Experimento laboral

Las zonas economicas especiales, reglamentadas por el Congreso la semana pasada, serán un interesante experimento laboral. Las empresas exportadoras que se establezcan en Buenaventura, Ipiales, Valledupar o Cúcuta recibirán incentivos tributarios, arancelarios y laborales. Será un termómetro para poner a prueba una receta de los economistas para combatir el desempleo: los contratos de trabajo más flexibles y la reducción en las cargas parafiscales. Como estos beneficios sólo se aplicarán a las industrias nuevas que se creen en las zonas especiales no se tocarán las garantías laborales de quienes trabajan en empresas ya existentes. Pero los efectos de la medida sobre la inversión y el empleo en las zonas fronterizas darán luces para el debate sobre una reforma laboral nacional.