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HABLA MIN-TRABAJO

GUILLERMO ALBERTO GONZALEZ

28 de noviembre de 1983

Habla Min-Trabajo
SEMANA.: ¿Cómo definiría el momento laboral que vive el país?
MIN-TRABAJO.: Hemos aireado el tema laboral. Se está tratando con entera libertad, en los más diversos escenarios, sin limitaciones ni cortapisas. Esto le hacía falta al país: sacar el tema de la penumbra y ventilarlo por todos los medios de opinión,-desacralizarlo para que se convierta en un tema nacional y se llegue así a un gran propósito de cambio en la materia.
S.: Ud. parece estar arriesgando su prestigio político y administrativo en el conflictivo ministerio de Trabajo.
M. de T.: Si tengo que gastar prestigio en esta gestión, estoy dispuesto a hacerlo en beneficio de una causa que esté de acuerdo con mis principios.
S.: ¿Cómo podría definir concretamente la política laboral del gobierno?
M. de T.: Hay una política definida: buscar que el problema laboral no sea simplemente un problema de baranda de policía como ha sido hasta el momento. Debe tratarse a fondo, considerando que es un prblema con profundas implicaciones sociales y económicas. En este sentido debe cambiarse el derecho Laboral que nos rige por uno de mayor contenido social, de mayor avance y ámbito más amplio. ¿Tiene sentido que se ignore en las normas al desempleado, al que busca trabajo, al más desamparado?
Otros aspectos de la política laboral son: a.) Colombia será a finales de siglo uno de los paises con más ancianos en el mundo, en relación con su población total. En consecuencia, deben tomarse medidas previsivas para afrontar esta situación. Por eso he hablado con insistencia de la tercera edad. Ya se está creando conciencia sobre el problema.
b.) Hay un agudo problema de desinformación en el sector laboral. Por eso se dificulta en alto grado la negociación colectiva. He pedido que las empresas le abran los libros a los sindicatos, que conozcan la contabilidad y los estados financieros, que exista en forma permanente un comité de empresarios y trabajadores que presente informes periódicos sobre el estado económico de un sector: el agricola, el metalmecánico, el de la construcción, etc. Es, en últimas un proceso de participación.
S.: Algunos sectores temen porque puedan desconocerse ciertos derechos sindicales ya adquiridos...
M. de T.: Se respetaran todas las conquistas laborales. No vamos a ir a contrapelo de las tendencias internacionales en la materia. Los acuerdos de la OIT se deben respetar si los hemos aprobado en Cinebra, e incorporarlos a la legislación.
S.: Existe la idea de que el país está viviendo una crisis laboral sin antecedentes y de que el movimiento sindical está "enrarecido". ¿Ud. que opina?
M. de T.: Se está abusando de la palabra crisis. Se desgastó por usarla inadecuadamente, diariamente. Las huelgas están consagradas en el Código. Cuando se realizan legalmente no se constituyen en hechos por fuera de nuestro sistema institucional. No deben constituir motivos de escándalo. Si hay manifestaciones y huelgas es porque está operando la democracia.
Hemos dicho y lo reiteramos que actuaremos con la ley en una mano y el diálogo en la otra. Con la tolerancia como nórma de conducta.
S.:¿El caso Fabricato se podría considerar como una especie de norma de conducta laboral de su cartera en lo que se refiere al manejo de los problemas sindicales?
M. de T.: Fabricato no es un caso analogable a ningún otro, ni constituye ejemplo que se vaya a seguir. Es una empresa en concordato, con la producción como único medio para sobrevivir. Si se paraba, se cambiaría la figura del concordato por la de la quiebra. La declaratoria de ilegalidad del cese de actividades era lo único que podía hacerse para que se restituyera la producción. Si no hubiese tomado esta medida dolorosa y absolutamente legal, hoy se me estaría endilgando la culpabilidad de la desaparición de la empresa y del empleo que genera.
S.: ¿Cuál es, en definitiva, la posición del gobierno en cuanto al salario minimo?
M. de T.: El salario minimo debe establecerse por concertación. No tiene sentido ir a un Consejo de Salarios con una cifra prefijada. Es lógico que la inflación se constituye en un factor imposible de ignorar para determinar el porcentaje de aumento Pero no debe llegarse a la discusión con un porcentaje rigido, inflexible.
La cifra del 14% es como una asíntota en geometría. Sirve de referencia y está allí siempre presente.
S.: ¿Cuál es la posición del gobierno frente a los proyectos de salario integral y cesantías retroactivas?
M. de T.: No creo conveniente el salario integral. El país no lo toleraria en estos momentos, entre otras razones porque hay largo recorrido de conquistas laborales que nadie entendería que desaparecieran para sustituirlas por salario. El gobierno no propicia ésta reforma.
En cuanto a la retrospectividad de las cesantías, se ha hablado como medida indispensable, para bajar la carga de esta prestación en los gastos de la empresa. El tema debe debatirse.
Pero mis informes indican que, frente a los costos de la empresas, no hay tal que este valor sea el determinate.
S.: ¿Cómo concibe el gobierno a las centrales obreras y su rol en el ámbito laboral?
M. de T.: El gobierno desea centrales obreras fuertes, con prestigio en las bases, con calado en la opinión, con influencia creciente en la vida nacional. Con independencia critica y con intervención permanente sobre los temas que interesan a los colombianos. -