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El presidente de La Equidad, Clemente Augusto Jaimes, explicó que el 95 por ciento de los ingresos del equipo corresponde al patrocinio de Saludcoop y Seguros La Equidad.

FÚTBOL

Golazo empresarial

¿Cómo ha hecho un equipo de fútbol sin hinchas y recién llegado al profesionalismo como La Equidad para convertirse en protagonista de primera línea?

5 de junio de 2010

Hace apenas tres años, La Equidad jugó su primer torneo profesional de fútbol en Colombia en la categoría A. Desde entonces, este equipo bogotano ha dejado una estela de éxitos que lo han puesto como una de las figuras del negocio en Colombia. El más reciente es el subcampeonato del torneo apertura, luego de perder una disputada final con Junior de Barranquilla, el pasado miércoles.

Más de uno se pregunta en Colombia cuál es la fórmula de este equipo, joven, sin fanaticada y, en consecuencia, con muy pocos ingresos provenientes por taquilla, para estar por delante de los tradicionales equipos de fútbol del país y la capital como Millonarios y Santa Fe.

La receta del éxito es más simple de lo que parece. El funcionamiento de la institución vale cerca de 11.000 millones de pesos al año y el 95 por ciento de esos recursos proviene de los patrocinios que ofrecen Saludcoop y Seguros La Equidad, dos de las más grandes cooperativas del país.

Es una cifra muy importante, si se tiene en cuenta que a los demás equipos les toca cada año negociar dos o tres patrocinios para conseguir la misma cantidad de recursos y apostarles fuerte a los ingresos por taquilla, lo que genera mucha incertidumbre temporada tras temporada.

Paradójicamente, La Equidad, gracias al apoyo de las dos grandes cooperativas, ha logrado cantidad y estabilidad en sus ingresos, aunque no tiene una gran fanaticada.

La apuesta de estos dos patrocinadores es firme y casi incondicional, pues su historia está estrechamente relacionada.

Saludcoop nació como un proyecto de La Equidad para incursionar en el competido mundo de las EPS. De hecho, Carlos Palacino, el actual presidente de Saludcoop, fue vicepresidente de La Equidad Seguros antes de ocupar su cargo actual.

Saludcoop y La Equidad asumen la inversión en el club como un gasto de publicidad y posicionamiento de marca, pues, de acuerdo con Augusto Clemente Jaimes, gerente de La Equidad, el negocio todavía no deja excedentes.

Sobre esa base, se ha ideado una estrategia empresarial. "La Equidad como equipo de fútbol es administrado con los mismos criterios de cualquier empresa seria. Cumplimos con estrategias de planeación y miramos el largo plazo. Así lo demuestra el hecho de que tenemos a Alexis García, el técnico con más continuidad del fútbol colombiano", explicó.

El apoyo de las cooperativas también se refleja en una inversión importante en infraestructura. El año pasado La Equidad inauguró en Bogotá el complejo deportivo más moderno para un equipo profesional de fútbol en Colombia, gracias a una inversión impulsada por la EPS Saludcoop de casi 7.000 millones de pesos.

Esta clase de inversiones tiene su lado polémico. Para la Superintendencia Nacional de Salud, Saludcoop invirtió más de 600.000 millones de pesos de recursos del sector, en proyectos que no están relacionados con la prestación de estos servicios. Obviamente, los expertos se preguntan hasta dónde la construcción de un complejo deportivo para un equipo de fútbol profesional tiene que ver con la atención médica de muchos colombianos.

De acuerdo con el presidente de la Asociación Colombiana de Futbolistas Profesionales (Acolfutpro), Carlos González Puche, el éxito de La Equidad es evidente y muy positivo para el fútbol colombiano. Sin embargo, tiene todavía aspectos que mejorar, en relación con los contratos con los jugadores y el derecho de asociación para estos profesionales. Para González, allí todavía hay trabajo por hacer.

Sin duda, los resultados de La Equidad son un buen ejemplo de cómo sí se puede manejar con criterio empresarial el fútbol. Pero también deja interrogantes acerca de la conveniencia de que una EPS, en este caso Saludcoop, destine recursos de la salud a actividades no relacionadas con su objetivo central.