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ISA, la compañía colombiana con capital público que conquista a Brasil

ISA, una empresa de mayoría pública, ha logrado lo que pocas: conquistar Brasil y convertirse en una multilatina rentable y relevante en los países y negocios donde participa.

16 de septiembre de 2017

Al revisar los datos y las movidas de las grandes compañías del país, una ha resaltado fuertemente durante los últimos dos años. En 2016 tuvo las mayores utilidades de Colombia con alrededor de 2,1 billones de pesos; este año consolidó su presencia internacional con varias adquisiciones en Brasil; y para rematar es la acción de mayor rentabilidad del mercado con una valorización del 36 por ciento en lo corrido del año, entre otros logros. Se trata de Interconexión Eléctrica (ISA). Y lo más sorprendente es que es una compañía de capital mayoritariamente público.

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¿Cómo puede una empresa de esas características tener ese desempeño? Para Bernardo Vargas, presidente de la compañía, esto es producto de su buen gobierno corporativo, que lo blinda de cualquier presión política, del talento de exportación de la ingeniería colombiana y de una estricta planeación financiera. Gracias a esto, ISA ha logrado consolidarse como una de las compañías líderes en el sector de transmisión de energía eléctrica en América Latina.

Este año concretó una de sus mejores movidas en este propósito. Con la compra de la compañía brasileña Transmissora Aliança de Energia Elétrica S. A. (Taecsa), un negocio cercano a los 320 millones de dólares, ISA se transformó en la empresa más fuerte en ese mercado, dada la gran complementariedad entre su filial ISA CTEEP –con presencia en 17 estados y muy fuerte en São Paulo– y la nueva compañía que domina Minas Gerais y el sur de Brasil. “Compramos la joya de la corona de Brasil, puesto que esto nos permite estar en todos los centros urbanos más importantes de ese país”, afirma Vargas. De este modo, cerca de la tercera parte del mercado de transmisión de energía de Brasil está en manos de la estatal colombiana.

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Así como ISA se convirtió en un jugador muy relevante en el gigante suramericano, Brasil pesará más y más en los resultados del grupo. Con el cierre de la operación, ese país respondió en la primera parte del año por alrededor del 35 por ciento de las ventas. Durante ese mismo periodo, Colombia pesó alrededor del 30 por ciento, Perú el 21 por ciento y Chile el 17 por ciento. Esto significa que alrededor de dos terceras partes de los ingresos de esta multilatina colombiana ya se realizan por fuera del país, lo cual muestra su diversificación geográfica.

Ese principio también aplica en su portafolio de negocios. El grueso de sus ingresos proviene de transmisión de energía, pero vienen ganando peso las concesiones viales (16,4 por ciento), las tecnologías de información y telecomunicaciones (5,1 por ciento) y la gestión de sistemas de tiempo real (1,9 por ciento). Para Vargas, esto se debe a la convicción de ser relevantes en los países y negocios donde opera. Por esto, no descarta incursionar en nuevos países como Argentina o México o en nuevos negocios como las vías en el país.

No obstante, el grueso de las inversiones y su enfoque sigue estando en Colombia. Este año la compañía invertirá alrededor de 5,17 billones de pesos, un 40 por ciento más que en 2016. De este monto, va a invertir en el país alrededor del 60 por ciento de los recursos (3 billones de pesos), cinco veces más que el año anterior. Por ejemplo, ganó un proyecto que no solo garantizará la confiabilidad del servicio de energía en la costa, sino que permitirá conectar al sistema las futuras centrales de generación solar y eólica que se construirán al norte del país.

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Con este tipo de movidas, entre muchas otras, la compañía espera cerrar el año con unas ventas superiores a los 7,5 billones de pesos y unas utilidades alrededor de los 1,2 billones de pesos. Y si todos los planes funcionan, Vargas asegura que los ingresos de 2018 seguirán creciendo en rangos del 20 por ciento.

ISA cumplió anticipadamente el propósito de hace cinco años de triplicar las utilidades. Por esto, estudia con los mayores expertos del mundo cómo está cambiando el mundo de la energía para no quedarse obsoleta y seguir generando riqueza. Eso tiene felices a sus más de 38.000 accionistas, incluyendo el gobierno, dueño del 51,41 por ciento, y EPM, que tiene 10,17 por ciento. Para ellos, ISA es la nueva joya de la corona.