrimonio mínimo para ser considerado este año era de 275 millones de dólares, un incremento del 22% con respecto a 1988. Ese aumento fue igual para la riqueza combinada de todos los miembros del club. Forbes calcula que esta llega a 269 mil millones de dólares, una suma cercana a siete veces la producción de bienes y servicios de Colombia durante un año.
Todas esas cuentas, claro está, le deben importar muy poco a John Kluge. Este economista, que llegó la ciudad de Detroit en 1922, se comporta con relativa discreción y no le presta atención a lo que se escribe sobre él. Su fortuna empezó a crecer después de la Segunda Guerra Mundial cuando comenzó con una estación de radio en Washington D.C., quizás después de su experiencia en el conflicto armado, donde se desempeñó en el área de inteligencia y comunicaciones. A la estación de radio le siguieron muchos negocios, pero el más importante de ellos fue la compra, en 1959, de una compañía llamada Metropolitan Broadcasting, que después cambió su nombre por el de Metromedia.
Esta se convirtió en el marranito de la fortuna en 1984 cuando Kluge decidió adquirir el 97.4% de acciones de la empresa. Para pagar los préstamos que se le hicieron para financiar la operación, Kluge empezó a vender los activos de la empresa, tales como estaciones de radio y televisión, el equipo de los Trotamundos de Harlem y vallas publicitarias. En último término, obtuvo una utilidad millonaria y demostró que supo invertir su dinero.
En efecto, Kluge creyó en el negocio de los teléfonos celulares y su olfato probó ser el correcto. Sus inversiones en esta área fueron avaluadas en 370 millones de dólares en 1986. Tres años después, se estiman en 1.800 millones de dólares. Pero aparte de eso, hay otras distracciones. Kluge es el accionista mayoritario de Orion Pictures y de la cadena de restaurantes Ponderosa. Todo eso lo atiende cuando está lejos de su rancho, donde cría ganado y caballos. Con tres matrimonios y tres hijos en su hoja de vida, este millonario sostiene que lo interesante en su actividad no es mirar las cosas a la distancia, sino estar involucrado en todo.
Tal vez la misma receta fue la que utilizaron otros magnates del resto del mundo. Porque la verdad es que por más millones que tenga, Kluge "solo" ocupa el noveno lugar entre los hombres más ricos de la Tierra.
Forbes sostiene que seis japoneses, un surcoreano y un canadiense tienen más fortuna que el más adinerado de los norteamericanos. Por esa razón Kluge tendrá que hacer crecer su imperio todavía más si desea mejorar posiciones, porque con todo y su dinero este astuto inversionista está demostrando que un billonario nortemericano simplemente ya no es lo que era.