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LA GUERRA NO ES UN NEGOCIO

Wall Street le apuesta a la paz y los vendedores de armas se quedan con los crespos hechos.

26 de noviembre de 1990

Tradicionalmente, los verdaderos ganadores en una guerra son los vendedores de armas. La historia es pròdiga en ejemplos. Por insólito que parezca, sin embargo, y a pesar de los voluminosos movimientos de tropas y de material bélico realizados en los últimos meses en el golfo Pérsico, los únicos perdedores hasta el momento han sido los fabricantes de armas.

Todo porque Wall Street mira el conflicto con ojos de escepticismo y le apuesta a la paz. El mismo día que la General Dynamics (segundo vendedor norteamericano de pertrechos) asegurá la venta de 385 tanques M1 a Arabia Saudita y de un centenar de aviones F16, la cotizaciòn de su acción cayó de 50 a sòlo 24 dòlares. Y la revista Defense News acaba de revelar que las principales compañías del sector han perdido hasta un diez por ciento en el precio de sus acciones.

La culpa en parte corresponde a la URSS, que durante màs de cuarenta años contribuyó, con sus amenazas a que Estados Unidos construyera la mayor industria bélica del planeta. Buena parte de las grandes fábricas se concibieron para sobrevivir a la Guerra Fría y su desaparición ha dejado mal parado amás de uno.

Perplejos, los industriales ven cómo las ganancias son mucho menores de las que se podían esperar con un mundo al borde de la guerra. Sin duda, los más afectados han sido los grandes productores. General Dynamics Corporation, Northrop, Lockheed y McDonnell Douglas, otrora reyes de la Guerra Frìa, sufren los avatares de un mundo cambiante. Desaparecido el archienemigo soviético, las fábricas de grandes bom barderos y aparatosos misiles han entrado en desuso.

La modernización tecnològica y las características de un conflicto en el desierto abrieron el paso a pequeños contratistas especializados. Firmas de armamento electrónico, reconocimiento y sistemas de espionaje, estan de moda.
Han saltado al campo de batalla ilustres desconocidos como Raytheon Corporation of Lexington, E-Systems Corporation y Loral Corporation de Nueva York, que en promedio han ganado 16 por ciento en sus cotizaciones. La primera de ellas produce el misil "patriota", único capaz de detener los misiles de Bagdad.

Además la baja de la temperatura en el enfrentamiento entre Bagdad y Washington ha llenado de razones al mercado. La General, a pesar de sus ventas de tanques y aunque logre colocar mas màquinas en el desierto, tendrá que cerrar dos fabricas a mas tardar en dos años. La McDonnell incurrió en un sobrecosto de 450 millones de dólares en un contrato de aviones A-12 que borrò de tajo los beneficios de venta de helicòpteros "Apache" y F-15 a los saudíes. Así, sin duda, la guerra ya no es como la pintan.