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Salvador Sánchez, presidente de El Salvador, pidió a la Asamblea Legislativa aprobarle un endeudamiento por 1.200 millones de dólares para hacerle frente a la situación de iliquidez. | Foto: A.F.P.

CENTROAMÉRICA

FMI rescata a El Salvador

La organización lanzó un salvavidas al país centroamericano para evitar que entre en cesación de pagos.

15 de octubre de 2016

El presidente de El Salvador, Salvador Sánchez, le habló con franqueza a su pueblo la semana pasada cuando, en un mensaje televisado, anunció que su gobierno se declara en emergencia económica. El país más pequeño de Centroamérica está a las puertas de un default (cesación de pagos), la peor situación a la que puede llegar una economía, pues representa el ostracismo financiero, ya que se le cierra el mercado internacional de capitales.

Para salir de esta grave situación, el país le pidió ayuda al Fondo Monetario Internacional (FMI) que está dispuesto a lanzarle un salvavidas si el gobierno aplica una dura receta. El paquete de medidas que exige el organismo internacional incluye reformar el sistema de pensiones, ajustar el presupuesto y adoptar una ley de responsabilidad fiscal o regla fiscal como tiene Colombia.

El lío es que como están próximos a vencerse varios pagos del servicio de la deuda, el gobierno le pidió a la Asamblea Legislativa aprobarle urgentemente 1.200 millones de dólares de títulos valores para convertirlos en Letras del Tesoro, con el objeto de financiar sus abultados gastos y cumplir sus obligaciones financieras. Pero el opositor partido (Arena) le ha frenado esta propuesta en diversas ocasiones, lo cual augura una dura batalla a los proyectos de ley que Sánchez tiene que tramitar en el Legislativo.

Desde que firmó la paz con el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), hace 24 años, la economía de El Salvador ha crecido en promedio 3 por ciento, menos de lo que lo hicieron muchos de sus vecinos de la región. Analistas dicen que los problemas económicos se han agravado por las fuertes disputas políticas entre el partido de derecha Alianza Republicana Nacionalista (Arena), que bloquea la aprobación de proyectos, y el exguerrillero FMLN, de centroizquierda, al que pertenece el actual mandatario.

A ello se suma la crisis social y de inseguridad producto de años de violencia y de la terminación del conflicto, que el país no manejó bien. Aunque la guerrilla depuso las armas, surgieron bandas criminales (las famosas maras), verdaderos ejércitos integrados por cerca de 70.000 jóvenes que se dedican al narcotráfico y actividades ilegales, y que tienen al país en jaque. El Salvador tiene una tasa de 63 homicidios por cada 100.000 habitantes, una de las más altas del mundo.

Abelardo Medina, analista del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), le dijo a SEMANA que uno de los principales problemas es el crecimiento de la deuda pública. En una década subió más de 20 puntos porcentuales, al pasar de 39 a 61 por ciento del PIB, más de 17.000 millones de dólares.

La deuda aumentó porque el crecimiento económico se estancó en el último quinquenio en alrededor del 2 por ciento. Esto llevó a una reducción en los ingresos, en un país cuyos recaudos fiscales no llegan a 15 por ciento del PIB, menos de lo que recibe por las remesas que envían los salvadoreños que viven en el exterior. El año pasado recibió por este concepto 4.300 millones de dólares, casi el 20 por ciento del PIB. Cabe señalar que en 15 años, más de un millón de salvadoreños emigraron hacia Estados Unidos ante la falta de oportunidades y la excesiva criminalidad, una cifra muy elevada teniendo en cuenta que el país tiene un total de 6 millones de habitantes.

Otra de las razones del alto endeudamiento es el sistema pensional, que se convirtió en una bomba de tiempo. El gobierno no solo tiene que responder por las mesadas del sistema de reparto, en el que se reconoce como pensión hasta el 100 por ciento del salario devengado, sino por una pensión mínima vitalicia cuando a los pensionados de los fondos privados se les acaben sus ahorros. Para este año el pago de las pensiones equivale a casi todo el presupuesto de la Nación.

En Colombia muchos miran de cerca a El Salvador, no solo porque ese país terminó también un conflicto armado, sino porque allí hay grandes intereses del sector privado nacional. La presencia de la banca colombiana es tan fuerte que actualmente maneja la mitad de los activos financieros de esa nación . Bancolombia, el Banco de Bogotá y Davivienda, los tres más grandes bancos del país, son protagonistas en esa economía. Por ello, a pesar de su tamaño, lo que pase con la economía y la vida en El Salvador no es indiferente en Colombia.