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| Foto: Daniel Reina

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Las salas de cine baten récords de taquilla

En 2016 asistieron más de 61 millones de espectadores en el país. Los ingresos del sector crecen cerca del 10 por ciento y las compañías alistan ambiciosos planes de expansión.

29 de enero de 2017

Una industria del sector del entretenimiento no ha parado de crecer en la última década. Se trata de la exhibición de películas en Colombia, que año tras año rompe récord de asistentes. A pesar de la desa-celeración de la economía, el 2016 fue un buen año para las salas de cine que registraron una cifra histórica de 61,4 millones de asistentes, tres veces más que diez años atrás, y superaron los 500.000 millones de pesos en taquilla, un incremento del 8 por ciento frente al año anterior.

Además, una película colombiana se posicionó como la más taquillera en la cinematografía nacional con 1,65 millones de asistentes. Se trata de El paseo 4 patrocinada por la división de cine de Caracol Televisión, una comedia de Dago García Producciones, que tiene en su palmarés varios de los largometrajes con mayor asistencia en Colombia.

Estos números comprueban que el cine tiene más dinamismo que nunca y echan por tierra las predicciones de hace unos años que señalaban que la piratería, el auge del video y las nuevas audiencias de plataformas como Netflix asestarían un duro golpe a los teatros. Pero los datos son contundentes: a nivel mundial el recaudo de taquilla, según ComScore, ascendió el año pasado a 40.000 millones de dólares. Estados Unidos, Canadá y China dominan el mercado, con el 45 por ciento de las cerca de 150.000 pantallas que hay en el planeta. Cada año los estudios de los principales países productores lanzan nuevos largometrajes.

Colombia no es la excepción. El año pasado salieron al mercado 41 películas nacionales, que representan el 13 por ciento de las 316 que se exhibieron comercialmente, una cifra nada mala que comprueba que, después de tantas luchas, esta industria comienza a arrojar frutos. Entre las producciones más taquilleras del año pasado, además de El paseo 4, están El coco, con 1,15 millones de asistentes, el Agente Ñero Ñero 7, Uno al año no hace daño 2, Usted no sabe quién soy yo, entre otras. A ellas hay que sumar el documental Colombia Magia Salvaje, que sigue siendo el más visto con 2,3 millones de asistentes.

Este mayor número de producciones nacionales responde a los recursos destinados al sector a través del Fondo para el Desarrollo Cinematográfico, que administra Proimágenes Colombia. Para 2016 se aprobaron 24.800 millones de pesos. Claudia Triana, directora de Proimágenes, sostiene que los resultados han llegado gracias a la Ley del Cine de 2003, que creó una renta parafiscal para promover al sector, así como a los incentivos tributarios. La producción de películas colombianas pasó de menos de 3 a cerca de 40 por año, con lo que Colombia se ha convertido en el cuarto productor de América Latina.

Pero no solo hay más cantidad, sino calidad. Varios filmes colombianos se han destacado en los escenarios internacionales. El abrazo de la serpiente estuvo nominada al Óscar en 2016 como mejor película extranjera; Siembra ganó el premio de Mejor Ópera Prima en el Festival Internacional de Cine de Tarragona (España); La ciénaga, entre el mar y la tierra obtuvo dos reconocimientos en el festival de Sundance (Estados Unidos), y Los viajes del viento, para mencionar algunas.

La asistencia a los estrenos nacionales ha venido creciendo al pasar en la última década de menos del 3 al 8 por ciento. Sin embargo, todavía los espectadores prefieren el cine estadounidense y así lo demuestra la presencia el año pasado en estrenos como Buscando a Dory, Batman vs. Superman, El conjuro 2, Comando suicida y Capitán América, con más de 2 millones de asistentes cada una.

Camilo Herrera, presidente de Raddar, una firma consultora de mercados, destaca la mayor afluencia de público a las salas a pesar del menor ritmo de crecimiento en los gastos de los hogares el año pasado (0,57 por ciento) y a la mayor inflación. Según el analista, muchas personas encontraron en el cine un escape a las presiones económicas. Además, este entretenimiento es relativamente barato. Una boleta cuesta, en promedio, 8.600 pesos (menos de 3 dólares, mientras que en los países desarrollados vale entre 10 y 12 dólares, más de 30.000 pesos).

Munir Falah, presidente de Cine Colombia, la mayor distribuidora y exhibidora del país con 280 salas y 46 por ciento de la taquilla, dice que la asistencia a cine ha crecido gracias a que el país cuenta con las salas más modernas de América Latina, a los nuevos formatos, como el 4D, y a que las películas llegan casi al mismo tiempo que en Estados Unidos. Ese es el caso de La La Land, nominada en 14 categorías en los Premios Óscar, exhibida en Colombia antes que en el resto de la región.

A ello se suman las políticas de fidelización de las principales compañías distribuidoras como Cine Colombia, Royal Films, Cinemark, Procinal o Cinépolis, entre otras, que con la compra de tarjetas dan puntos o descuentos en la boletería, además de las facilidades para adquirir los tiquetes a través de internet. Todos estos factores se han conjugado para atraer más público. Patricia Amaya, una comunicadora social, va a cine 60 veces en promedio al año porque considera que no es posible vivir frente al televisor la experiencia social de una sala, con una buena banda sonora, una excelente fotografía y una adecuada ambientación.

Expansión en marcha

Sin embargo, pese a este crecimiento, en Colombia todavía hay mucho espacio para que crezca aún más la industria cinematográfica. Según la Encuesta de Cultura del Dane, solo el 40,6 por ciento de los colombianos fue a cine el año pasado. Esto quiere decir que la asistencia per cápita es de 1,3 visitas a cine al año, un nivel bajo comparado con los países desarrollados donde la gente va entre 3 y 4 veces al año per cápita.

Para masificar más este espectáculo es necesario construir más salas de cine y llegar a sitios nuevos. Actualmente hay cerca de 1.000 pantallas en todo el país, de las cuales cerca del 60 por ciento están en Bogotá, Medellín y Cali. El problema es que el desarrollo de nuevas salas va atado al crecimiento de los centros comerciales. En Bogotá, por ejemplo, el multiplex de Centro Mayor convocó el año pasado los mismos espectadores que Villavicencio (1,99 millones de personas).

En este proceso de expansión Cine Colombia tiene una meta clara. Ya cerró contratos para 105 nuevas salas en los próximos dos años y medio, para lo que invertirá 90 millones de dólares. Además, destinará 30 millones de dólares adicionales para ampliar y remodelar siete complejos cinematográficos que están en funcionamiento.

Esas inversiones hacen parte del plan de esa empresa para celebrar sus 90 años. La compañía, nacida en 1927 por iniciativa de un grupo de empresarios antioqueños, hace parte del portafolio de Valorem, el vehículo de inversión del Grupo Santo Domingo. Es una de las firmas que más ingresos le generan –para este año espera superar los 520.000 millones en facturación–. Entre los planes de celebración, Falah menciona la Ruta 90, que consiste en llevar el cine a la población más vulnerable del país en 90 municipios colombianos. El pasado viernes comenzaron por San José del Guaviare e irán hasta Puerto Colombia (Atlántico). La segunda ruta partirá de Icononzo (Tolima) hasta Dibulla (La Guajira).

Las expectativas para esta industria son favorables. Este año espera llegar a 64 millones de espectadores y aumentar el número de salas en ciudades intermedias. Es decir, la película apenas comienza.