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Y EN EL MUNDO ¿ QUE PASA ?

Este es el panorama de las inversiones fuera de Colombia.

5 de febrero de 1990

En teoría, nadie en Colombia debería hacerlo. Al fin de cuentas, por más que haya evolucionado el país, el estatuto cambiario con todas sus prohibiciones todavía se mantiene intacto. No obstante, como sucede con tantas otras normas que están escritas, esta tampoco se respeta del todo. Hace unos meses el diario neoyorquino The Wall Street Journal estimaba en cinco mil millones de dólares el valor de las cuentas poseídas por los colombianos en el exterior. Esta suma no contempla a los dólares de la droga, que están depositados de manera mucho menos visible.
Semejante cifra -suficiente para pagar casi un tercio de la deuda externa- demuestra que en materia de inversiones hay muchos colombianos -a parte de los legalmente autorizados- preocupados por lo que suceda en el extranjero. Los sucesos recientes en Panamá, por ejemplo, fueron un serio mensaje de alerta para quienes piensan que su dinero está más seguro por el simple hecho de traspasar la frontera. También en este caso hay países y hay inversiones de inversiones.
Y eso teniendo en cuenta que el mundo industrializado sigue disfrutando de la prosperidad. Los temores que existían sobre una recesión económica en 1989 no se cumplieron y aunque en general hubo una desaceleración en el crecimiento, los países más avanzados siguen avanzando. Incluso un brote inflacionario fue rápidamente controlado y con la única excepción de Gran Bretaña, las economías más grandes no tuvieron mayores sobresaltos.
Ese clima fue reflejado por las bolsas de valores en las principales capitales. Tanto la bolsa de Nueva York como la de Tokio alcanzaron nuevas marcas a finales del año, al tiempo que en mercados menores como los de España o Tailandia, se lograron avances impresionantes. El único gran susto tuvo lugar el viernes 13 de octubre cuando en Wall Street el mercado de valores tuvo su segunda caída más grande de la historia. No obstante, el bajón fue pasajero y se debió al fracaso de una operación de venta de la compañía United Airlines que había producido cierta especulación entre los inversionistas.
Fue precisamente ese descalabro el que reflejó el cambio individual más importante de todo el año. Las fusiones y adquisiciones de compañías a través de la emisión de los famosos "bonos basura" (papeles de alto riesgo y alto rendimiento) entraron en crisis absoluta. Como consecuencia para finales del año los especialistas estaban recomendando -tal como hace diez años- volver a invertir en las compañías más conocidas, las cuales tienen mejores perspectivas a largo plazo.
El precio del negro
Esa opción, sin embargo, es todavía demasiado sofisticada para la mayoría de los colombianos que creen en el ahorro en dólares. Este produjo en 1989 mejores resultados que en los dos años inmediatamente anteriores, pero tampoco fue espectacular. La tasa de devaluación fue de un 29.2%, tres puntos por encima de la inflación en Colombia. A pesar de un clima especulativo el dólar negro volvió a tener a finales del año el sobreprecio que es considerado normal por los conocedores (cerca de un 2% sobre la cotización oficial).
La rentabilidad que da la devaluación se complementa con la otorgada por las tasas de interés, en el caso de los depósitos en dolares (ver recuadro). En 1989 estas tuvieron una moderada tendencia a la baja lo cual, mirado desde Colombia, disminuyó en parte los rendimientos que dejó una tasa de devaluación mayor.
Para 1990 las perspectivas en ese campo son algo mejores. Por una parte, el gobierno ha manifestado su intención de aumentar ligeramente la depreciación del peso frente al dolar. En cifras, eso quiere decir que la devaluación será cercana al 30%, con lo cual al final del año el billete verde se cotizará a unos 565 pesos. Ese rendimiento puede ser mayor si se tiene un depósito en el extranjero. La combinación de la devaluación y la tasa de interés que pueden recibir los fondos en dolares deben generar en 1990 una rentabilidad cercana al 40% anual libre de impuestos. Aunque esa es una cifra respetable, hay que tener en cuenta que la administración de una cuenta en dólares tiene gastos implícitos (llamadas, viajes, etc.) que la encarecen.
El raciocinio es similar para aquellos que crean que el dolar está de capa caída y prefieren las monedas europeas o el yen japonés. En ambos casos todo depende del comportamiento de la divisa norteamericana en los mercados internacionales. En 1989 el dolar alcanzó a perder terreno pero luego lo recuperó al final del año. No obstante, los especialistas se inclinan ahora por el marco alemán. Los cambios ocurridos en Europa Oriental y la propia fortaleza de la economía germana hacen que su moneda se presente como la más sólida al comenzar la década de los noventa.
Pero las posibilidades no terminan ahí. Dentro de las incontables alternativas que existen en el mercado internacional, los especialistas recomiendan colocar el dinero en fondos mutuos de inversión especializados. Estos se dedican al mercado accionario, ya sea en Estados Unidos o en algunas de las principales bolsas del mundo. También invierten en papeles de renta fija, comenzando por los archiseguros bonos del Tesoro de los Estados Unidos hasta llegar a los "bonos basura" que en los últimos tiempos están de capa caída.
Existe también el mercado de monedas en donde se puede especular sobre el futuro del dolar o de cualquiera de las otras divisas. Si no se desea nada en ese campo, siempre hay posibilidades de entrar en el de productos primarios o commodities. Allí se le puede apostar a la baja o al alza del maíz, el café o el trigo, para nombrar tan sólo a tres.
Todo eso sin hablar del mercado internacional del arte.Si en años anteriores el liderazgo le había correspondido a los cuadros de Van Gogh, en 1989 le tocó el turno a los de Picasso, una de cuyas telas se cotizó por encima de los 51 millones de dolares. No obstante, los volúmenes de dinero que se requieren en ese mercado son tan grandes que este parece estar reservado tan sólo a los japoneses.
Teniendo eso en cuenta, es evidente que a menos que se disponga de muchísimo dinero a los colombianos no les queda fácil entrar en las grandes ligas internacionales. Por lo tanto, las opciones deberían reducirse a los depósitos a término fijo y a intentar suerte en los fondos mútuos más seguros. Para quienes respetan las leyes colombianas sobre control de cambios, la entrada a la arena internacional queda reservada para cuando se revisen las normas actuales. En el intermedio, lo que sucede más alla de las fronteras debe quedar como un punto de referencia para el mercado colombiano. Aunque nadie asegura que el país va a llegar pronto a los extremos de sofisticación que hay en el extranjero, el conocimiento de lo que pasa afuera debe servir para que cuando lleguen los cambios las sorpresas no sean del todo extremas. A pesar del rígido control de cambios que existe en Colombia hay algunas empresas que tienen permiso para invertir parte de sus excedentes de tesorería en el exterior. Compañías como las de seguros o ciertas industrias a las cuales se les ha autorizado hacer inversión extranjera, tratan de obtener el mayor rendimiento posible de las alternativas existentes. SEMANA describe las más utilizadas:
·Certificados de Depósito: Este es el vehículo de inversión más popular entre los latinoamericanos. Los CD'S constituyen un depósito de fondos a determinados plazos con bancos e instituciones de ahorro y préstamo.La mayoría de esas instituciones están afiliadas al "FDIC" o al "FISLIC", las que aseguran el dinero de los depositantes hasta la suma de cien mil dólares por cada cuenta, incluyendo principal e interés. Los vencimientos de los CD'S se establecen usualmente de uno a doce meses, con una tasa fija de interÉs que actualmente fluctúa entre 7.25 a 8.50 anual.
Existen también los CD'S emitidos en dólares fuera de los Estados Unidos, son los llamados EURO CD y funcionan igual a los emitidos en los Estados Unidos. Algunos bancos extranjeros con filiales en los Estados Unidos emiten también CD'S domésticamente, pero no son asegurados por el "FDIC" o "FISIC".
Bonos y notas del Tesoro de los Estados Unidos: Las notas del Tesoro (Treasury Notes) actualmente son emitidas con vencimiento de dos a diez años y no pueden ser cobradas antes del término fijado. Los bonos del Tesoro (Treasury Bonos) son emitidos con vencimientos a más de diez años, y tampoco pueden cobrarse antes de su vencimiento. Su rendimiento actual está en el orden del 1.8% anual.
·GNMA (Ginnie MAE): Su nombre es la abreviatura de "Government National Mortage Association" GNMA garantiza el pago mensual de interés y principal en documentos emitidos contra grupos de hipoteca. Pero no garantiza el rendimiento debido a cambios en las tasas y pago anticipado de hipotecas. Aunque los vencimientos se establecen entre 25 a 30 años, se asume que el promedio de vida es de 12 años , debido a los pagos de hipotecas antes de tiempo por cambios en las tasas de interés y otros motivos. Estos documentos son de carácter líquido y emitidos en denominaciones de $25.000. Su rendimiento actual fluctúa entre el 9.50% y el 10.00% anual.
·PC's: Tipo de inversión respaldado por portafolio de hipotecas sobre propiedades residenciales o comerciales dentro de los Estados.Unidos. Dentro de estos se incluyen los Fannie Mae, los Freddie Mac o los Amerigold. Se obtienen con plazos entre 30 días y 3 años y pagan intereses cercanos al 11% anual. La inversión mínima es normalmente de 10.000 dólares.