Home

Economía

Artículo

Economía

Frenazo

El Dane confirmó con cifras lo que ya todos estaban sintiendo: que la economía se desaceleró.

28 de junio de 2008

Estaba cantado. La economía colombiana perdió ritmo. Lo que temían algunos y sentían todos los colombianos, los de a pie, los industriales, los comerciantes y los agricultores, lo acaba de confirmar el Departamento Nacional de Estadística (Dane): La economía se enfrío. En el primer trimestre de 2008 el Producto Interno Bruto (PIB) aumentó 4,1 por ciento, frente al mismo período del año pasado, cuando la economía marchaba al 9,1 por ciento.

Aunque cualquiera dirá, con razón, que crecer al 4 por ciento no es malo, máxime después de un año tan esplendoroso como fue 2007, la verdad es que hay unas señales preocupantes que generan incertidumbre en el corto plazo. Por ejemplo, al comparar el período enero-marzo de 2008 contra septiembre-diciembre de 2007, el resultado es más inquietante, pues el PIB trimestral cae por primera vez después de dos años.

Todos los sectores económicos han aflojado este año, algunos más que otros. La construcción, por ejemplo, ya presenta caída del 5,7 por ciento, lo cual es grave porque es una actividad generadora de empleo. La construcción se ha visto afectada por el aumento en las tasas de interés, lo que ha frenado la compra y la construcción de vivienda, pero la principal explicación del bajonazo en este sector se encuentra en las obras civiles. El dato se ve aun más dramático si se tiene en cuenta que estas crecieron en el cuatro trimestre del año pasado casi un 50 por ciento. En esto tuvieron mucho que ver los mandatarios locales que se alistaban para dejar sus cargos y aceleraron la culminación de obras para alcanzar a inaugurarlas. Por el contrario, en el primer trimestre de 2008 caen 24,5 por ciento. Como es usual, los sucesores arrancan con máxima austeridad y ello explica la parálisis.

Por otro lado, pese a los buenos precios internacionales, la minería también aflojó en el primer trimestre del año. Este sector se vio afectado por la huelga de un mes en Cerromatoso, lo que impactó todo este renglón económico. En general nadie se escapó de los malos resultados. La industria manufacturera y el comercio perdieron ritmo, y un mejor desempeño mostró el sector agropecuario, que se ha visto favorecido por los mayores precios.

Una de las consecuencias más graves de la desaceleración económica es sin duda el impacto en el empleo. Las cifras oficiales también corroboraron que está estancada la generación de nuevos puestos de trabajo. La tasa de desempleo en mayo se situó en el nivel nacional en 10,7 por ciento, contra el 11,4 por ciento de mayo del año pasado.

Para muchos analistas, lo que reveló el Dane la semana pasada no debería sorprender porque la economía se tenía que enfriar tarde que temprano. El problema es que algunos creen que ha sido muy pronto. Hay que esperar las cifras del segundo trimestre de este año, pero las señales no son muy alentadoras. Con la inflación creciendo, la revaluación que se ha prolongado por más tiempo y las tasas de interés en aumento, nadie está haciendo cuentas muy alegres.

La esperanza está puesta en el segundo semestre del año, cuando muchos analistas y el gobierno esperan que mejoren las condiciones de la economía internacional y ello repercutirá favorablemente en Colombia. Si se termina creciendo al 5 por ciento que proyecta el gobierno, sin duda quedarían todos contentos.