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C O M E R C I O    <NOBR>E X T E R I O R</NOBR>

En suspenso

Esta semana se jugarán las últimas cartas para renovar el Atpa en el Congreso de Estados Unidos.

24 de septiembre de 2001

El pasado 4 de diciembre se venció el Atpa, el tratado de preferencias arancelarias que Estados Unidos otorga a los países andinos. Desde ese día los exportadores colombianos que se venían beneficiando del acuerdo quedaron en el aire, aunque esperan que no sea por mucho tiempo.

El proyecto de ley que renueva el Atpa ya hizo un tránsito exitoso en la Cámara de Representantes y en el comité de finanzas del Senado, donde sólo resta una aprobación en plenaria para convertirse en ley. El problema es que no queda mucho tiempo para este último debate.

Por estos días el Congreso estadounidense está enfrascado en la discusión del paquete de estímulos económicos para salir de la recesión, un proyecto de ley que ha suscitado una lucha entre demócratas y republicanos. Hasta que no se pongan de acuerdo sobre este proyecto, y sobre el presupuesto de defensa que sigue pendiente, los legisladores estadounidenses no saldrán a vacaciones. No hay una fecha fija pero todo el mundo espera que resuelvan estos asuntos antes de este viernes.

Por eso esta semana el equipo diplomático de Colombia en Washington jugará sus cartas para buscar la renovación del Atpa, que son básicamente dos. Una es lograr que el proyecto que salió del comité de finanzas del Senado, cuyo autor es el senador de Florida Bob Graham, se discuta y apruebe en la plenaria. La otra es que el mismo proyecto se cuelgue de otro más grande. La renovación del Atpa podría adicionarse al paquete del estímulos económicos, por ejemplo, y de esta forma saldría aprobada sin mayor discusión.

Cualquiera de estas alternativas sería muy benéfica para el país. Una vez aprobado por el Senado el texto del proyecto se conciliaría con el que salió de la Cámara. Y ambas versiones amplían significativamente el alcance del Atpa para cobijar nuevos productos como calzado, productos de cuero y derivados del petróleo. En materia de textiles y confecciones la versión de la Cámara es un tanto más generosa que la del Senado pero las dos representan una mejoría con respecto a la situación actual.

El impacto de este Atpa ampliado sería muy grande. Cubriría cerca del 53 por ciento de las exportaciones no petroleras de Colombia a Estados Unidos, cuando la versión antigua del acuerdo, que expiró el 4 de diciembre sólo cubría el 28 por ciento. La gran mayoría de los productos que quedan por fuera del nuevo Atpa ya gozan de arancel cero, de manera que si se aprueba el proyecto prácticamente todas las exportaciones de Colombia a Estados Unidos estarían desgravadas.

Pero la aprobación del Atpa ampliado no está garantizada. En caso de no lograrlo al gobierno colombiano le quedaría una última carta por jugar, que sería buscar la aprobación de una prórroga del viejo Atpa por seis meses más, mientras se termina de discutir la nueva versión. De hecho, en el paquete de estímulos económicos que cursa en el Senado ya hay un artículo con esta prórroga temporal. Si se llega a embolatar la aprobación del Atpa ampliado es altamente probable que se logre por lo menos este premio de consolación.

Esto permitiría dormir tranquilos a aquellos exportadores que a partir del pasado 4 de diciembre han tenido que volver a pagar aranceles para vender en Estados Unidos. Si se aprueba con efectos retroactivos, que es lo usual, la aduana de ese país les devolvería los tributos pagados.

Pero sería una decepción para aquellos empresarios, como los textileros, que estaban excluidos del viejo Atpa pero tienen la expectativa de ser incluidos en la versión ampliada. Y también implicaría prolongar el suspenso y la incertidumbre hasta bien entrado el año próximo. Por eso esta semana los funcionarios del gobierno colombiano en Washington van a aprovechar los afanes legislativos de fin de año para lograr la aprobación del Atpa ampliado de una buena vez. Para los exportadores colombianos la renovación del acuerdo ha sido toda una historia de suspenso. Y todo indica que lo habrá hasta el último minuto.