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Foto: Juan Carlos Sierra - Semana

ENTREVISTA

“Estamos casi al tope de la producción”: Roberto Vélez

Colombia lleva tres años por encima de 14 millones de sacos de café, y hoy el grano impulsa el PIB agropecuario. ¿Qué tan sostenible es este desempeño? Roberto Vélez, gerente del gremio, dice que hay que acelerar la renovación, pues hoy el parque cafetero trabaja a ‘full’.

25 de noviembre de 2017

SEMANA: Este año el sector cafetero ha sido el más importante dinamizador del PIB agropecuario. ¿Qué ayudó a esta buena dinámica?

ROBERTO VÉLEZ: Que cerramos el año cafetero en 14,6 millones de sacos y, lo más importante, que el precio para los productores ha estado por encima de lo que recibieron en 2016. También influye que el costo de la cosecha ascendió a 8 billones de pesos; aunque en el año civil la cifra podrá estar un poco más baja, de todas maneras es casi un billón de pesos más que la del año anterior. Esos recursos han sido los grandes dinamizadores de las economías en la zona cafetera.

SEMANA: A pesar de ello, se decía que después del fenómeno de El Niño podríamos llegar en 2017 a una producción de 15 millones de sacos. No alcanzó, ¿por qué?

R.V.: Sigo creyendo que la caficultura colombiana tiene un parque con capacidad de estar muy cerca de producir 15 millones de sacos. Desafortunadamente, los fenómenos climáticos se han venido presentando de manera adversa y repetitiva. Es bueno resaltar que, por tercer año consecutivo, Colombia mantiene una producción por encima de los 14 millones de sacos. Eso quiere decir que el parque cafetero está trabajando a full.

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SEMANA: Teniendo en cuenta precio interno y tasa de cambio, ¿este año resultó rentable cultivar café?

R.V.: Creería que sí, aunque no altas rentabilidades. El precio promedio de la carga ha estado por encima de los 800.000 pesos y el costo de producción entre 700.000 y 750.000 pesos. Eso le debe dejar al cafetero entre 20 y 30 por ciento de utilidad.

SEMANA: ¿Cómo se garantizará que se cumpla la meta de renovación cafetera, que ha sido tan exitosa?

R.V.: Nosotros hemos venido hablando de ese tema con el gobierno. El ministro de Hacienda ha manifestado la voluntad de montar un programa de renovación cafetera, de largo aliento, unos 8 años, consistente en dejar comprometidos unos recursos que sirvan como una especie de case inicial, más algo que pueda poner el Fondo Nacional del Café. Debemos renovar entre 90.000 y 100.000 hectáreas al año, y no se nos puede olvidar que el cafetero se acostumbró a hacerlo, en parte, con incentivo y esto está por los lados de los 50.000 o 70.000 millones de pesos al año.

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SEMANA: ¿Se refiere a la posibilidad de un Conpes que garantice vigencias futuras para este fin?

R.V.: Sí. El gobierno ha planteado dejar un documento Conpes. Entiendo que en este momento están haciendo los estudios porque no hay antecedentes de vigencias futuras para la agricultura. Sin embargo, el alto gobierno ha manifestado el deseo de dejar a los cafeteros esos recursos puestos sobre la mesa. Serían unos 25.000 o 30.000 millones de pesos garantizados en cada vigencia por los próximos 8 años.

SEMANA: ¿Cuántas hectáreas se han intervenido este año?

R.V.: No hemos acabado. Pero estaríamos contentos si cerramos en 70.000 hectáreas, que si bien no está mal, está lejos de nuestra meta, entre 90.000 y 100.000. El problema es que la renovación de 110.000 hectáreas hecha en 2012 y 2013 con recursos del Estado empieza a envejecer. Debemos montar la caficultura en un ciclo productivo joven.

SEMANA: Si el próximo año vamos a estar en el mismo nivel de cosecha, significa que el aporte del sector al PIB no aumentará, es decir, no hay que esperar más del café…

R.V.: Eso es cierto. Estamos llegando al tope en términos de producción. Salvo que se puedan hacer intervenciones en materia de renovación y que las nuevas variedades produzcan más cantidad por hectárea, o que tengamos algo por el lado del precio externo que ayude a mejorar los ingresos, podremos participar más en el PIB agropecuario y nacional. De no ser así, estaremos en los mismos niveles.

SEMANA: De cara a 2018, y según el consumo y la producción mundial, ¿qué se puede esperar en materia de precios internacionales?

R.V.: El mercado se ha concentrado en cómo podrá ser la cosecha de Brasil de 2018, que ese país comenzará a recoger en mayo. Brasil tiene un potencial de unos 65 millones de sacos y también ha venido sufriendo las inclemencias del cambio climático. Hubo una sequía fuerte en la época de las floraciones y no cayó suficiente agua. Los estimativos han venido bajando a 60 millones, otros señalan entre 55 y 57 millones de sacos. Sin embargo, no hay que olvidar que todavía no estamos en mayo y el mundo está corto de café. Por eso no me sorprendería que tuviéramos un movimiento de precio un poco hacia arriba a niveles de 1,40 o 1,50 dólares la libra. No lo vería descabellado. Obviamente, dependemos de la cosecha de Brasil.

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SEMANA: ¿Qué significa que por primera vez en la historia el congreso cafetero se celebre fuera de Bogotá?

R.V.: Mucho. Significa la entrada en vigencia de nuestra nueva manera de autorregularnos. Tenemos nuevos estatutos que eliminaron el parágrafo que decía que el congreso cafetero debería realizarse en Bogotá. Esto nos dio desde el punto de vista legal la posibilidad de pasarnos a otros escenarios. Nos vamos este año para Manizales porque el Comité de Cafeteros de Caldas cumple 90 años y vamos a celebrar con ellos.