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'JUGAMOS LIMPIO'

ENTREVISTA: LORENZO ZAMBRANO

15 de enero de 1996

LA EXPECTATIVA EN TORNO DE QUIEN SERA el nuevo dueño de Cementos Paz del Río siguió creciendo la semana pasada, después de que el Sindicato Antioqueño hiciera una contrapropuesta a la primera oferta presentada por el grupo mexicano Cemex. La puja, que podría definirse la próxima semana, está orientada en el lado azteca por Lorenzo Zambrano, presidente de la cementera con sede en Monterrey. SEMANA lo entrevistó.
SEMANA: ¿Por qué escogieron a Colombia?
LORENZO ZAMBRANO: Colombia ha tenido un crecimiento muy interesante y estable en las últimas décadas, y nosotros creemos que eso va a continuar. Además, como en otros países que están construyento su infraestructura, aquí hay un inmenso potencial para los materiales de construcción.
SEMANA: Colombia es un mercado difícil para entrar? Al fin y al cabo ustedes han tocado la puerta varias veces.
L.Z.: A veces se toca la puerta con permiso, a veces sin permiso, pero en este caso lo que ocurrió es que se presentó la oportunidad. Algunos bancos nos llevaron a participar en Cementos Paz del Río y durante meses hablamos con los diferentes grupos que han sido afectados por los problemas de Acerías Paz del Río. Diseñamos un paquete de ofertas que resuelve varios problemas al mismo tiempo, pues que un grupo internacional como nosotros llegue y salve a muchos de los pequeños accionistas de la cementera es lo importante y es lo que está detrás de la compra del 80 por ciento de las acciones de ésta. Hemos entrado con claridad y con la idea de que todo el mundo salga ganando. No vamos a pagar más de lo que cueste el negocio, pero tampoco menos. Hemos jugado muy limpio, de frente, muy derecho y creemos que los accionistas de Cementos Paz del Río están buscando una salida.
SEMANA: ¿Y cómo han sido tratados hasta ahora?
L.Z.: Sabemos que en ciertas empresas del sector privado, por alguna razón, prefieren que no estemos en Colombia, y están en su derecho. Pero aparte de eso, hemos sido bien recibidos.
SEMANA: El accionista mayoritario de Acerías Paz del Río presentó una oferta superior en un peso por acción a la de Cemex. Eso da la impresión de que un proceso de puja estaría comenzando. ¿Quéopina?
L.Z.: El que ellos ofrezcan 0,18 por ciento más por acción no es punto de diferencia. Lo que creo que no es justo y espero que no se acepte es una propuesta que no sea igual o mejor para los accionistas, y en eso me refiero a monto de acciones, a precio y a fechas.
SEMANA: Paz del Río produce el 8,0 por ciento del consumo nacional de cemento pero la estrategia de ustedes es ser jugadores fuertes. ¿Qué van a hacer?
L.Z.: Es muy temprano para decirlo, pero sí es claro que vamos a venir a Colombia, pues es un mercado que no podemos ignorar y queremos estar acá en forma importante. Además habría un competidor más en la industria.
SEMANA: Hace 20 años ustedes eran unos productores regionales en Monterrey y hoy son los cuartos en el munda ¿Cómo se dio ese proceso?
L.Z.: Cuando el gobierno de México anunció que abriría la economía nosotros nos deshicimos de unos activos que teníamos en petroquímica y de todo el portafolio de acciones que no tenía que ver con cementos. Esto fue en 1985. Posteriormente nos dimos cuenta que no era suficiente ser grande en México y el sur de Estados Unidos sino que la industria del cemento se mueve a nivel global y que debíamos tener presencia en otras partes del mundo.
SEMANA: Frente a la crisis de su país, ¿la estrategia de diversificar fue buena?
L.Z.: Sin duda. Los ingresos en México han caído a la mitad, medidos en dólares. Sin embargo, en la compañía han caído en sólo 10 por ciento y estamos generando alrededor de 1.000 millones de dólares de flujos de operación y las ventas anuales están arriba de 3.500 millones de dólares aproximadamente. De lo que estoy orgulloso es de haber podido probar en Estados Unidos y España que una empresa latinoamericana puede igualarse a las mejores del mundo.
SEMANA: ¿Como ven ustedes a Latinoamérica?
L.Z.: Veo a la región como una potencia muy importante. Los países tienen políticas macroeconómicas bastante sensatas. Sin embargo, no se puede negar que se han cometido errores tácticos, y el caso de México es un ejemplo muy claro. Es como la ley de la gravedad; se está descubriendo que hay una sola manera de manejar las economías en el mundo, y aunque a veces es dolorosa la transición de un tipo de política a otro, una vez se llega a ahí puede haber un crecimiento fuerte.