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Casa Blanca | Foto: AFP

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Entre disputas, Obama ordena recortes al gasto

Recortes por 85.000 millones de dólares ponen en la cuerda floja a Estados Unidos.

2 de marzo de 2013

Entrampados de nuevo, el presidente Barack Obama y los dirigentes republicanos del Congreso se negaron a ceder el viernes en su conflicto sobre el presupuesto, y una serie de recortes al gasto por 85.000 millones de dólares en diversos sectores de Estados Unidos comenzó a pesar sobre los estadounidenses y sobre la economía nacional todavía en recuperación.


"Nada de esto es necesario", aseguró el mandatario después de una estéril reunión en la Casa Blanca que presagiaba una larga confrontación.

Obama promulgó en Washington las reducciones unas horas antes del plazo establecido por ley para la medianoche. Pero bastante antes su impacto ya se había dejado sentir a miles de kilómetros (millas) de distancia, al otro lado del país. En Seattle, la institución de la vivienda en el condado de King anunció que suspendía la entrega de vales para el alquiler de inmuebles mediante un programa federal que favorece a "familias de ancianos y discapacitados, veteranos de guerra o familias con niños".

El presidente se reunió con legisladores prominentes durante menos de una hora en la Casa Blanca y luego responsabilizó a los republicanos por los recortes y por cualquier perjuicio que infligieran.

"Ellos permitieron que ocurrieran estos recortes porque se niegan a ceder para cerrar un solo agujero de derroches a fin de ayudar a reducir el déficit", señaló al renovar su exigencia de un acuerdo integral para reducir el déficit que incluya un aumento de impuestos.

Los republicanos dijeron que también querían disminuir el déficit, pero no avalaban incrementos en los impuestos.

El líder republicano en el Senado, Mitch McConnell, fue igualmente enfático. "No seré parte de ningún acuerdo detrás de la puerta, y de ninguna manera voy a aceptar que aumenten los impuestos", prometió en un comunicado.

El Pentágono absorberá la mitad de los 85.000 millones de dólares que serán divididos entre ahora y el final del año presupuestal en el 20 de septiembre, de manera que afectará desde trabajadores civiles hasta descansos sin sueldo, pasando por contratistas de defensa y posibles cancelaciones. El nuevo secretario de Defensa, Chuck Hagel, dijo en sus primeros días en el cargo: "Seguiremos garantizando la seguridad de Estados Unidos" pese a las complicaciones que plantea la "crisis presupuestal innecesaria".

El anuncio hecho por la institución de vivienda de Seattle fue un primer indicio de los sectores que serían afectados por los recortes, aunque Obama dijo que los efectos serían sentidos gradualmente. El personal militar en activo y los programas asistenciales para las personas de bajos recursos están exentos de los recortes en su mayoría.

Obama se abstuvo de mencionar si tenía alguna responsabilidad por los recortes, y rechazó que tuviera la capacidad de forzar a los republicanos para llegar a un acuerdo.

"Yo no soy un dictador. Yo soy el presidente", afirmó Obama. "Declaró que no podía aplicar una "conexión mental Jedi" para convencer a sus adversarios políticos. Obama mezcló así referencias sobre el Jedi de la Guerra de las Galaxias y sobre la conexión mental de Viaje a las Estrellas.

Ni el presidente ni los republicanos dijeron que les gustara lo que estaba por suceder. Obama tachó a los recortes de "tontos" y los legisladores republicanos han dicho desde hace tiempo que inicialmente esa era su idea. Esta decisión en la mayor economía del planeta puede tener coletazos a nivel mundial.