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ENTREVISTA: GENERAL NORMAN SCHWARZKOPF

"LOS NEGOCIOS SON COMO LA GUERRA"

22 de abril de 1996

Hace cinco años el general Schwarzkopf comandó las tropas aliadas que expulsaron a Saddam Hussein de Kuwait. Hoy, a sus 61 años, el general retirado se dedica a aplicar en el campo de los negocios lo que aprendió en el campo de batalla. Schwarzkopf, quien estará en Bogotá el próximo primero de abril, habló en exclusiva con SEMANA.Semana: ¿Cuál es su experiencia concreta en el sector empresarial?Norman Schwarzkopf: Actualmente pertenezco a la junta directiva de cinco empresas, tres de ellas del sector manufacturero y una que provee servicios públicos.Semana: ¿En qué se parece la estrategia militar a la estrategia empresarial?N.S.: Los negocios son como la guerra. En ambos casos se trata de lograr unos objetivos concretos, al mando de una gran cantidad de personas y con una restricción presupuestal definida. Por ejemplo, cuando yo era general de tres soles dirigí una base militar que tenía un presupuesto anual superior a un millón de dólares. Como la base tenía una gran unidad de viviendas para las familias de los militares, yo terminé siendo como el alcalde de una población intermedia, con todas sus necesidades y sus problemas.Semana: ¿Cómo se pueden aprovechar esas semejanzas para mejorar la gestión empresarial?N.S.: Mi experiencia concreta permite aplicar técnicas específicas en cuatro áreas: la definición de una estrategia empresarial, el desarrollo de un proceso eficiente de toma de decisiones, el ejercicio del liderazgo y cómo vencer en el terreno de los negocios.Semana: Pasando a otro tema, ¿cómo evalúa usted los logros de la guerra internacional contra el narcotráfico? N.S.: Yo siempre he dicho que el narcotráfico es un monstruo con cuatro cabezas: el proceso de producción, el tráfico de los países productores a los países consumidores, la distribución en los países consumidores y el consumo. No se puede matar el monstruo si no se le cortan las cuatro cabezas. La comunidad internacional ha hecho avances importantes para atacar los frentes de la producción y el tráfico internacional de narcóticos, pero creo que mi país no ha hecho suficiente para controlar el proceso de distribución al por menor y la demanda propiamente dicha.Semana: Y dada esa situación, ¿qué posibilidad hay de triunfar?N.S.: Esta situación es particularmente difícil si se tiene en cuenta que mientras más se ataque la oferta _con una demanda intacta_los precios tienden a subir, atrayendo más gente al negocio. Creo que lo que hay que hacer es concentrar los esfuerzos en controlar la demanda, porque si la demanda fuera nula no habría ningún problema de narcotráfico. Otra solución teórica sería la legalización de las drogas, porque así se acabaría el negocio, pero esa opción tiene serias implicaciones morales y de salud pública que no se pueden ignorar.Semana: ¿Conoce usted al general Barry Mc Caffrey, nuevo zar antidrogas de Estados Unidos?N.S.: Lo conozco bastante bien y tengo una excelente impresión de él. Es una persona muy inteligente, con grandes aptitudes de liderazgo y con una personalidad muy fuerte que no se deja doblegar fácilmente. Desafortunadamente no cuenta con el personal necesario para adelantar sus labores eficazmente, pues ni la DEA, ni la CIA, ni el FBI trabajan directamente para él. Creo que esta circunstancia dificultará enormemente su trabajo, pues Barry es una persona acostumbrada a tener tropas bajo su mando.Semana: ¿Cuál es a su juicio la tendencia de los conflictos bélicos a nivel mundial?N.S.: Los conflictos globales como la primera o la segunda guerra mundial no se volverán a presentar. Ahora los conflictos son enfrentamientos de carácter regional que crecen tanto que empiezan a desbordar sus propias fronteras, afectando así los intereses del resto del mundo. De esta manera los demás países tienen que intervenir en los conflictos regionales para contenerlos y evitar que lleguen a sus naciones.Semana: ¿Y cuál debe ser el papel de Estados Unidos en ese proceso de contención?N.S.: Esta pregunta tiene dos aspectos. Por una parte uno podría afirmar que un país no se debe involucrar en un conflicto bélico si su interés nacional no está amenazado. Pero, por otro lado, no hay que olvidar que Estados Unidos es la única superpotencia que queda en el mundo, y como tal tiene la obligación de ayudar a garantizar la paz internacional. Así, a pesar de que en el mundo se den conflictos que no afecten directamente intereses de Estados Unidos, nuestro gobierno debe intervenir para resolverlos si amenazan con perturbar la paz mundial.Semana: Con el triunfo en la Guerra del Golfo usted alcanzó inmensos niveles de popularidad en Estados Unidos. ¿Nunca se le ocurrió lanzarse a la política al retirarse del ejército?N.S.: Conociendo cómo funcionan las cosas en Washington, tengo la certeza de que puedo servirle mejor a mi país en actividades privadas que ejerciendo la política.Semana: Finalmente, ¿qué conoce usted de Colombia?N.S.: A lo largo de mi vida he estado en 48 países, pero desafortunadamente nunca he estado en América del Sur. Sin embargo la información que tengo de Colombia no es mala: tengo una excelente impresión de su arte y de su herencia ancestral.