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ENTREVISTA

“Pido a los empresarios no frenar inversiones”: Mauricio Cárdenas

El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, cree que al próximo gobierno le va a tocar una economía en mejores condiciones y recomienda máximo cuidado con las propuestas electorales que prometen bajar impuestos. Piensa que ahora sí comenzó el repunte.

2 de diciembre de 2017

SEMANA: El año anterior, por esta misma época y pensando en 2017, usted decía que ya había pasado lo peor, pero claramente no fue así. ¿Qué sucedió?

MAURICIO CÁRDENAS: Varias cosas. Se dilató en el tiempo el efecto del alza de las tasas de interés que hizo el Banco de la República en 2016. También es un hecho que por el incremento del IVA disminuyó la capacidad adquisitiva en los primeros meses del año. Otro elemento que entró en escena y que nadie esperaba fue el efecto de la crisis asociada a Odebrecht y la dificultad en los cierres financieros de las 4G. Por otro lado, el país entró en un clima de más polarización política e incertidumbre y eso se tradujo, según las encuestas de confianza, en un factor negativo.

SEMANA: Para algunos la economía se frenó por la reforma tributaria. ¿Qué piensa?

M.C.: Es una afirmación económicamente falsa. La situación sería mucho más difícil si no se hubiera hecho la reforma tributaria. No solo enfrentaríamos la desaceleración económica del año pasado, sino que estaríamos frente a los efectos de una pérdida de la calificación triple B, una devaluación del peso y la consecuente inflación. El Banco de la República no habría podido bajar las tasas de interés y estaríamos ante un apretón fiscal que haría recortar muchos programas de gasto público. El país estaría probablemente inmerso en una recesión. Es fácil atribuir a la reforma tributaria los problemas, pero esta no es la causa, sino una consecuencia de las cosas que pasaron en Colombia, entre ellas una fuerte pérdida de los ingresos fiscales.

SEMANA: Después de ver los datos del tercer trimestre de 2017, usted dijo que la economía está en proceso de recuperarse. ¿Por qué lo cree?

M.C.: El dato del tercer trimestre del año fue mejor que el de los dos primeros y todo indica que el cuarto será de un crecimiento igual o superior al 2 por ciento. Ya estamos otra vez en niveles cercanos al 2 y tuvimos cuatro trimestres alrededor del 1 por ciento. Yo estoy optimista por los lados del petróleo, de las obras civiles y porque la agricultura seguirá teniendo un buen desempeño, aunque probablemente no como en el tercer trimestre. El mensaje es que vamos mejorando. Todavía no estamos en el punto ideal, faltan cosas, entre otras, que las reducciones de las tasas de interés comiencen a tener todos los efectos y rindan todos los frutos. La reducción de las tasas todavía no ha llegado al bolsillo de la gente.

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SEMANA: ¿El año próximo será el punto de quiebre de la actividad económica?

M.C.: Para crecer más que en 2016 y 2017, sí. En 2018 podríamos aspirar a un dato cercano al 3 por ciento. El Fondo Monetario está hablando del 2,8 por ciento.

SEMANA: ¿La campaña electoral del próximo año podría afectar la economía?

M.C.: En Colombia históricamente las elecciones no han tenido un efecto negativo sobre la economía. Los años electorales tienen bajo crecimiento porque el país nunca ha tenido grandes quiebres en su manejo económico.

SEMANA: Algunos empresarios han dicho que preferirían frenar las inversiones a la espera de saber quién será el nuevo presidente. ¿Usted que les aconseja?

M.C.: Los inversionistas deben entender que pasar de un gobierno a otro no tiene por qué generar rupturas muy profundas, aunque haya preferencias o énfasis dentro de un modelo económico. Ahora, estamos en un nuevo escenario político. Es el primer proceso de elección presidencial sin las Farc y se ha ampliado el espectro con propuestas de izquierda y derecha. En este escenario más polarizado desde el punto de vista ideológico, es natural que haya un poco más de incertidumbre. Pero lo importante es evitar esa incertidumbre, defender la continuidad del modelo económico para que no haya ese tipo de rupturas.

SEMANA: Como ministro de Hacienda, ¿le preocupa escuchar que algunos candidatos proponen bajar impuestos al llegar a la Casa de Nariño?

M.C.: Creo que todos han dicho cosas similares. Pero le menciono el caso de uno que escuché en un foro. El doctor Carlos Holmes Trujillo plantea reducir el IVA del 19 al 15 por ciento. Eso suena bien y seguramente a algunos electores los puede seducir. Pero esa propuesta solo dice la mitad de la verdad. La otra parte es que eso significa 10 billones de pesos menos de impuestos. Sacar esa tajada de un presupuesto de inversión de 40 billones de pesos es como recortar el 25 por ciento de la inversión pública en la que están Familias en Acción, los subsidios eléctricos, a la primera infancia, etcétera. ¿Somos capaces de recortar eso sin generar una debacle social? El país necesita esos programas sociales. Suena bien decir que vamos a recortar el IVA, pero hay que contar toda la narrativa y decir en qué se van a reducir.

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SEMANA: Será difícil no escuchar cantos de sirena en materia económica en esta contienda electoral…

M.C.: Por eso necesitamos periodistas que hagan las preguntas difíciles, analistas que opinen con objetividad y comentaristas con una visión serena para enmarcar el debate en lo que requiere Colombia. No hay que dejarse guiar por propósitos proselitistas. Muchas cosas se pueden mejorar y hacer distinto, pero dentro de una cancha delimitada por los que yo considero los pilares fundamentales de esta economía: responsabilidad fiscal, baja inflación y una adecuada supervisión del sistema financiero.

SEMANA: ¿Qué mensajes les da a los hogares y empresarios para este 2018 que pinta tan atípico por lo que ha dicho?

M.C.: El principal mensaje a los empresarios es no frenar la inversión. No caer en el mal de muchos países, donde no invierten hasta que saben el nombre del nuevo presidente. Esa es una mala estrategia. Estoy seguro de que en Colombia vamos a mantener la tradición, de muchos años, de darle un manejo responsable y serio a la economía. En el escenario político no veo la opción de gobierno de alguien que no mantenga los parámetros bajo los cuales se ha regido la política económica de Colombia. Mal haríamos en esta coyuntura en postergar las inversiones hasta conocer al nuevo presidente.

SEMANA: Y a los hogares, ¿qué les dice?

M.C.: Que tengan confianza. Este país hizo un ajuste impresionante y muy exitoso. Nos ahorramos una crisis gracias a que la economía tuvo todos los instrumentos para acomodarse a una turbulencia. Tuvimos un aterrizaje suave. La economía está avanzando al 2 por ciento, pero va a volver a crecer más. En cualquier otro país donde las exportaciones hubieran caído a la mitad, como en Colombia, habría recesión. Este país tiene un gran potencial y superó un momento difícil.

SEMANA: En materia fiscal, ¿qué país le entrega a su sucesor en el mes de agosto del próximo año?

M.C.: Un país encaminado, en 2018, a un déficit del 3,1 por ciento del PIB. Este gobierno recibió el déficit en 4 por ciento, lo bajó a 2 y con la crisis petrolera se volvió a subir a 4. Lo entregaremos en 3 por ciento. Un cumplimiento milimétrico de la regla fiscal y una señal de confianza de los mercados internacionales. Entregamos el país con una calificación triple B, estabilizado macroeconómicamente, y con una economía que se recupera y que seguramente crecerá más en los siguientes años. Al próximo gobierno le va a tocar una economía en mejores condiciones: muchas cintas que cortar y menos problemas desde el punto de vista fiscal.

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SEMANA: ¿El próximo presidente encontrará la olla raspada, como dijo algún ministro de Hacienda hace un tiempo?

M.C.: El próximo presidente va a encontrar un gobierno sin sorpresas ni guardados que aparecen a último minuto. Cuando aprobamos el presupuesto, les dije a los ministros que no se puede gastar en los primeros siete meses, pues debe financiar todo el año hasta el 31 de diciembre de 2018. Que todo alcance hasta el último día, les dije. Las cuentas quedan claras. De acá en adelante viene frenar vigencias futuras. Ya lo que se aprobó, se aprobó. Tenemos que ser muy cuidadosos, no vamos a dejar un monto excesivo.

SEMANA: A propósito, ¿por qué muchos analistas sostienen que este gobierno endeudó mucho al país?

M.C.: Porque la deuda como porcentaje del PIB aumentó debido a la devaluación del peso. Un 35 por ciento de nuestra deuda está en dólares, y cuando sube la tasa de cambio de 1.800 a 3.000 pesos, inmediatamente esa deuda en pesos sube. Por otro lado, la deuda externa ha aumentado, pero eso no es una debilidad de la economía. Ese aumento es al mismo tiempo una oportunidad aprovechada. No es un endeudamiento del gobierno, es mayoritariamente del sector privado y de las empresas mixtas, como Ecopetrol y EPM que han visto que con la clasificación triple B les sale más rentable endeudarse en dólares que en pesos.

Las apuestas de Cárdenas

El empleo sufrirá la mayor consecuencia del bajo crecimiento económico.

SEMANA: ¿Cómo ve las principales variables económicas, empezando con petróleo y empleo?

M.C.: Sobre petróleo tenemos presupuestado el precio del Brent a 55 dólares y ha estado por encima. Cualquier cosa más arriba será ganancia. Desde el punto de vista fiscal, no de la balanza de pagos, lo relevante para 2018 es el precio que ha tenido el petróleo en este año. Cabe anotar que lo presupuestamos en 51 dólares el barril y hemos estado por encima de 54; esa diferencia de 3 dólares significa que habrá mejores utilidades de Ecopetrol y eso se convierte en dividendos e impuestos en 2018. La petrolera duplicará las utilidades este año. En cuanto al empleo, tenemos que crecer más del 3 por ciento para bajar más rápidamente la tasa de desempleo. Con este crecimiento el desempleo va a aumentar, aunque no creo que vayamos a niveles del pasado, pero sí un poco. Necesitamos un crecimiento mayor.

SEMANA: ¿Ve espacio para futuras reducciones en la tasa del Emisor?

M.C.: Los mercados han esperado que la tasa llegue a 4,50. Ya llegó a 4,75. Pero hay que recordar que eso tiene límites. No es un proceso de reducción prolongable indefinidamente en el tiempo. Llegará a un punto en el que ya no se puedan bajar más. Lo importante ahora es la reducción de tasas por cuenta de los bancos.

SEMANA: En inflación hay coincidencia en que entró en el rango meta…

M.C.: La inflación es el efecto del aumento de las tasas de interés el año pasado. Hay incluso modelos del Banco de la República que dicen que la inflación podría estar por debajo del 3 por ciento el próximo año y terminar este muy cerca del 4 por ciento.

SEMANA: ¿Qué espera en inversión extranjera directa (IED)?

M.C.: La IED va a crecer por cuenta de los sectores que empiezan a ser más atractivos y que estaban afectados por el conflicto, como el agropecuario y el turismo. También se va a beneficiar por el mayor precio del petróleo. La IED ha tendido a estabilizarse alrededor de los 11.000 millones de dólares, y nos permite financiar holgadamente un déficit de cuenta corriente de 3,5 por ciento del PIB. Esa inversión está más diversificada en actividades productivas y se complementa con la inversión de portafolio de los que compran papeles y bonos en el mercado de capitales.

SEMANA: ¿Cómo ve el entorno internacional y qué impacto puede esperarse de la reforma fiscal en Estados Unidos y la subida de tasa por parte de la FED?

M.C.: En el escenario internacional veo riesgos y oportunidades. Veo un mejor crecimiento en Europa, Estados Unidos y China, y un mejor precio del petróleo. En los riesgos está el aumento de tasas de la FED, que aunque está suficientemente anticipado, uno nunca sabe. Ahora, otro riesgo es que no sabemos si ya pasó lo peor en Venezuela y si el número de inmigrantes hacia Colombia seguirá creciendo. Eso se vuelve una contingencia desde el punto de vista laboral y fiscal.

SEMANA: ¿Qué moverá la economía el próximo año? No hay espacio para inversión pública…

M.C.: Ya estamos viendo, en las cifras del tercer trimestre, que la demanda externa está positiva. Es decir, las exportaciones están hoy jalonando. La reducción de tasas de interés va a dinamizar el consumo. Por el lado de los sectores, creo que obras civiles, hotelería, turismo y sector agropecuario siguen creciendo. Esperamos que ya se dé un punto de quiebre en industria, basado en el mayor consumo. La economía se mueve en parte por los mismos actores de este año, pero todos mas potenciados. No es que entre en escena un nuevo sector.