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La ministra de Comunicaciones, Marta Pinto, habló con SEMANA sobre sus planes para los próximos cuatro años.

26 de agosto de 2002

SEMANA: ¿Como encuentra el sector de las telecomunicaciones al inicio del gobierno?

Marta Pinto: Encontramos un sector con problemas financieros. Por ejemplo, problemas como el de Telecom, que tiene un margen negativo del 34 por ciento y pérdidas que se calculan en 400.000 millones de pesos. También hay problemas como los de Inravisión y Adpostal, que tienen patrimonio negativo y además arrojan pérdidas operacionales. De manera que la situación es bastante complicada?

SEMANA: ¿Qué otros problemas encuentra?

M.P.: Uno importante tiene que ver con el sistema de subsidios y contribuciones en la telefonía fija. Es un esquema que está en crisis porque los aportes de los usuarios comerciales y los estratos 5 y 6 no alcanzan para subsidiar a las personas de menores ingresos. En la medida en que la telefonía fija pierde participación frente a la móvil el esquema va a colapsar. Es algo que tenemos que revisar para llegar a un sector justo y equilibrado en cuanto a contribuciones y los subsidios. Pero en el corto plazo tenemos algunas camisas de fuerza.

SEMANA: ¿Como cuáles?

M.P.: Por ejemplo, las licencias que se otorgan para ciertos servicios específicos. Esto genera rigideces en las condiciones del negocio. Por eso no podemos hablar de una licencia única, para la prestación simultánea de varios o todos los servicios, que es la nueva tendencia. No podemos desconocer que el sector va a tender a la convergencia, donde posiblemente a través de la televisión podremos llevar Internet, los datos y la voz. De manera que a largo plazo tenemos que propender por un sector ágil y dinámico, que contribuya fiscalmente a lo largo del desarrollo del negocio, y no necesariamente tenga que hacer el grueso del aporte al principio, como ha sucedido hasta ahora.

SEMANA: ¿Quiere decir esto que el Estado no recibiría tanta plata por las licencias?

M.P.: Es cierto que el de las telecomunicaciones ha sido un sector muy dinámico. Pero también lo es que a nivel mundial ha tenido una gran competencia y ya no hay los grandes márgenes de antes. La idea es volverlo un sector flexible y ágil. Así puede incluso proveer más recursos al Estado que en el sistema actual, que es tan rígido.

SEMANA: ¿Planea seguir adelante con los PCS?

M.P.: Sí. Hay una necesidad, sentida de todo el país, de que debe entrar un tercer operador de telefonía móvil. Hoy en día tenemos competencia en este mercado, pero no toda la que sería deseable. El proceso de adjudicación de las licencias de PCS, que se inició en el gobierno pasado, está en marcha y no tiene reversa. El 18 de octubre se deben abrir los sobres con las propuestas de los interesados en prestar el servicio. Después la asignación de la subasta tardaría entre uno y 20 días y se calcula que se estaría adjudicando antes de diciembre. Unos seis u ocho meses más tarde el sistema empezaría a funcionar.

SEMANA: ¿Cómo será la política de telecomunicaciones en los próximos cuatro años?

M.P.: Este debe ser un sector que impulse el desarrollo del país, garantizando dos cosas: la gobernabilidad y la competitividad.

SEMANA: ¿Cómo es lo de la gobernabilidad?

M.P.: Vamos a seguir apoyando el 'Gobierno en Línea'. Que todos los procesos y relaciones de los ciudadanos con el Estado puedan hacerse a través de la web. Esto ahorra trámites y elimina la corrupción. Un ejemplo es el Sistema de Contratación Estatal (Sice), diseñado por la Contraloría, que establece precios de referencia para todas las compras estatales. Una entidad no podría comprar por 5.000 pesos un lápiz que vale 1.000, por ejemplo. De otro lado, en el tema de la gobernabilidad, las comunicaciones también pueden mejorar la atención de desastres naturales y emergencias de orden público con un número único nacional, centralizando la información?

SEMANA: Y lo de la competitividad?

M.P.: Hoy en día el recurso productivo más importante de un país no es la tierra, ni el capital o los recursos naturales, sino el conocimiento. Por eso vamos a impulsar la revolución educativa a través de los sistemas y tecnologías de la información. La meta en estos cuatro años es dotar todas las escuelas públicas del país por lo menos con un punto de conectividad. Y darles también el soporte para que sepan usar y aprovechar esta herramienta.

SEMANA: ¿Cuáles son las prioridades en materia legislativa?

M.P.: La idea es diseñar, concertar con los operadores y presentar al Congreso un paquete legislativo que tenga tres leyes: una de televisión, una ley general de telecomunicaciones y una ley postal. La meta es tener los proyectos legislativos listos en los próximos 100 días.

SEMANA: ¿Qué van a hacer con la televisión?

M.P.: El proyecto buscará condensar todas las leyes que se han emitido. Tenemos una Comisión con muchas críticas y hay consenso en que hay que simplificar sus funciones. Estamos estudiando la posibilidad de repartir en otras instituciones muchas de sus tareas y dejar lo relativo a los contenidos y la adjudicación en manos de la Comisión, soportando desde el Ministerio el proceso precontractual. También, queremos fortalecer la televisión pública.

SEMANA: ¿Cómo sería la ley de telecomunicaciones?

M.P.: Estaríamos pensando en lo de las licencias únicas después de un período de transición. La visión es que en 2006 Colombia tenga unas telecomunicaciones integradas, eficientes y convergentes. En cuanto a los aportes de las empresas, debería haber una contribución equitativa. También una simetría regulatoria que garantice la competencia en el mercado. Queremos que el Ministerio regule y planee, pero en lo posible no opere el servicio. Este último más bien deberá fomentar la entrada de nuevas tecnologías, promover la competitividad, concertar diversos intereses, garantizar la defensa del usuario.

SEMANA: ¿Cuál es la estrategia frente a los problemas de Telecom?

M.P.: Acabamos de nombrar el nuevo presidente de la empresa. Es Alfonso Gómez Palacio, un abogado con experiencia y conocimiento técnico de las telecomunicaciones. El va a tener que coger el toro por los cuernos. El gobierno saliente dejó un documento Conpes, que traza las políticas por seguir para sacar adelante a Telecom. Hay que buscar un acercamiento y una concertación con las empresas que participaron de los famosos contratos de joint venture, y también con los sindicatos y los trabajadores para encontrarles salidas a los problemas.

SEMANA: ¿Qué otros planes tiene?

M.P.: Un programa bandera va a ser la agenda de conectividad, que es una política de Estado. Otro punto es la promoción de empresas de telecomunicaciones, incluidas las medianas y pequeñas. Para eso contamos con el apoyo financiero del IFI. Pero también hay que darles otras ayudas, como la capacitación. También vamos a garantizar la telefonía social, al seguir adelante con programas como Compartel.