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En peligro las mega obras

El mal momento que pasa la multinacional Swiss Re repercutió en Colombia. La suiza dejará de reasegurar obras de infraestructura y, como consecuencia, hoy no se consiguen en el mercado local pólizas para garantizar los grandes proyectos como la Ruta del Sol.

30 de mayo de 2009

Hace unas semanas, la multinacional Swiss Re, la segunda reaseguradora más grande del mundo, le dio una pésima noticia al país. Se retira en Colombia, y otros mercados del mundo, del negocio del reaseguro para las grandes obras públicas y de infraestructura. Por la crisis internacional y las pérdidas que tuvo el año pasado (800 millones de dólares), la compañía helvética decidió replantear muchos de los ramos que venía atendiendo en aras de reducir riesgos y reforzar su capital.

La decisión hizo temblar a las aseguradoras locales, pues el gigante suizo daba tranquilidad a las compañías con las que comparte el riesgo y, por supuesto, las ganancias. Su misión es ser la aseguradora de las aseguradoras.

Su salida de este segmento del mercado no podría llegar en peor momento para Colombia. Ocurre justamente cuando el país, por fin, tiene un plan para desarrollar la red vial que lo saque del atraso y responda a los nuevos retos de la economía mundial.

La reaseguradora suiza ha sido la compañía que más ha participado en Colombia en las grandes obras públicas y de infraestructura vial. Con su garantía ha apoyado a las compañías de seguros locales en el otorgamiento de las pólizas de cumplimiento que requieren quienes contratan con el Estado.

Por eso, su decisión es muy grave. En este momento, no hay quién otorgue las garantías para los megaproyectos. Juan Pablo Luque, presidente de la colombo-española Segurexpo, una de las compañías más activas en concesiones, le dijo a SEMANA que se fue uno de los jugadores más grandes en el seguro de cumplimiento y eso pone en aprietos al país para emprender las grandes obras de infraestructura. "Sabemos que la dificultad será inmensa para el otorgamiento de garantías por parte del resto de reaseguradoras; son muy pocos los jugadores del mercado y la suiza era una de las más activas".

La preocupación tiene nombre propio: Ruta del Sol. Se trata del proyecto vial más importante en la historia del país, estimado en 2.500 millones de dólares. Si no hay seguros, el proyecto se enredará. "Ni las compañías de seguros del país, ni los más grandes bancos nacionales están en capacidad de retener todo el riesgo de este negocio", advierte Luque.

El asunto es realmente crítico. Ya los oferentes en el proceso licitatorio de proyecto mencionado, y en el del Ferrocarril Central, tuvieron que pedir al Instituto Nacional de Concesiones (Inco) que les ampliara el tiempo estipulado en el cronograma. En el primer caso se aplazó un mes más, y en el segundo, 18 días.

Posponer más estos proyectos viales -ya de por sí atrasados- sería lo peor que podría pasar. Para el presidente de la Cámara Colombiana de la Infraestructura, Juan Martín Caicedo, sería una lástima que se vaya a enredar un proyecto como la Ruta del Sol, ya estructurado y crucial para el desarrollo y la competitividad del país. "Yo confío en que, entre el gobierno, las aseguradoras y las reaseguradoras se encuentre una fórmula para sacarlos adelante".

Bernardo Botero, presidente de AON Re (corredor de reaseguros) y un experto en este ramo, reconoce que en este momento no hay quien dé las garantías para estas obras, pero no descarta que se pueda encontrar en el mercado norteamericano otras compañías que se le midan. "El sector no se puede cruzar de brazos, ni se pueden paralizar los grandes proyectos". Sin embargo, los costos de las garantías seguramente serán mucho más elevados.

Es también preocupante que la reaseguradora más grande del mundo, la alemana Münchener, que también está presente en Colombia, ya anunció que no está dispuesta a llenar el hueco que dejaron sus colegas. Peter Waldmann, gerente de la compañía germana en el país, afirma que entrar a reemplazar a un actor que era de lejos el más grande del mercado, es peligrosísimo. "Creemos en Colombia, pero nunca era nuestra idea reemplazar la suiza", le dijo a SEMANA.

Para Waldmann, megaobras como la Ruta del Sol, los puertos fluviales y otros proyectos similares requieren de grandes capitales por parte del sector asegurador y son los ramos más expuestos a pérdidas, que resultan incontrolables en tiempos de crisis. "Por experiencia sabemos que hay sectores fuertemente afectados. Los sectores de la construcción y de infraestructura están entre ellos. No queremos, ni podemos, meternos en este negocio de las pólizas de cumplimiento para estas obras".

A esto hay que agregar los reparos que el sector asegurador ha tenido frente a los contratos de concesión y la ingrata historia de estas obras en el país, con demandas millonarias, pleitos eternos e incumplimientos. Waldmann dice que si Colombia quiere atraer a otros jugadores al mercado, tiene que flexibilizar muchas de sus condiciones técnicas en ramos como cumplimiento, pues exceden a las que imponen otros países.

Por supuesto, el gobierno está angustiado. Hace una semana, en Cartagena, en la asamblea de Fasecolda, el presidente de la República, Álvaro Uribe, les pidió a las aseguradoras confianza en el país. "Todas las concesiones de vieja generación que estaban en pleito en el pasado, hoy están operando. Pueden traer una misión de observadores para que las revise y las recientemente adjudicadas por este gobierno están operando", les dijo.

El problema es que esta vez, el asunto no es sólo de fe en el país. El sector asegurador en todo el mundo resultó muy golpeado con la crisis internacional y ahora busca cómo minimizar los riesgos. Francisco Majos, representante de Swiss Re en Colombia, dice que la decisión que tomaron no tiene que ver con la confianza en este país. "Se tomó para disminuir la exposición al riesgo en ciertos segmentos del negocio como la fianza (garantía que busca asegurar el cumplimiento de una obligación). Este es un sector altamente intensivo en capital. Dejar por 10 años las reservas, cuando hay otros negocios que demandan tantos recursos, es muy riesgoso".

Lo cierto es que la multinacional está reordenando su negocio en todas partes, tras los fuertes coletazos que recibió y que obligaron a que el multimillonario estadounidense Warren Buffet invirtiera varios millones de dólares para convertirse en propietario del 20 por ciento del capital de esta empresa suiza. Como parte de esta reorganización cierran su oficina en Colombia y atenderán desde México los negocios del país.

Así las cosas, sólo resta esperar que en Colombia se encuentre una fórmula para que el esfuerzo por desarrollar la infraestructura vial del país mediante el esquema de concesiones, así haya llegado tarde, no se quede a mitad del camino.