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LA DEVALUACION SE NEUTRALIZA SOLA

20 de mayo de 1996


CON LA DEVALUACION del bolívar las exportaciones colombianas perderán competitividad en Venezuela, mientras que los productos venezolanos serán más baratos a este lado de la frontera. A pesar de que el gobierno colombiano ha señalado que no se tomarán medidas al respecto, el temor a una invasión de importaciones venezolanas ha llevado a varios empresarios colombianos a pedir que se establezca una salvaguardia cambiaria. Este instrumento consistiría en la imposición de unos derechos de importación a los productos venezolanos que neutralizarían su mayor competitividad derivada de la devaluación.
Lo cierto es que esta posibilidad parece exagerada e inconveniente. La competitividad real de los productos entre dos países no depende sólo de la tasa de cambio sino de la evolución de la inflación en cada uno de ellos. Según varios analistas, la devaluación del bolívar traerá una aceleración de los precios en Venezuela que haría que la inflación para 1996 ascendería a más de 120 por ciento. De esta manera, en menos de seis meses la mayor competitividad de los productos venezolanos en Colombia habría desaparecido. La devaluación del bolívar de noviembre del año pasado es un buen ejemplo de este fenomeno. Como lo muestra el gráfico, una devaluación de 70 por ciento fue rápidamente erosionada por la inflación en los meses siguientes.
Pero la devaluación del bolívar también tiene su lado bueno. Con ella se terminará el contrabando que se generó en los últimos meses de productos venezolanos hacia Colombia para aprovechar una tasa de cambio paralela hasta 60 por ciento mayor que la oficial. Según José Abril, director adjunto de la oficina de Pro-export-Colombia en Caracas, "al desaparecer ese diferencial, así como el control de precios en Venezuela, debe disminuir sustancialmente el contrabando, que llegó en 1995 a casi 1.000 millones de dólares según analistas venezolanos".