HAY QUE ESCUCHAR AL INDIGENA

Como odisea ecológica puede calificarse la expedición del Comandante Jacques Cousteau por el Amazonas que, a mediados de julio, comenzará a explorar el tramo colombiano. Intereses centrales de la expedición: establecer la diferencia de manejo de las aguas por parte de indígenas y colonos y determinar por qué la relación del indígena con el medio ambiente, después de 10 mil años de prácticas hortícolas, no ha roto el equilibrio natural del sistema amazónico. El comandante necesitaba, para coordinar el trabajo de terreno, a alguien que conociera las tribus y le sirviera de mediador. Una experiencia de 10 años y un profundo conocimiento de algunas tribus amazónicas señalaron como ideal al antropólogo y arqueólogo Martin von Hildebrand, 38 años, hijo de alemán e irlandesa, nacido en Nueva York y quien, a pesar de haber tenido la oportunidad de trabajar en Europa como profesor de La Sorbona, decidió dedicar sus años de juventud a la investigación de los indígenas en la Amazonía colombiana. Los tanimuka, "gente ceniza", le enseñaron a valorar, por encima de todo, la comunidad: "Son mucho más amplios que nosotros y la decisión de cada miembro de la tribu tiene repercusiones inmediatas en la marcha de la comunidad. Allí hay una verdadera participación, la que se ha perdido en las ciudades". Cuando está durante mucho tiempo en la ciudad, Martin experimenta desajustes; el más permanente se refiere al grupo de amigos: se siente un poco al margen de ellos, porque sabe que ha perdido el contacto con lo ligero de la vida cotidiana. Es el exótico, el que tiene cosas raras para contar.
Todavía hay un distanciamiento excesivo entre el colombiano mestizo, que es la mayoría de la población, y el colombiano que pertenece a alguna de las tribus sobrevivientes de la América precolombina. Un reciente congreso indígena que se reunió en Bogotá atrajo más interés de la prensa como asunto exótico que como exposición de un problema que reclama solución, con base en respetar las expresiones culturales autóctonas y alentar su desarrollo.
Von Hilderbrand ha participado regularmente en discusiones, invitado por los indígenas, y cree que si más de 30 millones de indígenas americanos han logrado organizar movimientos propios, independientes de las izquierdas y las derechas, en Colombia puede suceder lo mismo. "Estos movimientos son definitivos en la conformación de modelos para ofrecer alternativas que inspiren decisiones políticas. Es el único sector popular organizado. Casi cinco siglos luchando por ser y seguir siendo ellos mismos, por conservar su identidad cultural son la prueba más evidente". Y fue precisamente esa convicción la que lo llevó a tomar la decisión de nacionalizarse en Colombia: "Sólo como colombiano podía participar directamente y llevar al nivel político los problemas indígenas, luchar por su protección, su independencia de las misiones, defender su autonomía...". ¿Quijote? Los quijotes son necesarios y, a veces, logran "desfacer entuertos". Martin Von Hildebrand es actualmente el coordinador del grupo de trabajo sobre asuntos indígenas de la campaña de López.