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¡EUREKA!

La reducción de la tasa de desempleo, una sorpresiva buena noticia en medio de los problemas en el diseño del "plan de choque" del gobierno.

17 de noviembre de 1986

Fue la primera prueba de que efectivamente hay recuperación económica, y precisamente en donde más la necesitan los colombianos. Es por esa razón que, cuando el DANE anunció la semana pasada que la tasa de desempleo en las 7 ciudades más grandes del país había pasado de 14.7% en junio, a 13% en septiembre, la noticia fue recibida con una mezcla de alegría y alivio. La cifra dada por el DANE, vino a confirmar las expectativas de los observadores y el gobierno sobre la finalización de las angustias económicas que ha vivido el país en lo que va de la década. La terminación del programa de ajuste económico y el comportamiento satisfactorio del sector externo, son hechos que han sido definitivos para que se viva por primera vez en mucho tiempo un ambiente de relativo optimismo sobre el futuro.

EL BUEN MOMENTO
Aunque ciertos indicadores de producción industrial hacían pensar que la recuperación ya había comenzado, no fue sino hasta la entrega de las cifras de desempleo que quedó en claro que la cosa va en serio. Como se recordará, a pesar del clima favorable del primer semestre, las cifras de desempleo alcanzadas en junio fueron las más altas en la historia reciente del país. En Barranquilla, por ejemplo, el índice de desocupación alcanzó el 18.1% -el más alto del país- con todas las implicaciones sociales del caso.
En contraste, los datos de septiembre son mucho más alentadores. Para el conjunto de 7 ciudades, la tasa del 13% está un punto por debajo de la alcanzada en la misma época de 1985 y es la misma observada en septiembre de 1984. Tal como dijera un experto, "la diferencia es que hace dos años íbamos hacia abajo, y ahora todo indica que vamos saliendo".
Mirando las cifras individualmente, los casos más destacables son el de Barranquilla, donde la tasa pasó al 15.8%, y el de Medellín, donde pasá del 17.2% al 14.6%. Aunque semejante nivel de desempleo está todavía muy por encima de lo que ha sido normal en el país, el hecho fue interpretado por los expertos como la quiebra de la tendencia que se venía registrando. Así mismo, confirmó que, tal como lo dijera hace unos meses la misión Chenery, una buena parte del empleo está ligada al ritmo de actividad económica. Es por esa razón que los especialistas destacan cómo las mayores reducciones en la tasa de desempleo, se dieron en las ciudades con mayor base industrial y en donde se estima que la recuperación económica se ha sentido más.
Y todo hace pensar que la situación va a seguir, por lo menos durante los próximos meses. La encuesta de opinión empresarial de Fedesarrollo está en su punto más alto desde que empezó a hacerse en 1979. Las expectativas, que normalmente explican la actividad económica futura, también están en un nivel muy alto y la percepción general es la de que hay margen suficiente para que la buena situación continúe en 1987. Aun el temor de los precios altos que ha expresado el gobierno no parece estarse realizando y aunque sí se espera un aumento en la inflación, inclusive los más pesimistas reconocen que la situación no se ha salido de las manos.

EL "PLAN DE CHOQUE"
Curiosamente, el anuncio del DANE vino a coincidir con la discusión, en el seno del gobierno, del sonado plan de emergencia contra el desempleo, anunciado por el ministro del Trabajo, José Name, hace varias semanas. Después de algunos actos propagandísticos, en los cuales Name habló sobre una serie de ideas que tiene para crear cerca de 200 mil nuevos empleos en un período muy corto, las quejas de algunos empresarios obligaron a que el proyecto sea reformulado en ciertos aspectos. Concretamente, la propuesta más llamativa que se descabezó fue la de colocarle un impuesto del 3% a la nómina de las empresas con el fin de alimentar un fondo de recursos. La propuesta, hecha por una serie de empresarios del Valle a cambio de una reforma sustancial al sistema laboral colombiano fue adoptada por Name y en un momento dado se pensó que era la parte "no negociable" de la estrategia. Sin embargo, la cantidad de críticas que se le hicieron a la iniciativa acabaron enterrándola. Tal vez el ataque más concluyente fue el del presidente de la ANDI, Fabio Echeverri, quien se pronunció contra "un impuesto al empleo para crear empleo". Aunque en el Ministerio del Trabajo había todavía algunos defensores de la medida, el hecho de que esta iba a recaer sobre las empresas medianas y grandes (del impuesto habrían estado exentas las compañías pequeñas y del Estado) llevó a su descarte porque, como dijera alguien del Ministerio, "no vale la pena tanto problema por 18 mil millones de pesos", cuantía que habría generado el impuesto.
Adicionalmente, el plan contra el desempleo pasó de ser una iniciativa del Ministerio del Trabajo a ser un esfuerzo coordinado por el Conpes, con participación activa del Departamento Nacional de Planeación y del Ministerio de Hacienda. Según una alta fuente gubernamental, este cambio de protagonistas se debió a los problemas que se presentaron en el encuentro de Name con empresarios en el Club de Ejecutivos a principios del mes. "Le fue mal cuando tenía que irle bien", agregó la fuente al referirse al ministro. El programa quedó ahora en manos del Conpes, que debe encargarse de definir los aspectos concretos de la lucha contra el desempleo. Por ahora, se sabe que se continúa con la premisa de hacer obras de infraestructura y de pagarle a la gente el 100% del salario mínimo más alguna cobertura de seguridad social. El esfuerzo se concentraría en las ciudades intermedias y en los puertos, haciendo énfasis en construcciones como acueductos, alcantarillados y vías de acceso.
Lo que está por verse es cómo se obtienen los recursos. Por ahora, se sabe de un crédito del Banco Mundial por 200 millones de dólares, con destino a mejorar la infraestructura en las poblaciones del país. Adicionalmente se siguen manejando ideas como la de emisión de bonos de empleo por una cuantía cercana a los 35 mil millones de pesos y han surgido nuevas ideas como la de aplicar una sobre tasas de medio punto porcentual a las tasas de interés activas y pasivos (es decir de créditos y ahorros), con lo cual se estaría gravando el capital y se generaría una suma importante de recursos. Como complemento a lo anterior, es probable que se destinen fondos del presupuesto nacional o bien que se reasignen algunas rentas con destinación específica (como sucede en el caso del SENA y el Bienestar Familiar) para conseguir dineros adicionales.
Además, se continúa con la idea de "meter en cintura" a las cajas de compensacion, obligándolas a que tomen un papel más activo en la estrategia. Lo mismo se pretende con el SENA, lo cual explicaría el nombramiento de Enrique Low, estudioso del tema del empleo, como su nuevo director.
Según el gobierno, toda la estrategia debería quedar definida la próxima semana cuando se espera presentar al Congreso el proyecto de ley según el cual el gobierno recibe facultades extraordinarias para legislar en materia laboral. Aparte de las medidas para generar empleo, se anticipa una revisión a la doble retroactividad de las cesantías y una eliminación del "matrimonio de los 10 años" que normalmente conduce a que los empleados que estén a punto de cumplir ese tiempo de servicio en una empresa sean despedidos.
Con esa combinación de estrategias el gobierno aspira a que la baja sustancial en el desempleo observada en septiembre se mantenga durante los próximos meses. Tradicionalmente en el mes es normal que la desocupación disminuya debido a una serie de factores estacionales que están muy relacionados con la mayor actividad que antecede la temporada de diciembre. En esta época, sin embargo, hay gente que insiste en que hay un componente importante de reactivación económica de mediano plazo. Si eso es asi y el gobierno logra armar en poco tiempo su plan de choque contra el desempleo, es probable que lo que hoy se considera apenas una buena cifra acabe convirtiendose en la demostración de que, en lo que tiene que ver con la desocupación, Colombia está empezando a salir del hoyo.