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Una caída en los precios del petróleo descuadra muchas de las cuentas fiscales y de Ecopetrol. La bolsa colombiana no ha tenido bajones tan profundos, pero también ha sentido el golpe.

CRISIS

¿Golpeará la crisis a Colombia?

Colombia salió bien librada de la recesión global de 2008-2009. Mientras la mayoría de las economías cayeron, la colombiana creció. Pero no se sabe qué pasará ahora, si llega otra recesión.

13 de agosto de 2011

En la pasada crisis mundial, en 2008, el ministro de Hacienda, Óscar Iván Zuluaga, generó un gran debate cuando dijo que la economía colombiana estaba blindada. Los críticos lo calificaron de exageradamente optimista. Sin embargo, al final se demostró que si bien el país no estaba inmune frente a los efectos de una recesión mundial, sí estaba mejor preparado que muchas de las economías industrializadas. Colombia salió menos maltrecha: mientras el PIB global se contrajo, el colombiano creció (1,5 por ciento en 2009).

Ahora que el panorama global se volvió a nublar, vuelven a surgir interrogantes semejantes. ¿Está la economía colombiana a salvo, ¿dónde se sentirían los efectos de la nueva crisis, ¿se puede hacer algo para atenuar el impacto de un choque externo?

Ante todo, es inevitable que se sientan los vientos de la tormenta. Para Mauricio Cárdenas Santamaría, "frente a estas circunstancias, no hay blindaje que valga. Estamos en una economía integrada y si hay una nueva recesión en Estados Unidos y en Europa o si caen los precios de las materias primas, lo sentiremos". Cárdenas piensa que el país tiene con qué amortiguar el golpe y que no sería algo traumático, entre otras razones, porque hay cómo hacer política expansionista, tanto en lo monetario como en lo fiscal.

Aunque los analistas no esperan una caída fuerte, hay cinco frentes en los que las alarmas deben estar encendidas.

1) Exportaciones

Una crisis de crecimiento en la economía mundial afecta el comercio. Si se frenan las economías de Estados Unidos y Europa, la reacción natural será importar menos, lo que afectaría a los países que les venden productos. Se puede esperar una caída en las exportaciones colombianas, fundamentalmente en el petróleo, pero también en los productos tradicionales.

El problema de Colombia es que su clientela no está muy diversificada. Por el contrario, tiene una alta dependencia en el mercado gringo y -en menor medida- en el Viejo Continente. Estados Unidos es el principal destino de las exportaciones colombianas, con una participación de 39 por ciento dentro del valor total, y le sigue la Unión Europea, con el 14 por ciento.

La volatilidad bursátil que está viviendo el mundo está haciendo que las empresas en Estados Unidos y Europa se replieguen y tomen precauciones a la hora de importar. Si caen las exportaciones colombianas -que crecieron en el primer semestre a un ritmo del 39 por ciento- no solo se perjudican el gobierno y Ecopetrol por las menores ventas de petróleo, sino muchas otras empresas que exportan a esos mercados.

Hay preocupación por lo que pueda suceder con China. Una desaceleración allí disminuiría las importaciones de materias primas, lo que afectaría los precios de los commodities.

2) Inversión y bolsa

En este momento hay una enorme aversión al riesgo en el mundo y eso explica la volatilidad en las bolsas de valores.

Para Mauricio Cárdenas, el clima de desconfianza afectará las inversiones de portafolio en Colombia. "Eso de pensar que porque las tasas están malas en el mundo desarrollado nos vamos a llenar de capitales es una ilusión. Eso puede ocurrir con los problemas de Grecia, pero no si los líos están en Estados Unidos o en Francia".

Las bolsas de América Latina no están aisladas de Wall Street y Europa, y en casi todos los países de la región tuvieron caídas tan fuertes. Incluso la bolsa colombiana también ha sentido el golpe.

El exministro de Hacienda Rodrigo Botero dice que, en momentos de pánico, "los mercados internacionales no se ponen con la sofisticación de escoger qué país se encuentra en mejor situación. Sencillamente prefieren resguardarse en los bonos del Tesoro estadounidense".

Para Juan Pablo Córdoba, presidente de la Bolsa de Valores de Colombia, si bien los inversionistas prefieren quedarse quietos a la espera de que pase el temporal, en algún momento tendrán que mover el dinero. "Al final, buscarán economías más seguras y más rentables, y ahí están los países emergentes, como Colombia".

La convulsión en los mercados llega en un momento inoportuno para el país. No se había visto tanta acogida de las empresas por salir al mercado con sus acciones como ahora. Preocupa que los inversionistas locales se desanimen y se pueda afectar la oferta de Ecopetrol que está en el mercado y las que se anunciaron para los próximos meses, como las de Gruposura y Éxito.

Algunos expertos creen que las emisiones locales no tendrían problemas, pero es probable que bancos que están buscando inversionistas, como el Colpatria y el HSBC, encuentren hoy más dificultades que hace unos meses.

3) Situación fiscal

El margen de maniobra fiscal que tienen los gobiernos para actuar con políticas expansionistas no es el mismo de hace tres años. Eso incluye a Colombia. Aunque el ministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverry, ha dicho que no tiene problemas de caja, otros analistas consideran que este es un tema de preocupación.

Para Mauricio Cárdenas, el menor precio del petróleo tendrá un impacto fiscal. "No es lo mismo manejar una economía con el petróleo a 90 o 95 dólares que a menos de 80. Esto puede afectar muchas variables que cambian completamente los escenarios cambiarios y fiscales". La Agencia Internacional de la Energía (AIE) revisó a la baja las previsiones de demanda de petróleo para 2011. La semana pasada, el precio del petróleo WTI (referencia para Colombia) se movió entre los 80 y 85 dólares el barril, pero a comienzos de agosto estaba por encima de los 90 dólares. Ahora bien, en 2009, el crudo llegó a bajar a 37 dólares, lo que hace que las actuales circunstancias sean diferentes.

Para tranquilidad, el gobierno tiene asegurado el prefinanciamiento externo, por lo que no necesita salir al mercado en esta coyuntura de turbulencia. Tiene además una línea de crédito de contingencia con el FMI de 6.000 millones de dólares y unas reservas internacionales cercanas a los 30.000 millones de dólares. Estos son elementos que dan tranquilidad.

4) Dólar

La pregunta del millón es para dónde irá el dólar. Muchos esperarían que con los problemas de Estados Unidos y la baja en la calificación de su deuda, los capitales salgan de allí y lleguen a la región, apreciando más las monedas. Sin embargo, eso no está tan claro. De hecho, la semana pasada, en plena caída de las bolsas, el dólar ganó terreno. Daniel Niño, gerente de Investigaciones Económicas de Bancolombia, afirma que la revaluación del peso posiblemente modere la tendencia.

Otros creen que un menor precio del petróleo podría hacer menos atractivas las inversiones en este sector y por esa vía habría algún freno en la llegada de divisas. Un efecto similar se podría esperar si se caen las exportaciones por causa de la menor dinámica del comercio mundial y de las inversiones de portafolio.

5) Crecimiento

Hay un amplio consenso entre los economistas en el sentido de que el año ya está jugado en materia económica. Se espera que 2011 termine con un crecimiento cercano al 5,5 por ciento. Las preocupaciones están dadas para 2012, cuando se podría sentir el impacto de una desaceleración de la economía mundial. Todos los analistas creen que el gobierno tendrá que ser más prudente en materia fiscal, pues en 2012 habrá menos holgura.

Por otro lado, el Banco de la República tendrá que pensar en cómo ir moderando el cambio de política monetaria ante un menor crecimiento: si realmente se frena la economía, no habrá motivos para seguir subiendo las tasas de interés. Como se ve, no se puede pensar que la tormenta pasará por un lado de Colombia sin tocarla. No hay que salir corriendo, pero tampoco hay que cantar victoria.