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LA CONSAGRACION DE LA PRIMAVERA

Medellín dejó atras la pesadilla del narcoterrorismo y quiere volver a florecer, por cuenta de poseer la mejor infraestuctura de servicios públicos de America Latina.

12 de junio de 1995

SI NO HUBIERA SIDO VERDAD, HOY NADIE creería semejantes historias. Por eso los paisas todavía sienten un escalofrío cuando recuerdan cómo eran las cosas hace apenas unos años. Cómo era el temor de salir de la casa en las épocas oscuras del narcoterrorismo. Cómo más de 100 empresarios de la ciudad tuvieron que refugiarse en otras latitudes entre 1987 y 1992 por temor a la violencia indiscriminada que se regó como pólvora por las calles de la capital antioqueña. Y aunque sus fábricas siguieron funcionando les tocó aprender a administrarlas de lejos, porque la incertidumbre no dejaba a nadie vivir en paz.
Sin embargo, ahora, la vida tiene otro precio y el aire que se respira es distinto. Los ejecutivos volvieron a una ciudad que hoy en día hace de todo por volver a ser lo que era y que poco a poco se ha dado cuenta de que la violencia fue el peor negocio de su vida.
"Las cosas comenzaron a cambiar desde diciembre de 1990 con la entrega de los hermanos Ochoa y mejoraron en 1991 con la entrega de Pablo Escobar, aunque después hubo una época de incertidumbre cuando se fugó de la cárcel. La gran diferencia la marcó su muerte, en diciembre de 1993. Desde ahí hay un nuevo clima de negocios en Medellín", dijo el presidente de Occel y ex gobernador de Antioquia, Gilberto Echeverri.
Y tanto habrán cambiado las cosas que el Sindicato Antioqueño, un conglomerado de más de 100 compañías paisas, es el grupo que más crecimiento ha registrado en el país, siendo ahora el más grande de Colombia -por encima incluso de Santo Domingo y Ardila Lulle- y el líder en sectores como cemento, comercio y alimentos. Es tal la confianza que tiene ahora que se ha convertido en el pionero de las alianzas estratégicas con varias empresas de América Latina e invertirá 550 millones de dólares -unos 462.000 millones de pesos- para seguir con su proceso de crecimiento y modernización.
Pero no sólo los paisas le han dado dinamismo a Medellín en estos dos años, ni son los únicos que se han atrevido a regresar. Lo mismo ocurre con otros empresarios, a quienes antes les tenían prohibido visitar la ciudad. "En la época de la violencia ningún inversionista extranjero se atrevía a venir. Ahora, por lo menos una vez a la semana viene una misión de otro país que muestra interés en traer capital", le dijo a SEMANA el presidente de la Cámara de Comercio de Medellín, Francisco Piedrahita. Su opinión concuerda con la del presidente de Hojalata y Laminados -Holasa-, Carlos Lega, quien dice que "hace unos años era casi imposible hablarle de nuevas inversiones a nuestros socios japoneses. Ahora, eso cambió, y la semana pasada por ejemplo se tocó el tema con ellos y la seguridad nisiquiera estuvo en la agenda".
La nueva percepción de los extranjeros y también de los colombianos de otras ciudades ha llevado a que se dé un boom hotelero sin precedentes. Después de atravesar por épocas con niveles de ocupación del 30 por ciento en hoteles como el Intercontinental, hoy en día no sólo se mantienen prácticamente llenos, sino que ha aumentado la oferta. Medellín tiene en la actualidad 1.500 habitaciones disponibles, luego de que aparecieran hoteles como Park 10, el Portón de Oviedo y el Poblado Plaza. Eso sin contar los tres nuevos que se inaugurarán el año entrante: Forte, el Belfort y el Dann, con 439 habitaciones. Y es que "la idea es convertir a Medellín en un importante centro de negocios Para eso, no sólo se mejoró la capacidad hotelera sino que se expandió el Palacio de Exposiciones, que vive copado todo el año", dijo el presidente de la Asociación Nacional de Industriales -Andi- en Medellín, Alberto Echavarría.
A la par con la buenas perspectivas estuvo el comportamiento de la economía de la ciudad, con un crecimiento del 4,8 por ciento, que a pesar de estar un poco por debajo del nivel nacional -5,7 por ciento- fue un buen resultado. Y en cuanto a las nuevas empresas, el año pasado se crearon 2.549 con un capital de 71.359 millones de pesos. Las cifras alentadoras no son sorprendentes, pues la economía paisa siempre se ha caracterizado por funcionar al mismo ritmo que la del resto del país, a pesar de que sectores claves como el de textiles y confecciones se han visto duramente afectados por el contrabando.
PROBLEMA JOVEN
Pero aun cuando el ambiente y la economía van bien, no todo es color de rosa en la ciudad de la eterna primavera. Si bien los índices de asesinatos han bajado (ver recuadro), subsisten problemas de difícil solución, la mayoría de ellos legados de los años grises que vivió la ciudad. El más grave es el social, y especialmente el de la juventud, pues "el sorprendente comportamiento de la economía contrasta con una gran debilidad en cuanto a inversión social. Adicionalmente, la violencia dejó a una juventud desocupada y encontramos que la mayoría de los homicidios son cometidos por menores y contra menores entre los 14 y 18 años", según el alcalde de la ciudad, Sergio Naranjo. De ahí que exista un plan de inversiones por 250.000 millones de pesos para generar más y mejores empleos, ampliar la cobertura en educación y salud, solucionar los problemas de nutrición y la calidad de vivienda, entre otras cosas.
A pesar de que en los últimos años, la ayuda del gobierno nacional y el esfuerzo de la ciudad permitieron avances considerables, el camino por recorrer es inmenso.
Una de las claves para el logro de las metas sociales es el Programa Integral de Mejoramiento de Barrios Marginales -Primed-. Su presidente Joaquín Valencia, dijo en diálogo con SEMANA que "la idea es subir la calidad de vida en la base, por medio de la promoción y la participación comunitaria". Una parte de las soluciones es llevar servicios públicos, pues a pesar de que el cubrimiento en Medellín está por encima del 90 por ciento en todos los casos -con excepción de teléfonos- en las zonas marginales existe 'fraude'. Es decir, que no reciben los servicios sino que se los 'roban'. Y lo peor, según Valencia, es que "en la mayoria de los casos los cobran como si en realidad se los prestaran, cuando lo que debería hacer la administración es legalizar a esos usuarios".
Pero, aun cuando la problemática existe y la violencia no se ha acabado, las cosas ahora son distintas. "Antes, yo no podía subir a la zona sin pedirle permiso a las milicias Ahora, cualquiera puede ir y lo más probable es que no le ocurra nada. Las muertes allá se han reducido 42 por ciento en dos años y el maltrato entre parejas ha caído 75 por ciento, pero el principal problema es que el Estado no los atiende como debería ser", según Valencia.
Ese, sin embargo, no es el único problema que atraviesa la ciudad. Otro es el desempleo, que según los datos de marzo es del 9,4 por ciento por encima del promedio nacional que es del 8,1 por ciento. Hay especial preocupación debido a que el 51 por ciento de los trabajadores pertenece a la economía informal, cifra superior al promedio nacional. Y además, ha aumentado considerablemente el nivel de empleo temporal, según el presidente de la Cámara de Comercio, lo cual es grave para la estabilidad laboral.
"No es clara la calidad en el empleo porque subsisten características de inestabilidad, baja remuneración y falta de seguridad", agrega el alcalde Naranjo. Y lo peor es que el panorama para el futuro no es el mejor, en especial por la pérdida de dinamismo del sector de la construcción que ya comenzó a estabilizarse luego de un boom sin precedentes.

MAL DE PAISA
Pero no todos los problemas que hoy viven los paisas tienen que ver con el factor social. Una gran parte obedece a las características de la economía regional, pues "está centrada en la producción de bienes de consumo -como textiles o alimentos- que es donde se ha dado una mayor competencia internaciónal, con importaciones tanto legales como ilegales", según Francisco Piedrahita. De ahí que el estudio realizado por la firma de consultoría Monitor para Antioquia les advierta que de esa manera lo único que consiguen es competir con los chinos y otros países asiáticos, que venden a muy bajos precios, en lugar de hacerlo con naciones cuya característica sea la calidad. No obstante, para hacerlo tendrán que innovar, pues la economía antioqueña tiene una gran tendencia hacia la inversión pero no ha aprendido a añadirle valor agregado a sus productos.
A pesar de que la apertura golpeó duramente a varias de sus empresas bandera, Medellín tiene un gran campo ganado para dar la pelea. Según Monitor, cuenta con la mejor plataforma competitiva: buena infraestructura, el mejor cubrimiento en servicios públicos y una buena mano de obra, aunque tendrá que hacer inversiones en capital humano para profesionalizar a sus trabajadores.
De hecho, tiene buenas carreteras y calles, dos aeropuertos y el cubrimiento en energía es del 99 por ciento, en acueducto del 97 por ciento y en alcantarillado del 95 por ciento. En cuanto a teléfonos, hay 28 líneas por cada 100 habitantes -cuando el promedio en el país es de ocho-.

Para ponerlo de otra manera, Medellín es sin más ni más la única ciudad grande del país donde el gobierno municipal parece funcionar, con indicadores que no hacen sino sonrojar a Bogotá, Cali o Barranquilla.
Gran parte de ese logro obedece a que la ciudad cuenta con una, si no la mejor, de las empresas de servicios públicos en América Latina, que es Empresas Públicas de Medellín -EPM-. Esta tiene ahora un ambicioso plan de expansión en el cual invertirá 397.000 millones de pesos sólo este año, que es el 50 por ciento del presupuesto de la entidad. Los mayores recursos se irán en energía, por la construcción de la Hidroeléctrica Porce II, que generará 392 megavatios a partir de 1999. Adicionalmente, la idea es entrar en otros proyectos y mejorar la calidad del servicio ampliando la capacidad de transmisión. El plan de inversiones en generación y distribución de energía es de unos 810.000 millones de pesos entre 1993 y el 2002.
Pero ahí no se quedarán las cosas. " Vamos a trabajar mucho en saneamiento, especialmente en las quebradas y el rìo Medellin para recoger las aguas residuales. En cuanto a acueducto y alcantarillado el principal objetivo es llevar el agua a los barrios altos -donde actualmente no está legalizada- y también vamos a trabajar agresivamente en el plan de masificación del consumo de gas", según el gerente de EPM, Mauricio Restrepo.
A lo anterior se suman dirigentes privados de primera línea que con sorprendente bajo perfil, pero con visión de largo plazo han estado atentos al progreso de la ciudad y del departamento. Tradicionalmente ha existido una alianza tácita entre mandatarios locales y empresarios en busca del mismo fin. Esa colaboración, sin embargo, está en el congelador con la administración de Sergio Naranjo, cuya elección fue cuestionada, aunque últimamente ha habido signos de tregua en ese frente.

HACIA EL 2000
Los planes de inversión de los paisas no se quedarán en servicios públicos. Este año arranca la zona franca privada de Rionegro, que será la primera en entrar en funcionamiento. Y además, hay interés de desarrollar un centro de convenciones en el mismo municipio, con lo que se convertiría la región en una importante zona de negocios. Al fin y al cabo, es ahí donde está el aeropuerto.
De otro lado, se quiere resolver el problema de la lejanía al mar con dos proyectos. El primero consiste en terminar la carretera al mar -con capital de los gobiernos nacional, departamental y municipal-, hacer el túnel de San Jerónimo y la carretera entre Medellín y Santafé de Antioquia. El segundo es construir un puerto seco y un terminal de carga, que se harían en el municipio de Bello.
Si a eso se le agrega el objetivo de tener listo el metro en marzo del próximo año, es probable que Medellín sea en poco tiempo una ciudad distinta, con importantes atractivos para los inversionistas nacionales y extranjeros. Sin embargo, todo depende del éxito que se logre en los programas sociales, un lunar que Medellín tiene que extirpar o por lo menos controlar, para que las semillas de progreso vuelvan a germinar en esta, la ciudad de la eterna primavera.


EN LUCHA CONTRA LA MUERTE
A PESAR de los grandes esfuerzos que hacen el gobierno departamental y municipal a través de sus fuerzas de Policía, Medellín aún padece las secuelas de la descomposición y violencia que la han abatido en los últimos años. Es así como la ciudad aportó en el primer trimestre del año el 69,8 por ciento de los homicidios ocurridos en el área metropolitana. La causa más recurrente de las muertes violentas es aún el homicidio, que se comete generalmente con armas de fuego, siendo el domingo el día más crítico.
Este es el balance que entregó recientemente la Policía Metropolitana del Valle del Aburrá con información sobre las distintas tipologías de delitos que se practican, incluyendo secuestro y robo de automóviles.
Pero aun cuando las dimensiones del problema aún son graves, el índice de homicidios disminuyó 4,2 por ciento en los primeros tres meses del año en relación con igual período de 1994, con un total de 1.388 casos. De las mismas estadìsticas se desprende que, de acuerdo con la edad de víctimas y victimarios, la gran mayoría son menores de edad, pues fue ahí donde el narcoterrorismo creó su nicho, lo que plantea la necesidad de encontrar una solución para ese flagelo. Más grave aún es la cosa si se tienen en cuenta las restricciones que plantea el Código del Menor para la sanción de los pequeños delincuentes
Recientemente, las alcaldías de algunos municipios del área metropolitana como Itaguí, Sabaneta, Girardota, Caldas, Copacabana y La Estrella se acogieron a la sugerencia del gobernador, Alvaro Uribe Vélez, en el sentido de restringir los horarios a los menores de 18 años después de las 11 de la noche, con la idea de prevenir los atropellos Los jóvenes se muestran reacios a esta determinación, entre otras cosas por el poco espacio de participación que tienen frente a la toma de decisiones, pero las autoridades consideran que es una buena solución. Sin embargo, el alcalde de Medellín, Sergio Naranjo, no se acogió a la medida por considerar que este problema se debe abordar solamente desde la perspectiva de la generación de la justicia social. En sus propias palabras, "es la justicia social en los sectores más vulnerables la forma defortalecer los procesos de pacificación".
Aun cuando son crecientes las quejas sobre robo de autos por parte de los habitantes de la ciudad, en el área metropolitana hubo una disminución del 25,66 por ciento en ese delito, en relación con el primer trimestre del año anterior, aunque aumentó el hurto de motocicletas en 17 por ciento, frente a lo cual la Policía viene implementando planes de vigilancia.
De otro lado, las actividades investigativas del grupo Unase, los índices de secuestro y extorsión han caído. Sin embargo se ha establecido que los delincuentes utilizan medios sofisticados para llevar a efecto las negociaciones con los familiares, lo que hace difícil al grupo hacer un efectivo seguimiento y control de estos casos. Es así como en 1995 sólo tres sucesos han podido ser resueltos positivamente, evitando el pago de 490 millones de pesos.
A su vez, la Policía Metropolitana viene haciendo un trabajo de limpieza al interior de la misma institución. Las últimas destituciones involucran a 20 agentes de la Policía que cometieron distintas faltas disciplinarias en decisión adoptada por el brigadier general, Alfredo Salgado Méndez. Esta medida se adoptó al término de una investigación que determinó su culpabilidad por haber incurrido en conductas irregulares en el ejercicio de su misión.