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El lanzamiento de la emisión de acciones coincidió con el cambio de imagen de la compañía. Ecopetrol cumplirá 56 años el próximo 25 de agosto

PETRÓLEO

La niña bonita

Ecopetrol busca 250.000 nuevos accionistas en una operación que promete ser toda una revolución para el mercado de valores de Colombia. Este lunes se inició la venta de acciones.

18 de agosto de 2007

Durante décadas se volvió un lugar común hablar de Ecopetrol como la empresa de todos los colombianos. Aun hoy, ilustres políticos dicen que pertenece a la Nación y, por ende, a todos los colombianos. En realidad, esa afirmación siempre ha sido falsa. Sus dueños han sido tres: los gobiernos de turno que utilizaron a Ecopetrol como su caja mayor, sus empleados y la Unión Sindical Obrera (USO). Y punto.

El próximo lunes 27 de agosto eso va cambiar. Ese día cualquier colombiano podrá convertirse en accionista de una empresa valorada en 51 billones de pesos, de lejos la más grande del país.

Ecopetrol cumple 56 años el próximo 25 de agosto y a pesar de su edad, ahora está lista para seducir a muchos. Para lograrlo muestra sus mejores a tributos: utilidades al año superiores a los tres billones de pesos; un plan de inversión por más de 12.000 millones de dólares para los próximos años y un ambicioso proceso de internacionalización que empezó en Brasil y Ecuador y que se va a extender pronto por Perú, México, Argentina y Venezuela. Y promete ponerse mejor en los próximos años.

Ecopetrol busca 250.000 accionistas, quienes además de poner cinco billones de pesos -el 10 por ciento de la empresa-, le abrirán las puertas a la compañía más grande del país hacia su modernización definitiva.

Cualquier colombiano podrá comprar mínimo un paquete de 1.000 acciones (1,4 millones de pesos) y un máximo de 1,5 millones de acciones (2.168 millones de pesos). Para hacerlo estarán a disposición de todo el público ocho redes bancarias, comisionistas de Bolsa y los grandes supermercados.

Aunque el entusiasmo en el gobierno es alto, las cuentas de esta operación les suenan alegres a muchos: el mercado colombiano no ha tenido nunca una emisión de esta magnitud y por eso el principal interrogante es si habrá suficiente gente para tanta acción; además, entre los inversionistas 'duros' como los fondos de pensiones, aún existe duda sobre si el precio inicial es lo suficientemente atractivo para apostar todo o nada por la firma.

Pero lo que nadie duda es que la incursión de Ecopetrol es una revolución. Nunca antes los colombianos podrían comprar acciones de una manera tan fácil: en bancos, comisionistas de Bolsa y hasta supermercados.

¿Por qué una empresa sólida que muestra saludables indicadores financieros y que se beneficia de los excelentes precios mundiales del petróleo tiene que realizar esta billonaria emisión? ¿La llegada de Ecopetrol a este mercado significa que las acciones entrarán a formar parte de la canasta familiar de los colombianos? ¿Cuál es el futuro de la empresa estatal insignia de Colombia?

Ecopetrol no tiene hoy ningún problema de caja. De hecho, las cifras financieras son dignas de mostrar en cualquier parte del mundo: tiene nivel cero de endeudamiento, el año pasado dio utilidades por 3,39 billones de pesos y tuvo ingresos operacionales por 18 billones. Y para este año las cosas pintan mucho mejor: probablemente las utilidades estarán por encima de los cuatro billones de pesos.

Así las cosas, aparentemente no habría razón para esperar que la compañía saliera al mercado en busca de dinero. Sin embargo, los billones detrás de los que está Ecopetrol son fundamentales, no sólo por razones de inversiones futuras. Al abrir las puertas a los accionistas privados, la compañía dejará de ser exclusivamente estatal.

Aunque la compañía seguirá pasándole parte de sus utilidades al gobierno nacional, que por ley mantendrá como mínimo el 80 por ciento de las acciones, lo que se busca es una mayor autonomía empresarial. Hoy Ecopetrol hace parte de las cuentas nacionales y por esta razón no se puede endeudar, pues si lo hace, afecta el déficit del gobierno central y el saldo de la deuda pública.

Pero con nuevos accionistas privados, la compañía podrá decidir de manera más autónoma los presupuestos y las prioridades de inversión. Y más importante aún: podrá buscar recursos frescos a la banca, como lo hacen sus competidores. Por ejemplo, la BP mantiene siempre un nivel de endeudamiento de alrededor del 20 por ciento. Ese no es único campo donde ha estado en desventaja: por restricciones fiscales, Ecopetrol paga salarios menores del mercado (una situación que le ha costado en los últimos 18 meses, quedarse sin 130 profesionales que se fueron a las multinacionales).

Por eso el Congreso de la República autorizó el año pasado una emisión de hasta el 20 por ciento de las acciones de la compañía para que Ecopetrol compita con las demás petroleras de tú a tú.



Una empresa desconocida

Si bien Ecopetrol figura en el imaginario colombiano como la gran compañía estatal, el proceso ha dejado al descubierto que realmente el país sabe muy poco sobre su joya de la corona.

Cuando se conoció el precio base de la acción (1.400 pesos), la incertidumbre fue mucha hasta para los más avezados inversionistas. ¿Ese es un precio justo?

El gerente financiero del fondo de pensiones Protección, Juan Luis Escobar, aseguró que este es un proceso atípico porque no han tenido acceso al modelo de valoración. "No sabemos si ese precio es barato o caro. Nosotros estamos estudiando las cifras y aprendiendo sobre el sector, para sacar una conclusión". El tema es fundamental porque dependiendo de ello, grandes inversionistas, como las AFP, definirán el monto de su inversión. El gobierno cree que estos grandes inversionistas pueden apostarle hasta 1,4 billones de pesos al proceso, así que son actores fundamentales.

La firma comisionista Correval hizo un análisis sobre el valor de la acción y aseguró que dentro de un año, el papel se habrá valorizado apenas en 5 por ciento, un nivel bajo y muy cercano a la inflación.

Pero si algunos agentes del mercado de valores creen que la acción tiene un precio alto, el senador Hugo Serrano, quien se ha opuesto al proceso, por el contrario, ve que el precio está muy barato. Para él, la expectativa que tiene el gobierno de que la acción se valorice en el próximo año es una señal clara de que "las acciones de la empresa estatal se van a vender por debajo de su valor real", dijo en una carta enviada al Procurador General.

La polémica sobre el precio se podría ampliar indefinidamente. Sin embargo, valorar una empresa petrolera implica retos adicionales al de una compañía de otro sector. Básicamente, porque además de los activos, se debe incluir el concepto de reservas que amplían las variables de análisis. En Colombia nadie había hecho un ejercicio de esta naturaleza anteriormente. Así que el veredicto sobre el precio de cada acción lo dará finalmente el mercado.



Años de ajuste

Pero si el país ignora la realidad de su empresa más importante, esto no quiere decir que la situación con ella sea crítica. Por el contrario, Ecopetrol inició hace cuatro años una metamorfosis total que ha representado sudor y lágrimas, pero que realmente le ha agregado valor.

En junio de 2003, el gobierno del presidente Álvaro Uribe decidió darse la pela y escindir las responsabilidades de política petrolera de Ecopetrol. Lo hizo con el fin de atraer más inversión privada y darle un mayor foco empresarial a la compañía. Allí nació la Agencia Nacional de Hidrocarburos.

Y los resultados no se han hecho esperar. A final de este año se habrán perforado más de 70 pozos exploratorios, un verdadero hito. Regresaron al país Exxon-Mobil y Shell, dos gigantes de la industria. Y Ecopetrol es hoy un socio -no obligado como antes- preferencial de esas compañías. Además incursionó en el mercado internacional. Hoy Ecopetrol ya explora en Brasil y Perú.

Pero si las expectativas son buenas, en el mercado de valores ha surgido una preocupación. El tamaño de la emisión ha puesto a pensar si Colombia cuenta con el suficiente número de personas que demanden esa cantidad de acciones que se van a ofrecer.

Hoy este mercado es el más pequeño de todo el sistema de valores del país: representa apenas el 3 por ciento de todas las operaciones diarias en la Bolsa de Colombia, que están dominadas por los títulos de deuda pública conocidos como TES. En un día agitado, se pueden transar 200.000 millones de pesos en acciones, mientras que por el resto de títulos las operaciones valen seis billones de pesos diarios.

A junio las empresas colombianas que cotizan en Bolsa valían, según el precio de sus acciones, 127 billones de pesos. Ecopetrol vale 51, casi el 40 por ciento. Y el primer 10 por ciento de la emisión son cinco billones de pesos. Dos veces el monto que se puede transar en un mes en acciones en la Bolsa. Otras emisiones como las de ISA, la ETB o Isagén nunca superaron cada una el billón de pesos.

Así que lo de Ecopetrol es todo un reto para el mercado. De hecho, en el interior de las firmas comisionistas y de otras entidades como los fondos de pensiones, todavía hay dudas sobre qué recomendar a los inversionistas medianos que podrían tener 100 ó 200 millones de pesos para invertir en la emisión.

La razón: ¿quién garantiza que habrá liquidez suficiente en el mercado, más aún cuando se espera que esta sea una inversión de largo plazo? Además, sólo dentro de un año se va a realizar una oferta a inversionistas extranjeros; lo que le dará realmente el caché suficiente a esta operación.

La acción se empezará a negociar en la Bolsa este 15 de noviembre y seis meses después, es decir, hacia mayo o junio de 2008, habrá una segunda ronda para colocar el resto del 10 por ciento. El presidente de Ecopetrol, Javier Gutiérrez Pemberti, aseguró que luego habrá una tercera ronda en los mercados internacionales, aunque no le puso fecha precisa ni monto.

Gutiérrez está convencido de que la acción de Ecopetrol no dará pierde. De hecho, esperan que apenas se empiece a negociar, el precio suba. Las razones de su convencimiento: la posición privilegiada de la empresa en el mercado, tiene posición dominante en casi toda la cadena de petróleo y gas.

Al frente de la compañía está un hombre que puso a una firma como ISA en el campo de las grandes multinacionales del sector energético de la región. Su sueño: replicar no sólo ese extraordinario éxito, sino también el de Petrobras. Hace 10 años la empresa brasileña también dejó de ser estatal. En ese entonces, producía 700.000 barriles; hoy supera los dos millones. n?