Home

Economía

Artículo

FIEBRE DE BYTES

Los inversionistas en bolsa impulsan las valoraciones de compañías basadas en Internet a niveles astronómicos buscando dar con el nuevo Microsoft.

28 de diciembre de 1998

La falta de información del consumidor acerca de los precios y la calidad de los productos, siempre ha sido fuente de ingresos para muchas compañías. La imposibilidad de un comprador para comparar en un tiempo oportuno los precios de un bien en diferentes puntos de venta, le obligan a que se trance por la premisa de que lo adquirido fue bueno y a bajo costo.Sin embargo, en la actualidad, la intuición del buen comprador cuenta con un aliado incomparable. Gracias a compañías ubicadas en Internet como Priceline.com o eBay.com, el cliente puede averiguar rápidamente qué proveedor está dispuesto a venderle el mejor producto al precio más conveniente. Estas páginas de Internet recopilan la información requerida por el comprador y luego de buscar a través de una base de datos (aproximadamente 900.000 productos), indica quién puede suministrar el bien deseado al mejor precio y en el menor tiempo de entrega. El eterno problema de la falta de información en los precios está en vías de extinción. En el comercio electrónico, libros y discos son subastados cada minuto a través de sistemas como el de eBay y las que salen ganando son aquellas compañías que los ofrecen con las características y en las condiciones requeridas por los consumidores. El producto de eBay es tan popular que la página recibe 140 millones de visitantes a la semana. Esta cantidad de espectadores atrae innumerables ofertas para colocar publicidad en la página, lo cual le genera un importante ingreso adicional a la empresa. De esta manera, esta pequeña compañía se está convirtiendo en otro éxito empresarial en una larga lista de otras compañías cuya estrategia de negocios se basa en Internet.
El 'boom' de las acciones
En los últimos años, las compañías dedicadas a negocios de este tipo se han convertido en las consentidas de los inversionistas de Wall Street. No es para menos. Desde finales de abril de 1997, el índice Isdex de acciones de compañías de Internet ha aumentado en un 250 por ciento. En ese mismo lapso, el índice Standard & Poor_s 500 que agrupa a 500 acciones representativas de todos los sectores ha subido un 65 por ciento. Más aún, sólo en los primeros 10 días de noviembre, el índice de acciones de Internet calculado por Goldman Sachs tuvo un incremento del 11,6 por ciento, mientras que el nivel del S&P 500 solo aumentó en un 1,6 por ciento. Entre las estrellas más rutilantes del firmamento de Internet, se encuentra la acción de Yahoo! _un motor de búsqueda en la red y proveedor de soluciones y servicios_ que ha subido más de 540 por ciento este año. eBay.com por su parte, con ganancias inferiores a los 13 millones de dólares en el tercer trimestre de 1998 está avaluada según el mercado en 5.000 millones de dólares, lo que equivale a 773 veces las utilidades esperadas para 1999!Sin embargo, el caso más aterrador es el de Amazon.com _una librería virtual_ cuya acción ha presentado una rentabilidad del 624 por ciento en el presente año. El mercado valora Amazon.com en 5.000 millones de dólares cuando la empresa nunca ha generado utilidades y se proyecta que no las generará hasta el año 2000 y sus ventas apenas si alcanzarán los 500 millones de dólares en 1998. A pesar de lo que dicen las cifras, Amazon.com tiene varias fortalezas cualitativas. Por una parte, es el más grande vendedor de productos de consumo por Internet a nivel mundial, lo que le ha permitido acumular un nivel de know-how impresionante en este tema. Su modelo de negocios 'virtual' le permite ofrecer tres millones de títulos, frente a los 175.000 que puede contener la mayor de las librerías 'reales' y mantener en inventario producto por un valor de solo 12 días de ventas. Este sistema le ha funcionado tan bien que ya está ofreciendo discos, DVD, y juegos de computador. Si Amazon.com logró convertirse en el centro comercial virtual más grande con tecnología dominante, su valoración actual podría verse justificada. De lo contrario, su acción tarde o temprano se desmoronará. Suben como palmaLa mayoría de estos crecimientos vertiginosos y valoraciones astronómicas tienen más que ver con factores subjetivos que con elementos cuantificables. Después de todo, los negocios de Internet son bastante nuevos y están evolucionando tan rápido que es difícil predecir con alguna certeza para dónde van. Sin embargo, en los mercados bursátiles nadie se quiere perder la oportunidad de invertir en el próximo Microsoft, empresa cuya acción ha presentado una valorización superior al 27.000 por ciento desde su inscripción en bolsa en 1986. Y la mayoría de los expertos apuestan a que la próxima gran empresa de informática estará relacionada con Internet. La compañía que logre posicionarse como el jugador dominante en el negocio de Internet, y particularmente en el tema del comercio electrónico _como lo hizo Microsoft con su producto Windows que se convirtió en el estándar operativo de la gran mayoría de los computadores personales a nivel mundial_ se ganará el premio gordo. Todas las cifras parecen indicar que Internet generará la mayor transformación en el ámbito de los negocios desde la revolución industrial. Mientras que la radio se demoró más de 30 años en llegar a 60 millones de personas y la televisión tardó 15, Internet solo tardó tres. Un estudio realizado en el primer trimestre de 1998 por Jupiter Communications reportó que 10 millones de estadounidenses utilizaron el comercio electrónico en 1997. Para este año, la cifra ronda los 17 millones. De la misma manera, mientras hace tres años solo el 4 por ciento de los americanos utilizaba Internet a diario, esta cifra asciende hoy en día al 25 por ciento. La firma Forrester Research calcula que para el año 2003 las ventas mundiales por medio electrónico ascenderán a los 3,2 billones de dólares, lo cual representaría casi el 5 por ciento de las ventas totales de bienes y servicios a nivel mundial. La expansión de este sistema sin duda impondrá cambios de fondo a la manera tradicional de hacer negocios. En el mundo de la red, la ubicación geográfica y el tiempo pierden preponderancia. Poner un negocio en Internet en cualquier lugar del mundo significa que literalmente estará en todas partes. La geografía no es un limitante ni para las aspiraciones ni para el espectro de las compañías dedicadas al comercio electrónico. El 20 por ciento de los 350 millones de dólares en ventas de Amazon.com para este año se realizaron por fuera de Estados Unidos. De igual manera, los horarios de atención empiezan a expandirse. En Internet, los negocios nunca estan cerrados y siempre habrá atención a los clientes, independientemente de las horas en las cuales se consulte. El ciberespacio nunca duerme. En este contexto han surgido un sinnúmero de empresas con conceptos de negocio muy interesantes. Una de ellas es E-Trade, que es la compañía de operaciones bursátiles por internet más importante de Estados Unidos. Sus programas permiten que los clientes compren y vendan acciones en tiempo real a precios muy económicos, puedan hacer seguimiento continuo a sus portafolios personales y tengan acceso inmediato a información relacionada con los últimos sucesos del mercado accionario. Con estas ventajas sobre los intermediarios tradicionales y otras que seguramente surgirán a medida que se desarrollen nuevas tecnologías, no es absurdo pensar que en poco tiempo empresas como E-Trade y Schwab.com acaparen una buena tajada de este mercado. Otras empresas con conceptos de negocios innovadores son: VocalTec Communications, de origen israelí, que produce software que permite la comunicacion vía voz por Internet; FreeMarkets Online que ayuda a empresas industriales a llevar a cabo subastas en línea para la compra de suministros; TPN Register que aglutina empresas independientes con proveedores similares para incrementar su poder de negociación; Cybercash que produce software que permite realizar transacciones financieras seguras a través de Internet; compañías como CDNow y N2K que venden discos a través de páginas de Internet personalizadas a la medida de cada cliente, y otras como PersonaLogic y LikeMinds que producen software que permite hacer seguimiento a las operaciones de una persona en Internet para así definir sus hábitos y preferencias y poder hacerle mercadeo directo.
La ley del más fuerte
No obstante el potencial evidente que ofrece Internet, lo más probable es que muchas de las empresas que han surgido alrededor de este medio no sobrevivan por mucho tiempo. Después de todo, el hecho de estar ubicado en Internet no garantiza el buen futuro de los negocios. Por este motivo, muchos se sorprenden por las valoraciones que alcanzan este tipo de compañías en bolsa. Sin embargo, la muestra está un poco sesgada, pues nadie habla de los cientos de empresas de Internet que ya han quebrado.No resulta difícil, por ejemplo, imaginar que en la actualidad el comercio electrónico, en su mayoría, esté siendo utilizado como fuente de información de precios y productos para luego ir a realizar las compras en el comercio tradicional. Gran parte de los expertos concuerdan que, además de los problemas de seguridad con los pagos electrónicos, existen todavía ciertos bienes que los potenciales clientes prefieren probar, saborear, oler o tocar antes de comprarlos. De allí que las empresas que han tenido éxito basan sus operaciones en ofrecer servicios 'intangibles' como son los financieros y los tiquetes aéreos, entre otros. Si esas son las ventajas que ofrece el comercio electrónico, no todos los negocios podrán explotarlas en su beneficio. El profesor de economía de MIT, Paul Krugman, comenta al respecto: "La idea de la economía de la información es un poco absurda. En últimas, una empresa debe satisfacer las necesidades de los consumidores, y éstos no solo quieren información, desean bienes tangibles. A la mayoría de los compradores no les interesa ver lindas gráficas en Internet, quieren vivir en buenas casas, manejar automóviles y comer carne".Muchos inversionistas que adquirieron acciones de Microsoft en la década anterior, también se vieron tentados por las entonces prometedoras compañías que innovaron en el mercadeo por televisión. En menos de un año, las dos empresas más prominentes en este campo vieron sus papeles subir de precio a más de 120 dólares, desde una base inicial de 20 dólares. Un año más tarde, cuando el negocio no resultó ser lo que se esperaba, estos se situaron debajo de 10 dólares y hoy ya no se transan. Las ilusiones de los inversionistas iban sustentadas por las proyecciones y estudios de los expertos en el tema. Esta experiencia nos indica que los analistas debieran aprender de las lecciones de la historia antes de vaticinar el futuro, pues al final del partido siempre hay perdedores.